El ministerio de Torres ‘blinda’ su liderazgo en el socialismo canario

El político grancanario mantiene el control del partido y del grupo parlamentario y se descartan cambios 

Ángel Víctor Torres (i) y Pedro Sánchez.

Ángel Víctor Torres (i) y Pedro Sánchez. / Carsten W. Lauritsen

Salvador Lachica

Salvador Lachica

El nombramiento de Ángel Víctor Torres como ministro de Política Territorial y Memoria Democrática garantiza su paz orgánica interna como líder de los socialistas canarios. Ha sido nombrado directamente por Pedro Sánchez, reforzado presidente del Gobierno y consolidado máximo dirigente del PSOE, por lo que ni aquellos que pensaban mover la silla al líder grancanario tras quedar apeado del Ejecutivo regional se van a atrever a toser a uno de los hombres de Sánchez porque, en el fondo, sería enfrentarse directamente a quien dirige los hilos de la cúpula de Ferraz.

Por si había dudas, las palabras de Sebastián Franquis, secretario general del PSOE grancanario y portavoz del grupo parlamentario en la Cámara regional, las han despejado: «más allá de posibles intereses externos, internamente en el partido no se plantea, ni se va a plantear, su sustitución en la Secretaría General».

Por lo tanto, en la próxima reunión del máximo órgano de dirección entre congresos todo seguirá igual y la Ejecutiva socialista únicamente abordará las modificaciones mínimas necesarias relativas al grupo parlamentario, en el que Torres mantiene a su núcleo duro con el propio Franquis como vigía de las esencias del mismo.

Rafael Nogales es el nuevo diputado y Nira Fierro accederá a la Presidencia del grupo parlamentario

Así, la orfandad en la Presidencia del Grupo recaerá, casi con total seguridad, en Nira Fierro, secretaria de Organización y portavoz adjunta; Rosa Bella Cabrera sustituirá a aquella como viceportavoz y el hueco de Torres como diputado lo llenará el siguiente en la lista regional, Rafael Nogales, miembro de la Ejecutiva regional y del Consejo de Administración del Parque Tecnológico de Fuerteventura.

Los años convulsos

Lejos quedan, por tanto, los convulsos momentos que vivieron los socialistas canarios en 2016, cuando José Miguel Pérez presentó su dimisión dando paso a que la dirección del partido en el Archipiélago quedara en manos de una gestora; o la de 2010, cuando el PSOE decidió sustituir el liderazgo de Juan Fernando López Aguilar, que había sido elegido eurodiputado tras fracasar en su intento de presidir el Gobierno regional pese a haber conseguido ganar las elecciones de 2007 con 27 diputados de los entonces 60 escaños que existían en el Parlamento canario.

En el PSOE afirman que son tiempos más tranquilos que con José Miguel Pérez o López Aguilar

Precisamente, López Aguilar anunció apenas 24 horas después de que Pérez, su sucesor, dimitiese como máximo dirigente de los socialistas canarios, con volver a liderar al PSOE canario, un puesto que finalmente ganó Torres tanto a él como a Patricia Hernández, entonces vicepresidenta del Gobierno regional, en las primarias celebradas en julio de 2017.

Ya entonces, Torres era el único aliado de la Ferraz sanchista, pues Hernández era considerada susanista y López Aguilar un no adscrito aunque en su momento fue uno de los apoyos con los que contó la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.

El último período de José Miguel Pérez al frente de los socialistas canarios y los continuos enfrentamientos entre su núcleo duro y Patricia Hernández (no hay que olvidar que ganó la candidatura a la Presidencia en 2015 frente a la candidatura oficial de Carolina Darias y de Gustavo Matos) llevaron al PSOE a uno de sus peores momentos desde que se reinstauró la democracia y se creó la Comunidad Autónoma.

Sin embargo, las heridas más profundas y las que están en las mentes de los dirigentes más veteranos son las referidas al período en el que López Aguilar sustituyó por imposición del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero a Juan Carlos Alemán como secretario general y candidato a la Presidencia del Ejecutivo regional.

En septiembre de 2006, Alemán optó por renunciar a encabezar las listas del PSOE canario como candidato a presidir el Gobierno de Canarias para evitar enfrentamientos cainitas con el entonces inquilino de la Moncloa , que quería para ese rol al ministro que había impulsado las leyes más aperturistas del zapaterismo, como lo fueron las de violencia de género o el matrimonio igualitario, y que en todas las encuestas daba como el miembro del gabinete más valorado.

En octubre de 2007, López Aguilar, que había ganado las elecciones del mes de junio, pero no consiguió formar gobierno por un pacto entre CC y PP, como sucede en la actualidad, relevaba en un Congreso Extraordinario que se celebró en el Auditorio Alfredo Kraus a quien había estado diez años al frente de los socialistas canarios.

Fueron tres años de tensión continua entre un López Aguilar al que la política canaria en la oposición se le quedaba pequeña y la llamada vieja guardia saavedrina que quería recomponer el partido y abrir puentes de entendimiento con los nacionalistas.

En el PSOE, ahora, afirman que las aguas corren tranquilas.

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