El Herbalife Gran Canaria disputa hoy la que es la cuarta final en la historia de club claretiano. Además, todas en poco más de tres años. En la tres que ha jugado hasta ahora, una se produjo en 2015 y el resto, en 2016. La primera fue en una competición europea y las siguientes en torneos nacionales. Sin duda, un dato alentador para una entidad cuyo potencial y prestigio ha subido como la espuma progresivamente, ganándose merecidamente un hueco entre los grandes del baloncesto español. El balance, un triunfo, en la Supercopa de Vitoria, y dos derrotas, en la Copa del Rey de La Coruña y en la Eurocup.

Con Aíto García Reneses en el banquillo, a la escuadra grancanaria se le presentaba la opción de hacer historia en la segunda competición europea. En la edición 2014-15, los amarillos acababan como subcampeones de manera brillante. Lo hacían después de perder frente al potente Khimki ruso los dos partidos, el celebrado en la Isla (66-91) y el disputado en tierras rusas (83-64).

A la siguiente campaña, también con Aíto como máximo responsable técnico, segunda aparición estelar de Gran Canaria. Esta vez dejaba su sello en la Copa del Rey que tuvo como sede la ciudad gallega de La Coruña. Allí, caía por un ajusta 81-85 contra su rival de anoche, el Real Madrid.

La buena racha de los amarillos continuaba meses después con la llegada de la Supercopa. En Vitoria, después de vencer al Barcelona en las semifinales y al anfitrión Baskonia en el partido definitivo, la entidad contra pronóstico conseguía el primer título para sus vitrinas.

Hoy, a partir de las 18.30 horas, tiene ante sí la oportunidad de sumar otro nuevo entorchado al palmarés. Para ello debe vencer al Valencia Basket en el Gran Canaria Arena. Tendrá enfrente a un rival que en el presente año 2017 lleva una trayectoria intratable, después de conseguir su primer entorchado de la Liga Endesa y lograr el subcampeonato en la Copa del Rey y en la EuroCup.