Salvamento se queda sin dos guardamares en pleno repunte de pateras y cayucos

Los equipos de Salvamento Marítimo en Canarias se quedarán sin dos de sus tres guardamares en pleno repunte migratorio. A pesar de que las previsiones señalan que en los próximos meses se podría intensificar el flujo de llegadas de pateras y cayucos a las Islas, está previsto que la guardamar Polimnia regrese a su base en la costa peninsular en unos días y que la guardamar Calíope entre en dique seco, para realizarle labores de mantenimiento a finales de septiembre. La Confederación General del Trabajo (CGT), el sindicato mayoritario en Salvamento Marítimo, denuncia que las tripulaciones de las embarcaciones de rescate en el Archipiélago están «desbordadas» por la incesante actividad de las últimas semanas y que, en lugar de enviar refuerzos para aliviarles de trabajo, van a restar recursos. Solo en el fin de semana tuvieron que socorrer a 1.054 personas –366 el sábado y 688 el domingo– que arribaron a El Hierro, TenerifeGran CanariaLanzarote y Fuerteventura a bordo de 16 embarcaciones. 

El inicio de la temporada del mar en calma y la ausencia de los vientos alisios hacen que las condiciones meteorológicas sean óptimas para que las barquillas zarpen desde la costa africana con el objetivo de arribar a Europa a través de Canarias. Estas embarcaciones precarias necesitan ayuda en altamar y los equipos de rescate trabajan las 24 horas del día para dar respuesta a la emergencia humanitaria. Ismael Furió, secretario general del sector Mar y Puertos de CGT y presidente del Comité de Flota de Salvamento Marítimo, señala que las dos patrulleras de refuerzo destacadas en Canarias finalizarán su labor en las próximas semanas, a pesar de que han alertado por escrito al departamento de operaciones de que esa medida «es una barbaridad», pues lo que realmente hace falta en las Islas es traer más apoyos. La respuesta que obtuvieron por parte de la dirección de la entidad fue que para tomar la decisión se habían basado en los datos de los meses anteriores y que no podían «vivir de previsiones», según relata Furió. Sin embargo, solo en agosto llegaron de forma irregular a las Islas 2.951 personas migrantes, una cifra poco habitual en esta época del año y que casi triplica a la registrada en el mismo mes del año anterior.

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Ante el evidente repunte migratorio que vive el Archipiélago, que en los primeros doce días de septiembre ya ha recibido a 2.337 personas a bordo de 33 barquillas, las tripulaciones siguen preparando su marcha, pues no ha habido ningún cambio en la organización de los recursos de la entidad de rescate, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En las Islas actualmente hay tres guardamares, aunque solo está adscrita a la zona SAR de Canarias la Talía, que se encuentra en el puerto de Arrecife, junto a la Polimnia, mientras que la Calíope está destacada en Fuerteventura. Estas patrulleras de 35 metros de eslora son embarcaciones muy estables que están especializadas en labores de búsqueda y rescate de personas en el mar y pueden acudir a emergencias que se produzcan a grandes distancias de la costa.

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Los recursos materiales de Salvamento Marítimo en el Archipiélago lo completan diez salvamares –una en cada isla no capitalina, dos en Gran Canaria y tres en Tenerife–, que son más rápidas, pero solo tienen 25 metros de eslora, pueden cubrir distancias más cortas y su tripulación es de solo cuatro personas, frente a las ocho que van en las guardamares. Además de los medios marítimos, Salvamento cuenta en las Islas con dos helicópteros y un avión. En total, más de 130 profesionales trabajan en las aguas canarias para velar por la seguridad marítima de la zona.

Acompañar a los cayucos

La decisión de retirar recursos de rescate marítimo de las costas isleñas choca con la petición que el Gobierno de Canariasha trasladado a todos los ministerios implicados en la gestión de los flujos migratorios de incrementar los medios y reforzar la coordinación, para que el Archipiélago no tenga que enfrentarse solo a la intensificación de la afluencia de migrantes, especialmente agravada por la situación de inestabilidad política y social que vive Senegal desde el mes de junio. Esta crisis ha detonado el uso de cayucos para migrar, pues estas barquillas son las que se emplean en el sector de la pesca tradicional tanto en Senegal como en Gambia. Son embarcaciones más robustas que las pateras y permiten trasladar a un mayor número de personas, superando en muchas ocasiones el centenar de ocupantes. Por esto, desde CGT advierten de que pueden encontrarse con dificultades a la hora de socorrer a los cayucos que localizan con una gran sobrecarga de peso, por lo que insisten en que la Polimnia se quede en Canarias o que la sustituyan por un arrastrero que permita acompañar a los cayucos hasta el puerto cuando son localizados a muchas millas de la costa.

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