El Pleno del Congreso debate hoy una iniciativa promovida por tres de los socios del PSOE –Unidas Podemos, Esquerra Republicana (ERC) y Bildu– en la que le instan a dar marcha atrás en el giro a la política exterior en el Sáhara Occidental –a 90 kilómetros del Archipiélago– y volver a apoyar el derecho de autodeterminación.

Los tres partidos registraron esta proposición no de ley a raíz de la carta que el presidente, Pedro Sánchez, envió al Rey de Marruecos el 14 de marzo en la que aceptaba la propuesta de autonomía para el Sáhara que Rabat presentó ante la ONU en 2007 como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa». Un giro en la posición histórica que España venía manteniendo sobre su antigua colonia que todas las fuerzas parlamentarias han criticado, como así quedó evidenciado durante su comparecencia, el pasado miércoles, en el Congreso para explicar el volantazo.

Con esta iniciativa, que no se votará presumiblemente hasta el jueves, Unidas Podemos, ERC y Bildu buscan que el PSOE –donde hay algunas voces críticas– y los grupos parlamentarios de centro y la derecha se retraten sobre el fondo de la cuestión y desautoricen el giro dado por Sánchez al avalar el plan de autonomía propuesto por Marruecos.

En concreto, el texto persigue que el Congreso ratifique su apoyo a las resoluciones de la ONU y a la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en esa región, y que lo haga con «el convencimiento de que solo el diálogo, la negociación y el acuerdo llevado de manera constructiva y conforme al Derecho Internacional, ayudarán a alcanzar una solución política justa, realista, viable, duradera y mutuamente aceptable en el Sáhara».

Ésta será la primera votación sobre este contencioso tras el cambio de opinión del Gobierno, un bandazo que sus socios critican en la iniciativa. Dicen no entender que Sánchez haya tomado una decisión de este calibre sin «consultarla ni compartirla» con ninguno de los grupos del Congreso, «contraviniendo el consenso mayoritario de la Cámara».

«Una decisión de tal calado político que, además de suponer un cambio en la posición histórica mantenida hasta ahora, podría desencadenar consecuencias diplomáticas con el propio Sáhara Occidental, Argelia y Marruecos no puede ser adoptada de espaldas a la voluntad mayoritaria del Congreso», argumentan.

Además de criticar la falta de «transparencia» con la que se ha conducido el Ejecutivo en un tema de «tal trascendencia política y social», avisan de las posibles consecuencias que este giro podría acarrear en el ámbito económico y energético.

«La vía política de resolución del conflicto entre el Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos basada en las diversas resoluciones de la ONU que abogan por una solución dialogada y satisfactoria para las partes impulsada por la Minurso cuenta a día de hoy con el aval de las instituciones internacionales y europeas, así como de la mayoría social y política representada en esta Cámara», reza la iniciativa.

Desde el PSOE, su portavoz parlamentario, Héctor Gómez, insiste en que el Gobierno se mueve «dentro de la legalidad internacional y los acuerdos de la ONU», pero en todo caso buscará el entendimiento con la oposición ante la proposición no de ley de sus socios y aliados. Por ello, no se descarta que intenten ese acuerdo presentando hoy mismo una enmienda con un texto aternativo.

No será esta la única ocasión en la que se hable esta semana sobre el Sáhara en el Congreso. Mañana Nueva Canarias insistirá con preguntas al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Este canceló el jueves el viaje previsto a Marruecos, donde acudirá más adelante acompañando a Sánchez, previsiblemente a lo largo de esta misma semana. Quevedo, quiere que el jefe de la diplomacia española explique «por qué considera el Gobierno que su cambio de posición respecto al Sáhara no vulnera la legalidad internacional».

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en la política exterior de España respecto al Sáhara «favorecerá el enquistamiento de la precaria situación de la población saharui y expresa su preocupación por la salud de las más de 178.000 personas que viven en los campamentos de Tinduf [Argelia], que dependen casi en exclusiva de la ayuda humanitaria externa». La ONG apunta que según el Programa Mundial de Alimentos, solo el 12% de los hogares en Tinduf tenían seguridad alimentaria en 2018, el 30% se encontraban en situación de inseguridad alimentaria y más de la mitad -58%- eran vulnerables a ello. «El shock emocional al hilo del reciente giro político está abriendo un nuevo proceso traumático que se solapa al sufrimiento agravado por la reactivación del conflicto armado en 2020 con Marruecos y el impacto de la covid-19. Todo ello unido empeora esta crisis humanitaria olvidada», afirma Pablo Traspas, coordinador de Médicos del Mundo en los campamentos de Tinduf.| Europa Press