Mucha agua para regar el campo y llenar el acuífero y cientos de incidencias de las que ninguna fue grave ni provocó daños personales. Es el balance del paso de Hermine por Tenerife, el ciclón que llegó a ser tormenta tropical pero perdió fuerza y se convirtió en borrasca postropical en el que momento en que más se acercó al Archipiélago el pasado fin de semana. Mientras la cola seguirá hoy provocando precipitaciones moderadas, las ayuntamientos tinerfeños comienzan a hacer balance. Y, sin duda, el sector más beneficiado es también uno de los más necesitados: la agricultura y la ganadería. Las lluvias continuas en estos cuatro días, sin aguaceros, y la poca fuerza del viento llegaron, además, en el momento oportuno, cuando se empiezan a plantar por ejemplo las papas. Este es el balance del paso del ciclón tropical Hermine por Tenerife.

El campo tinerfeño es el gran beneficiado del paso de Hermine. Theo Hernando, secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), admite que las lluvias «han venido de maravilla». «Han sido unas lluvias continuas y sin chaparrones, lo que ha permitido que la tierra absorbiera el agua y no se perdiera en el mar por las escorrentías», asegura Hernando. Aparte de la forma en que cayeron las precipitaciones, para los trabajadores del campo lo «decisivo» ha sido la poca fuerza del viento. «El viento es nuestra principal amenaza. Teníamos miedo en esta tormenta pero los vientos no han venido con la velocidad que se anunció y no han causado daños salvo algunos menores en varias fincas de plataneras», explicó el secretario general de Asaga.

A la pérdida de fuerza del ciclón se sumó el momento en que llegó el agua, «el más oportuno de todos». Según cuenta Theo Hernando, «hemos empezado justo ahora, por ejemplo, a plantar las papas para la Navidad, con lo que la tierra va a estar húmeda». Además, no ha habido daños en la poca uva que queda por recoger de la vendimia, ni en las fincas de plataneras y otros frutales. «El agua nos ha ahorrado algunos riegos y ha llenado, por otro lado, las balsas después de un verano muy seco», puntualizó Hernando. «En Tenerife no estábamos en una situación extrema por el uso de agua regenerada, pero estas lluvias van a llenar las reservas y, sobre todo, el acuífero», concluyó el representante de Asaga.

Santa Cruz mantuvo ayer los parques y jardines cerrados para revisar los daños. El concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, detalló que la decisión se debió «al elevado número de ramas y árboles caídos por las intensas lluvias». La previsión es que hoy se puedan abrir la mayoría. Las caídas de árboles más aparatosas se produjeron en el parque García Sanabria, la avenida Benito Pérez Armas y la calle Calandria. El Ayuntamiento anunció asimismo que demolerá la vivienda abandonada de la calle Hércules, en el barrio de La Alegría, por desprendimientos. El municipio registró 220 incidencias, según apuntó el alcalde, José Manuel Bermúdez, quien destacó que «afortunadamente los barrancos respondieron, lo que pone de manifiesto la efectividad de las obras que se han realizado, aunque queda por hacer». «El cauce en el que más corre agua es el de Igueste de San Andrés, pero no ha habido problemas», agregó.

El alcalde destacó, entre los casos más llamativos, el desplome de una planta de una casa abandonada en la avenida Islas Canarias –que provocó el corte de la vía y del servicio del tranvía–, las filtraciones en una casa en la calle Mijo y la caída de piedras en la carretera de San Andrés, cerca de la Dársena Pesquera, que produjeron daños en los bajos de un vehículo. En total, se atendieron 52 desprendimientos y arrastres de materiales en las vías públicas, 43 averías de alumbrado público, 20 incidencias en el cableado eléctrico, 17 problemas del alcantarillado, 23 caídas de árboles y ramas, 7 caídas de cascotes, cierre de carreteras, cinco grandes charcos en vías públicas y achique de agua en 8 viviendas y en un local. En varios puntos, los vecinos también se quedaron sin luz, como en el Barrio de La Salud y Barrio Nuevo. En Barrio Nuevo, los residentes de varias calles permanecieron más de 24 horas sin electricidad. «Ha sido indignante. Cada vez que llamábamos al número de incidencias de la compañía eléctrica nos decían que lo arreglarían en dos horas, y no fue así. Hemos perdido comida de la nevera, que en mi caso recibo de los Servicios Sociales. Y hay gente enferma que necesita la electricidad para sus aparatos», contó el vecino Jacobo Simancas.

En el municipio de La Laguna hubo un reguero de incidencias pero ninguna de gravedad, informó el Consistorio. De forma preventiva se cerró el túnel de Margallo, que pasa bajo la autopista del Norte y comunica El Camino La Villa y San Benito, así como las playas y piscinas y los complejos deportivos de Taco, San Benito y La Cuesta. También por precaución se limpió la desembocadura del barranco Macario, en La Candelaria, donde se había acumulado mucho aporte de material con riesgo para las viviendas de El Muelle. El resto de incidencias más destacadas fueron el desplome de un muro en Las Chumberas y desprendimientos en la carretera de Bajamar a La Punta. La empresa Teidagua realizó una veintena de actuaciones, fundamentalmente colocación de tapas de alcantarillas. En cuanto a las estaciones de bombeo y aliviaderos, funcionaron correctamente.

En el sur de la Isla, el Consistorio de Arico indicó que no se produjeron incidencias reseñables más allá de la caída de pequeñas piedras a las carreteras municipales e insulares. Asimismo, se registraron algunos cortes de luz y la caída de cascotes en viviendas que están en estado precario. Las lluvias tampoco provocaron incidentes de envergadura en Granadilla, donde se localizaron problemas de alcantarillado puntuales, achique de agua en un solar y un pequeño desprendimiento en la carretera de acceso a Cruz de Tea. Y en San Miguel de Abona, su alcalde, Arturo González, reconocióque los daños fueron «leves», como la entradas de agua a algunos inmuebles, alcantarillas desbordadas, escorrentías en algunas calles y fallos puntuales en el alumbrado público.

140 litros en Güímar

El alcalde de Güímar, Gustavo Pérez, destacó que pese a tratarse de uno de los municipios de la Isla con mayor precipitación acumulada –más de 140 litros por metros cuadrados–, no se registraron incidencias graves: «Han sido sólo incidencias leves o moderadas en alguna instalación, como el colegio Alfonso X, donde se registraron filtraciones en una de las plantas, aunque esperamos que con las labores de mantenimiento que se realizan, este martes puedan retomarse las clases». En otro colegio, el Julián Zafra, entró agua al gimnasio. En el litoral, en El Socorro, Agache y El Puertito se produjeron cortes del suministro eléctrico. En El Socorro, donde hay una zona que suele inundarse, se amplió la bocana y el barranco corrió sin incidentes al mar.

Por el norte, entre el sábado y el domingo se produjeron diversas incidencias en Los Realejos como la obstrucción de alcantarillas, la aparición de socavones por efecto de las escorrentías, el arrastre de diverso material que causó problemas puntuales en Los Barros, La Carrera y Los Cuartos; la caída de un muro en la calle Constitución, desprendimientos en la playa del Socorro, y, lo más grave, la caída de una piedra sobre un vehículo en la TF-5, en la zona en la que ya se intervino precisamente para evitar la caída de rocas.