El Carnaval del Gran Baile de Máscaras cobró ayer todo su sentido con el concurso de comparsas adultas y sus demostraciones de cómo un grupo de aficionados puede hacer del baile casi un arte. Con más o menos maña, ocho comparsas salieron ayer al escenario de Santa Catalina a darle caña a las caderas y a pasarlo bien. Al final, la comparsa Baracoa se alzó con el primer premio de interpretación del concurso de comparsas, mientras que Aragüimé y Cubatao recibieron el segundo y tercer premio. En cuanto al vestuario, Aragüimé, Baracoa y Cubatao resultaron premiadas con el primer, segundo y tercer premio, respectivamente.

Antes que nada, el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria olvidó ayer el insularismo tan espoleado en estas fechas y las comparsas canarionas dedicaron todas sus actuaciones a la candidata a reina del carnaval chicharrero, Saida Prieto, que está ingresada en Sevilla tras sufrir graves quemaduras justo antes del concurso del pasado miércoles. El público, los 3.000 que anoche ocuparon las gradas del parque sin llenarlas, se puso en pie y aplaudió tan solidario gesto.

Inmediatamente después la presentadora, la televisiva Diana Ruiz, dio paso a la primera murga concursante, Los Lianceiros. Los de Jinámar apostaron por un inicio potente con un drag queen bastante oscuro con sus bailarinas dándolo todo con música disco. El resto de bailarines salieron luego para poner en escena su espectáculo llamado Un adiós no es un hasta siempre. Las bailarinas, algunas de ellas muy jóvenes, demostraron mucha voluntad pero poca sincronización y ritmo en sus coreografías, lo que denotó que a Los Lianceiros le faltaron un par de ensayos más y un poco más de empuje antes de saltar a escena. Los comparseros se despidieron igual de potentes que salieron pero esta vez con la incorporación en directo de una batucada.

Unos tambores africanos tipo djembé dieron la bienvenida a la segunda comparsa, Son de Ayatima. El cuerpo de baile salió a escena con una fantasía africana de plumas exóticas y corpiños anaranjados para representar el espectáculo llamado África te llama. Los tambores dieron paso a sonidos más salseros y los de Marzagán también cambiaron su fantasía por otra más moderna. Los chicos y chicas de Son de Ayatima pusieron muchas ganas en su espectáculo aunque también quedaron al descubierto algunas pequeñas carencias en ritmo y sincronización entre los bailarines que bailaban en grupos muy pequeños.

Desde Vegueta llegaron los integrantes de Bahía Tropical, comparsa debutante que demostró originalidad, saber estar y horas de ensayo. El espectáculo Desde Venecia con alegría llega la comparsa Bahía, comenzó con una elegante introducción en la que unos bailarines representaban un minué ante una góndola a los sones del Oh sole mío. La salsa llegó luego y el cuerpo de baile tomó el escenario llenándolo casi entero con sus 20 integrantes. Los debutantes demostraron estar muy bien acompasados pese al ritmo un poco pausado pero con sincronía de las más de 20 chicas y un solo bailarín. Se les vio con ganas y lucieron un vestuario sencillo pero bastante cuidado. Comienzo prometedor para los nuevos.

Se calentó el concurso con la participación de una de las favoritas, Baracoa. Con máscaras venecianas y trajes del siglo XVIII, un recurso que se repetiría en varias comparsa más anoche, los del Lomo Apolinario introdujeron el espectáculo Hoy es Carnaval con música de la película Amelie y unas marionetas que cobraron vida a ritmo de sones más disco y que no eran otros que los bailarines del grupo. Los hombres del cuerpo de baile se marcaron un número ellos solos con varias piruetas sobre el escenario que hicieron gritar al público. Luego volvieron las chicas con un llamativo vestuario rojo, demostrando mucha agilidad y fuerza en su coreografia. Con música popera que luego evolucionó a otra más salsera, los bailarines realizaron nuevas piruetas y se despidieron del público con el primer gran aplauso de la noche.

Con aires de cabaret llegaron al escenario los 37 integrantes de Cubatao, la comparsa de Jinámar que puso en escena el espectáculo En el nombre del mambo, la rumba y el chachachá. A Cubatao hay que apuntarle cada año el mérito de ser la única comparsa que actúa con músicos en directo, como se hacía antiguamente. Con una fantasía inicial en negro y rosa, sus bailarines despegaron sobre el escenario un gran dominio de la puesta en escena, ritmo esmerado y una buena coordinación, algo hab itual en una de las comparsas que siempre lucha por los primeros puestos.

El parque se volvió una locura a continuación con la salida a escena de los siempre favoritos, Aragüimé. Los de Agüimes montaron su propia mini obertura, como si de una gala oficial fuera, en el espectáculo llamado Va por ustedes. Una voz en off relataba la historia de las máscaras mientras una de ellas gigante ocupaba el escenario y dos bailarines del XVIII danzan con una música clásica. Estos acaban por abrir la máscara de la que salen un grupo de bailarines enmascarados también y que representan una escena como si de un número de danza clásica se tratara. Tras esta obertura tan elegante la salsa ocupó su lugar con un cuerpo de baile en tonos anaranjados y penachos multicolores. Durante 15 minutos los lagarteros demostraron su experiencia y dominio del ritmo, la armonía y la fuerza con bailes muy bien sincronizados despidiéndose de la escena con una versión salsera del Hey Jude de Los Beatles y un enorme aplauso del público. La única pega para Aragüimés es el de un a minoría de su afición, chillona y estridente, que no dejó escuchar la música con condiciones siquiera al jurado.

Con una nueva fantasía veneciana, miriñaque y máscara incluidas, los componentes de Brisa del Volcán salieron a escena para representar el espectáculo Diez años de Carnaval. Los de San José recrearon una introducción con la música de la escena del baile de carnaval del musical El Fantasma de la ópera, para luego desplegar todo su poderío de plumas y lentejuelas en tonos celeste y rosa al ritmo más salsero. Los 33 componentes de Brisa del Volcán se movieron por diferentes ritmos desde los más salseros a otros más disco.

Cerró el concurso la comparsa Nuevo Estilo, el grupo decano del Carnaval con 34 años a sus espaldas. Los de la Vega de San José se metieron en la piel de bailarines salseros, discotequeros y de samba a medida que iba evolucionando su espectáculo llamado One, two, chachachá, sorprendiendo al público incluso con una danza tipo Bollywood. Con una fantasía de colores fucsia y rosa con aires cabareteros, las bailarines y el único bailarín masculino del grupo salieron de escena con música salsera y chachachá.

Al cierre de esta edición aún quedaban varios cientos de personas en el Parque esperando el veredicto del jurado.