Asián y Rodríguez, los consejeros con más peso en las relaciones con Madrid

Clavijo, y Manuel Domínguez si gobierna el PP, se implicarán más en la interlocución política de fondo con el nuevo Ejecutivo estatal

Los consejeros Manuel Domínguez y Candelaria Delgado en un acto del nuevo Gobierno de Canarias.

Los consejeros Manuel Domínguez y Candelaria Delgado en un acto del nuevo Gobierno de Canarias. / Andrés Gutiérrez

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

Constituido ya el nuevo Gobierno de Canarias y con el presidente, Fernando Clavijo, y sus doce consejeros instalados en su despachos, empieza la cuenta atrás para la reanudación de la gestión de la agenda canaria con el Estado, suspendida desde mayo por la convocatoria electoral para el próximo domingo, y prácticamente paralizada previamente a su vez por las elecciones autonómicas del 28-M. El nuevo equipo de gobierno en las Islas ha puesto ya sobre la mesa como una de las prioridades de la nueva etapa los asuntos pendientes en este ámbito, pero obviamente se encuentra a la espera del resultado del 23-J y la posterior conformación del próximo Ejecutivo estatal, que en el mejor de los casos no se producirá hasta bien entrado el mes de septiembre.

Aunque Clavijo y algún otro consejero han tomado ya la iniciativa y han demandado reuniones y peticiones de información al gobierno en funciones de Pedro Sánchez para algunos temas de urgencia, el grueso de los asuntos de la agenda canaria en Madrid no empezarán a moverse hasta después del verano, todo ello dependiendo del escenario político al que den lugar las elecciones del domingo. 

Un cambio de color político en el Ejecutivo central, como vaticinan las encuestas, podría beneficiar las expectativas canarias en este sentido por la mayor sintonía política con el pacto de CC y PP que gobierna en las Islas, pero eso obligaría a esperar todo el proceso de cambios en toda la administración del Estado. Con un hipotético gobierno de Sánchez, sin embargo, los temas estarían ya más avanzados en sus planteamientos iniciales incluso con previsibles cambios en los ministerios más implicados en esa agenda canaria, pero podría jugar en contra del calendario por el mayor distanciamiento de ambos ejecutivos como consecuencia del cambio político en el Archipiélago.

En todo caso, el Gobierno de Canarias ha dejado muy claro desde el principio que la batalla en Madrid por la agenda canaria estará en primera fila de su acción política y tiene ya esbozado un cronograma de sus gestiones a ese respecto. La consejera de Hacienda y Relaciones con la Unión Europea, Matilde Asián (PP) y el consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, Pablo Rodríguez (CC), se perfilan como los dos pesos pesados del nuevo Ejecutivo regional que mayor responsabilidad asumen para la gestión de los asuntos canarios con los gobernantes en Madrid. En ambos casos se trata de departamentos con competencias sobre las que, con frecuencia, surgen tensiones y pleitos con los ministerios homólogos.

Consejerías sensibles

Asián tendrá entre sus retos en este sentido la negociación con el Estado, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), de los ajustes de deuda y déficit a que obligará de nuevo la UE tras el periodo de cuatro años de suspensión de las reglas fiscales por la pandemia sanitaria, así como la de la reforma del sistema de financiación autonómica comprometida por los dos partidos, PSOE y PP, y sus respectivos candidatos, con posibilidades de gobernar en el Estado. 

La popular, que fue responsable del PP en materia fiscal en el Congreso durante el primer gobierno de Mariano Rajoy (2011-2015), tendrá que vigilar además todo lo que desde la legislación estatal pueda afectar al REF, y liderar la reclamación canaria para una reforma del fuero que incluya la incorporación de las operaciones de comercio triangular acogidas a las bonificaciones fiscales de la ZEC (Zona Especial Canaria), entidad de la que ella fue presidenta.

Por su lado, Pablo Rodríguez es, además de uno de los pesos pesados de CC integrado en el Consejo de Gobierno, uno de los pocos consejeros que repite de la anterior etapa de Clavijo como presidente. Ocupa la misma consejería que entonces y abarca un abanico de competencias que le obligará a una constante interlocución con el Gobierno central. La correcta ejecución presupuestaria del convenio de carreteras por parte del Estado, de la que él ha sido muy crítico durante la anterior etapa, será una de sus prioridades, así como todo lo relacionado con la inversión estatal de las infraestructuras en puertos y aeropuertos, y la gestión de estas entidades buscando una mayor presencia canaria en la segunda de ellas. 

La vigilancia de los precios de los billetes aéreos, el blindaje del 75 % de las subvenciones a residentes en el transporte aéreo, mejorar la conectividad de las Islas, y resolver el inicio proceso para la declaración de una ruta OSP entre Canarias y la Península serán otras de las cuestiones que Rodríguez tendrá que abordar con el Ministerio de Transportes, además de la actualización de las subvenciones al transporte del mercancías para cubrir el coste tipo de las operaciones, o la privatización de algunas torres de control en varios aeropuertos canarios. La aplicación en las Islas de la nueva ley de Vivienda, o su posible reforma si hay nuevo gobierno estatal, será otro asunto de calado para el consejero nacionalista.

Coordinación política

El consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, Narvay Quintero (AHI) tiene que afrontar por su lado cuestiones como la entrada en vigor de la sentencia europea que niega a los pesqueros, alrededor de una decena canarios, faenar en aguas saharauis, además de las ayudas al sector primario y la PAC. El pleito sobre el traspaso de las competencias de costas y la gestión del litoral será el principal tema de entrada en agenda de Manuel Miranda (CC) en la consejería de Política Territorial, mientras que consejeros como el Ejecutivo tendrá que definir al encargado para las relaciones con el Estado en el seguimiento de las negociación con Marruecos para la delimitación de los espacios marítimos. Si se mantiene el criterio del anterior gobierno, dicha tarea recaería en la consejera de Presidencia, Justicia y Seguridad, Nieves Lady Barreto.

Más allá de la tarea que se repartirán los consejeros en las relaciones directas con los ministerios correspondientes, el propio Clavijo será el principal responsable de la coordinación política directas con el Gobierno central, bien con los ministros o con el presidente cuando sea posible, y que compartirá más o menos oficiosamente con el vicepresidente y consejero de Economía, el popular Manuel Domínguez, si finalmente fuera su compañero de partido Alberto Núñez Feijóo el próximo inquilino de La Moncloa. 

En todo caso, Clavijo ya ha tomado la iniciativa para reclamar al ahora Ejecutivo en funciones información sobre dos asuntos de urgencia: por un lado ha remitido sendas cartas a los ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y de Migraciones, José Luis Escrivá, sobre la situación en Senegal y el riesgo inminente de una oleada de cayucos hacia Canarias y las previsiones que al respecto contemplan ambos departamentos, y otra carta a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para resolver la retención de las subvenciones a todas aquellas empresas que no cumplan con el pago a sus proveedores en 30 días, tal como señala la ley General de Subvenciones, algo que afecta especialmente a los exportadores hortofrutícolas.

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