Día de Canarias 2023

Despedida, dación de cuentas y aviso contra el avance de la ultraderecha

El presidente Torres agradece a los canarios el apoyo prestado en los momentos más difíciles de los últimos cuatro años

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

"No hay mayor honor que estar al frente del Gobierno de Canarias, especialmente en unos años extremadamente complejos". Ha sonado a pasado, a repaso a los cuatro años en los que ha sido presidente autonómico la frase incluida este 30 de mayo por Ángel Víctor Torres en el tradicional discurso del acto institucional. Una intervención de despedida en la que no faltaron alusiones a la recuperación experimentada tras la pandemia y a los peligros que encierra el avance de la ultraderecha para la conquistas sociales y la preservación del medio ambiente.

Torres volvió a ganar las elecciones autonómicas el pasado domingo y horas después, ya lunes, convocó a los medios de comunicación para recalcarlo y anunciar que desde este miércoles se remanga para intentar conformar una mayoría parlamentaria que avale su segundo gobierno. Sabe que la negociación (CC-PP) ya está hecha y, además, acelerada por el adelantamiento de las elecciones generales, pero está obligado a escenificar que no sale como derrotado, sino como expulsado por quienes han quedado por detrás de él en las urnas.

Alerta de la entrada en las instituciones de quienes niegan el cambio climático

Por eso su intervención de esta noche en el Auditorio Adán Martín de Santa Cruz de Tenerife ha tenido, en clave de repaso a la propia labor, más carga política de la que suele usarse en estas ocasiones. A la crisis sanitaria, se unieron en el inicio de su mandato "incendios devastadores". Y cuando ya las vacunas metían en vereda al coronavirus, llegó "la erupción de un volcán", ha añadido.

Empezar de nuevo

"Aun así, la capacidad, tan isleña, de empezar de nuevo donde todo desaparece de repente, ha sido la esencia que en estos cuatro años nos ha hecho avanzar como casi nunca antes", ha explicado en una frase que le sirve tanto para ensalzar el carácter canario como para destacar que los indicadores económicos y de empleo se mueven en cifras históricas en el momento de su salida.

En el balance incluyó la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030. La herramienta o guía que, en su opinión, debe seguirse para la conservación del Archipiélago. "Hace tiempo que, por suerte, ya no miramos solo a lo inmediato y planteamos nuestros proyectos para quienes han de venir más adelante, para que encuentren unas islas habitables y con todas las posibilidades de crecimiento económico", ha señalado.

«Hemos vivido situaciones que casi detuvieron el tiempo y a las que la Historia hará el hueco que se merecen»

Ángel Víctor Torres

— Presidente de Canarias

Hacer "frente a ese gran reto que es el cambio climático" y aplicar "la sostenibilidad en todos los ámbitos de la vida" son, en opinión del presidente, dos de los objetivos que cubre ese documento. Sin embargo, el resultado está ahora más amenazado. "Solo espero que el negacionismo del cambio climático no se abra paso", una afirmación que cobra sentido con la entrada en el Parlamento de Canarias de Vox, formación que considera que se dedican excesivos fondos a solucionar un problema que no es tal. «Por el bien de nuestras hijas e hijos, y de todas las generaciones venideras», ha enfatizado el presidente ante la posibilidad de que se den pasos atrás.

Erosión del escudo social

No solo el medio ambiente y no solo lo que pueda venir desde la ultraderecha ha merecido la atención del presidente Torres. La llegada del nuevo gobierno CC-PP –más el mismo Casimiro Curbelo que también lo acompañó a él– le ha llevado a poner sobre aviso de una supuesta erosión del «escudo social»; algo que no debería suceder «por el bien de esta sociedad que hoy es más justa y equilibrada», ha asegurado sobre sus años al frente del Gobierno autonómico.

Ante los «vientos y mareas» que ponen en jaque «el estado de bienestar y la libertad», Ángel Víctor Torres ha recetado «resistencia, firmeza y determinación en los valores democráticos». Sobre todo ante quienes «quieren debilitar el Estado de las Autonomías y el autogobierno», en una nueva referencia a Vox. En este punto, el presidente regional ha recordado que esas cotas de descentralización del poder que llegaron por el esfuerzo de un sinfín de canarios son las que permiten celebrar una jornada festiva anual como el Día de Canarias.

«La capacidad de empezar donde todo desaparece ha sido la esencia que nos ha hecho avanzar como casi nunca antes»

Ángel Víctor Torres

— Presidente de Canarias

«Firmeza ante quienes no creen en la igualdad entre mujeres y hombres. Determinación frente a quienes culpan a las personas más débiles de todos los males. Valor y arrojo contra la intolerancia», ha abundado el presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Se ha mostrado seguro de que sus palabras son compartidas por «la mayoría de los canarios y canarias» e, incluso, que es un sentimiento que comparte «la mayoría del arco parlamentario» que quedará constituido en unas semanas y que regirá el destino político de las Islas «durante los próximos cuatro años».

Las conquistas

Sin dejar pasar la oportunidad y bajando a lo concreto en la enumeración de páginas escritas durante sus cuatro años al frente de las Islas, el presidente ha afirmado que se ha avanzado «en la dependencia, en vivienda y en la protección de las familias más vulnerables; en la educación, en la digitalización, en economía. Canarias remontó como ninguna comunidad» –tras el estallido de la crisis sanitaria– «y hemos alcanzado cifras de empleo históricas».

Torres se marcha, lo sabe, y ha mostrado su «deseo» de que «se mantenga ese rumbo». El «deseo», reiteró en otro momento de su intervención, de que el Archipiélago «siga siendo de los lugares del mundo donde mejor se pueda vivir, trabajar y educar» a las «hijas e hijos» de los canarios.

Solicita a sus sucesores que no den marcha atrás en la construcción de una sociedad más justa

«Hemos vivido situaciones que casi detuvieron el tiempo y a las que los renglones de la Historia, cuando se escriban con perspectiva, harán el hueco que se merecen», ha vuelto sobre los difíciles momentos en los que se ha desarrollado su labor de gobierno: pandemia, erupción, incendios...

Da las gracias

«Gracias a cada una y a cada uno de ustedes por ponérmelo fácil en circunstancias que no estaban trazadas en ninguna de las rutas que pensábamos seguir hace cuatro años», ha señalado casi al final de su discurso el presidente. Y, estableciendo una comparación con el proceso de producción natural de la sal, expuso que al modo en que lo hace esta, también «han de asentarse las utopías» que no han de dejarse de «buscar nunca».

Contra lo que pueda parecer por estar alejados de las grandes extensiones continentales, Torres ha afirmado que el espíritu canario bebe de esa circunstancia cierta para construir un espíritu de amplias miras y capaz de reconocer el esfuerzo ajeno. «No vivimos encerrados. Estas Islas nos enseñan a mirar al cielo y al horizonte, a ser observadores, pero, al mismo tiempo, a ser capaces de adaptarnos a todas las circunstancias, a salir si hay que ir lejos, a valorar el esfuerzo de quienes estuvieron antes, y a concebir la existencia como esos hombres y mujeres que vemos en medio de los charcos, cuidando con paciencia y con esmero ese proceso que logra que la sal se asiente y se solidifique», ha relatado el presidente canario en uno de los pasajes de su discurso más entregados a lo poético.

«Por bien de las generaciones venideras, solo espero que el negacionismo del cambio climático no se abra paso»

Ángel Víctor Torres

— Presidente de Canarias

En esa misma clave ha dividido el tiempo entre la pura «medición cronológica» y la «personal. Un paso de los días que reconocemos en el almanaque y otro tránsito que se detiene o acelera según vamos viviendo», ha expuesto.

Los galardonados

Como también es habitual, dedicó parte de su intervención a resaltar la valía y conquistas de los premiados. Ha comenzado por el Premio Canarias de Comunicación, Pepe Alemán, «periodista y escritor que ha sabido entender y contar Canarias desde las letras, cronista de muchos días que fueron escribiendo, como ahora escribimos, los tiempos venideros».

De la Asociación Española Contra el Cáncer en Canarias, Premio Canarias de Acciones Altruistas, Torres ha destacado el aprendizaje que dejan «aquellas personas que luchan contra la enfermedad» y aquellos que «las apoyan. En ese momento, la vida sí se vuelve importante, como lo debería ser siempre (...). Y esa vida, con toda su grandeza, vale mucho más que cualquiera de esos triunfos y esos fracasos que muchas veces no dejan de ser más que el atrezo en un decorado de cartón piedra».

«Frente a esos vientos que amenazan la libertad: determinación en los valores democráticos, firmeza y resistencia»

Ángel Víctor Torres

— Presidente de Canarias

Por último, la Coordinadora de oenegés para el Desarrollo de Canarias, Premio Internacional, ha llevado al presidente a exponer la necesidad que tienen los poderes públicos de contar con quienes están más cerca de los desfavorecidos, quienes «no han tenido tanta suerte», para lograr «garantizar siempre las condiciones esenciales que sustenten un estado del bienestar. Solo sembrando en lo pequeño se puede conseguir algo realmente grande» ha destacado.

«Sin ustedes nada de esto que hemos logrado habría sido posible», ha afirmado, antes de sumar a esa afirmación a las entidades y personas que recibieron la Medalla de Oro de Canarias: María Teresa Cotonat, Canarias7, Ana Bautista Reyes, la Federación Canaria Doctor Manuel Morales, Luis Herrera Mesa, Hospitales Universitarios San Roque, María Luisa Arozarena, Centro Integrado de Formación Profesional Felo Monzón, Alexis Ravelo (a título póstumo), Rebeca Rodríguez Francés, la Parranda Marinera Los Buches y las afilarmónicas Ni Fú Ni Fá, Los Nietos de Kika y Las Revoltosas.

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Excmo Sr. Presidente de Canarias, Excmo Sr. Presidente del Parlamento de Canarias, Excmas e Ilmas Autoridades, Miembros del Jurado, Estimadas sras y sres:

Debo decir, para empezar, que fue ocurrencia de Pepi Farray y Fernando Fraile que yo agradeciera al Jurado el detalle de decantarse por nosotros como merecedores de estas distinciones. Y ya en el disparadero traté de averiguar quiénes formaron el Jurado que decidió premiarnos. Y no por novelería sino porque desde niño me machacaron con que es de bien nacidos ser agradecidos, lo que me obliga a agradecer al pleno del Ayuntamiento de Las Palmas que me propusiera para el premio.

Pero esta vez callaron hasta quienes en otras ocasiones me hicieron sabrosas confidencias de los trabajos y los días isleños. No soltaron prenda a pesar de que traté de poner en piedras de ocho lo que me contó un amigo de cierto entrenador de fútbol para quien la esencia del juego era "Vista larga, paso corto, mala intención y brincos al portero".

Para empezar, diré que ha sido agradable compartir con Pepi Farray y Fernando Fraile estos honores. Hablaré de ellos para darles una idea de sus desvelos por los demás, los que sufren.

Y comienzo por Pepi Farray, que es licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación y despliega su actividad en el extenso y complejo mundo de las ONGs lo que la llevó a crear en 2008 la Fundación Canaria Farrah para la Cooperación y el Desarrollo Sostenible.

En este momento Pepi dedica parte de su tiempo a proyectos en el Africa Subsahariana. Y por si fuera poco no deja de lado la escritura científica propia de su formación académica; ni la literaria, en la que cuenta ya con una novela finalista del Premio Planeta 2013 titulada "Mamá se muere otra vez" en la que aborda el tema de la libertad femenina.

Pepi Farray recoge el premio en nombre de la sociedad civil que se organiza, actúa y se expresa a través de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de Canarias, que agrupa a 35 entidades de solidaridad internacional de las islas, gente que sabe lo que hay. Piensa que quienes nacimos y vivimos en esta tierra nuestra sabemos de los millones de niños que cada año mueren de hambre y de otros males evitables; y piensa también que el impulso solidario lleva a nuestra gente a apoyar a los pueblos con hambre y sin libertad.

La Asociación Española contra el Cáncer, representada por sus dos presidentes provinciales, Fernando Fraile en Las Palmas y Andrés Orozco, en Tenerife, agradece el premio en nombre de los voluntarios, socios y técnicos que colaboran con ella. Proclama Fernando cuánto le satisface ayudar a los enfermos y sentir su agradecimiento y el de sus familias a una organización que les ayuda cada día a día a luchar contra la enfermedad y sus secuelas sociales. Se trata, en fin, de que los enfermos sientan el aliento de la sociedad a la que pertenecen. Fernando considera que la rama canaria de esta Asociación que dirige ha ganado mucha visibilidad entre nosotros durante los 50 años que lleva en Canarias ayudando a los pacientes oncológicos y a sus familias cuando es necesaria una atención permanente. Sin perder de vista, por supuesto, los progresos de la prevención, de la investigación científica y la atención a los enfermos cuando es necesario porque son los pilares de una actividad que considera ya consolidada.

Y cambio de tercio para contarles de mis sospechas en lo que toca a estos premios pues pienso que responden a la necesidad de acabar con los restos del viejo enfrentamiento de las dos capitales provinciales canarias de la que ninguna sacó provecho. Porque fueron penosas y muy negativas las consecuencias de aquella batalla de Las Palmas de G.C. contra Santa Cruz de Tenerife o viceversa. No se les ocurrió que mejor podrían desahogarse unos y otros en los estadios deportivos, en las canchas o en las piscinas olímpicas, lo que se les ocurra menos tirar piedras al cercado de enfrente porque el otro puede replicar y a ver quién los para luego.

La idea de estos premios, les diré, creo que brotó en el magín del primer presidente de la Autonomía Canaria: Jerónimo Saavedra. Su instauración la atribuyeron los rivales y enemigos que nunca faltan y los reconocidos hablantines de dentro y fuera del PSOE al supuesto gusto saavedriano por el boato y la ostentación. Pero yo, qué quieren, creo que no actuó por capricho ni veleidades elitistas, que de todo dijeron las lenguas de triple filo, que el doble se queda chico.

Quiero decir que tengo claro que Saavedra no actuó por capricho ni por estímulos distintos a la necesidad de crear referencias que fueran rebajando tensiones y antipatías. Sabía bien las cabras que guardaba y lo que él llevaba en el zurrón. El tiempo todo lo cura y el presidente, que lo sabía bien, pasó de cuanto dijeron de él, que no fue poco, con lo que prestó un buen servicio a las islas al frenar la disputa fratricida que no por entretenida, a ratos divertida, dejaba de ser nefasta.

Y cambio de tercio para decirles que el periódico La Provincia, calificado de "canarión feroz" por sus detractores cuando aún era nonnato, no abandonó los preparativos de salida con un grupo de periodistas peninsulares comandado por José Luis Martínez Albertos, primer director del periódico en su segunda época, al que siguió en la dirección el hoy llorado Guillermo García-Alcalde fallecido el pasado 15 de mayo. Un periodista excepcional, con unas facultades fuera de serie, que fue director de La Provincia antes de convertirse en el cerebro que orientó al periódico hasta hacerlo referencia de Canarias.

En lo que a mí se refiere, al salir el nuevo periódico a la calle tenía casi decidido abandonar los estudios de Derecho. Ya tenía una idea vaga de lo que no quería, supe de la salida inminente de "La Provincia" y comencé a corregir pruebas en el "Diario de Las Palmas", vespertino de Prensa Canaria, a la espera de la salida de la Provincia a cuya Redacción acabé por acceder.

Diré, como dato significativo, que su primer número salió el 1 de mayo de 1911 y recuerdo que era el periódico que andaba en casa en mi niñez. Me producía emoción trabajar en el periódico de mis abuelos y mis padres.

Pero volviendo al ya viejo conflicto no oigo hablar en Las Palmas ni para bien ni para mal, y si alguien saca el asunto en una tertulia suelen espetarle "Déjate de decir boberías". El asunto no interesa.

Me dicen por otro lado que en Tenerife ocurre algo parecido, que la destructiva rivalidad ya recoge velas, de lo que me alegro. Y vuelvo a Gran Canaria para añadir que su distanciamiento de la vieja cuestión se puede deber a la influencia de la Universidad de La Laguna. No podemos ignorar los miles de grancanarios que han pasado por sus aulas y eso crea empatía. Sin olvidar en ella al numeroso profesorado que investiga la historia de las islas, su cultura, nuestra flora y fauna, el medio ambiente, etcétera y no conviene que nos pongamos a eso, a decir boberías.

Desde los historiadores clásicos, con Viera y Clavijo a la cabeza, a Rumeu de Armas o Morales Padrón, entre otros de las nuevas generaciones, mucho hemos aprendido. Y no conviene olvidar tampoco a quienes han trabajado en otras disciplinas, como la Antropología, para ir poniendo en valor la cultura de nuestros aborígenes y sus realizaciones.

Debo ahora mencionar porque lo merece a Antonio González Viéitez viejo amigo que ha orientado a muchos periodistas con sus profundos conocimientos de la Economía y su funcionamiento. Tony y mi concuño Faustino García Márquez son de los que te dicen, cuando vamos de caminata, que el lugar al que vamos está cerquita y venga a caminar sin tino.

Es de recordar, por otro lado, la presentación en Las Palmas de Los Sabandeños como muy significativa contribución a que comprendamos el absurdo de un pleito que no lleva a ninguna parte. Fue sobre el escenario del Teatro "Pérez Galdós" allá por finales de los sesenta. El grupo traía en el repertorio lo de "Guanarteme teme-teme teme-teme-tá qué demonios tienes, Guanarteme tú, que no sabe nadie donde coño estás", anotado sea con la advertencia de que el oído debió quedárseme fuera de concurso; de la memoria ni les cuento.

A Elfidio Alonso, al mando del grupo, le entró el chirgo de que el público se revirara con la broma a cuenta de los numerosos intentos fallidos de dar con los restos del último rey indígena de Gran Canaria. Me preguntó cómo creía que reaccionaría el público con la cantada y después supe que también habló con Nanino Díaz Cutillas que le dijo lo mismo que yo: que no pasaría nada.

Era de ver la cara de Elfidio al acabar ante las carcajadas y los aplausos del público al punto de que si mal no recuerdo acabaron los tocadores y cantores tinerfeños aplaudiendo a los espectadores. Estaba exultante el director del grupo porque algo había de sentido común, que, por lo visto, no es el más común de los sentidos.

Y no me queda sino agradecer en nombre de Pepi Farray y Fernando Fraile y en el mío por aquello de no poner al burro delante para que no se espante, todo un compendio de sabiduría isleña. Sin olvidar a las personas y entidades que esta noche reciben una medalla por sus logros en distintos ámbitos, gentes que honran nuestras islas y nos hacen sentir orgullosos de lo que somos, de nuestra identidad, y de esta insularidad abierta al mundo que para mí es lo mejor que tenemos.

Y aquí acabo con la esperanza de que las agarradas interinsulares vayan remitiendo y queden sólo los encuentros deportivos para un desahogo de las tensiones del día a día. O para acomodo de otro tipo de tensiones no destructivas de cualquier entendimiento razonable.

Muchas gracias y buenas noches.

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