Ni Antonio Morales, presidente del Cabildo, ni Ángel Víctor Torres, vicepresidente de la corporación insular, tienen legitimidad para negociar la venta del Granca al fondo de inversión estadounidense HMK Holdings LP en nombre del propietario del propio club. Ninguno de los dos aparece entre los patronos de la Fundación Canaria del Deporte, entidad titular del cien por cien de las acciones de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) y órgano competente para iniciar un proceso de subasta pública del equipo. En el documento que figura en el registro de fundaciones públicas y que fue inscrito el 21 de noviembre de 2011 aún aparece como presidente del ente Lucas Bravo de Laguna.

Desde entonces, casi ocho años después -entre finales de 2011 y mayo de 2019- de su último registro, la Fundación Canaria del Deporte no ha comunicado ni el cambio de patronos ni ha elevado las actas de sus reuniones -citas en las que, por ejemplo, ha aprobado cuentas o nombramientos de presidentes del Granca- al protectorado de fundaciones canarias. Esa dejación de funciones es contraria al artículo 19 de la Ley de Fundaciones, punto en el que se explica que "los patronos comenzarán a ejercer sus funciones después de haber aceptado expresamente el cargo, aceptación que deberá hacerse constar en documento público, en documento privado con firma legitimada por notario o mediante comparecencia en el Registro de Fundaciones de Canarias (...) En todo caso, la aceptación de los patronos deberá constar en el Registro de Fundaciones de Canarias. Por lo expuesto, es el patronato que figura inscrito el único legitimado para adoptar cualquier tipo de acuerdo".

La misma ley, conforme al artículo 13.1, establece que "cualquier venta de acciones" de la Sociedad Anónima Deportiva CB Gran Canaria deberá ser adoptada por el patronato de la fundación (?) y "comunicarlo con al menos treinta días de antelación al protectorado de fundaciones canarias".

Además, el artículo 20.2 de la Ley de Fundaciones Canarias subraya que "en ningún caso podrán ser objeto de delegación la aprobación de cuentas y del presupuesto ni aquellas facultades que requieren autorización del protectorado de fundaciones canarias y aquellos cuya delegación estuviera expresamente prohibida por el fundador". En el siguiente punto, 20.3 de la norma, también se recalca que "las delegaciones y apoderamientos generales, salvo que sean para pleitos, así como su revocación, deberán ser inscritos en el registro de fundaciones de Canarias".

Con la ley en la mano, el patronato actual de la Fundación Canaria del Deporte -y por lo tanto el único capaz de adoptar la venta de acciones del Granca-, además de estar presidido por Lucas Bravo de Laguna -que entre 2011 y 2015 fue consejero de Deportes del Cabildo-, está compuesto por Rosa Rodríguez -vicepresidenta-, Carlos Trujillo -secretario- y -como vocales- José Miguel Álamo, Francisco Santana, María del Carmen Muñoz, Fernando Bañolas, Carolina Darias y Carmelo Ramírez.

La estructura del actual patronato de la Fundación Canaria del Deporte, según consta en el protectorado de fundaciones canarias, entra en contradicción con la información expuesta en la web del propio Cabildo: ahí, en el sitio oficial de internet que la corporación insular reserva para el ente, quien aparece como presidente es Antonio Morales -con Carmelo Ramírez, Carlos Ruiz, Ylenia Pulido y Miguel Montero como consejeros-.

Tampoco encaja la información depositada en el registro de fundaciones canarias con el rol que asumió Ángel Víctor Torres en la carta que el 12 de marzo envió a Jameo Group -representante de HMK Holdings LP en Canarias-: firmó la misiva como presidente de la Fundación Canaria del Deporte, no como vicepresidente del Cabildo ni como consejero de Deportes de la administración pública.

En esa carta, tanto Morales como Torres asumieron poderes legales respecto al Granca que no le corresponden. En el mensaje, ambos trasladaron al delegado del fondo de inversión estadounidense "el compromiso del Cabildo de Gran Canaria de acometer, dentro del marco y plazos previstos en la legislación vigente aplicable, un procedimiento de venta pública de acciones que componen el capital social del Club Baloncesto Gran Canaria Claret SAD, que en estos momentos pertenecen a la Fundación Canaria del Deporte, ente dependiente de la citada corporación insular".

"La finalidad", proseguía la carta, "de dicho procedimiento será la de dar entrada a capital privado en el capital social del CB Gran Canaria permitiendo así la participación de aquellas empresas que apuesten por el crecimiento del club grancanario mediante la realización de inversiones destinadas a dicho fin".

Zona de sombras

Esa demostración de intenciones, por parte del grupo de gobierno del Cabildo, marcó el punto de partida de una operación que se ha desarrollado en una zona de sombras. Casi dos meses después de que Morales y Torres admitieran su interés por vender el club, el 3 de mayo, Enrique Moreno, como presidente del Granca, citó al consejo de administración de la entidad claretiana para -según consta en la convocatoria- analizar una propuesta de contrato de patrocinio: una oferta de esponsorización, por valor de un millón de euros, para lo que resta de temporada.

Los consejeros presentes en la reunión votaron, a mano alzada y por unanimidad, aceptar el acuerdo. Lo que desconocían es que el convenio entre las dos partes -según consta en la fecha del documento- ya había sido firmado cuatro días antes (29 de abril) por los representantes del CB Gran Canaria y HMK Holdings LP -en el contrato figuran las firmas de Moreno, Óliver Armas -asesor de Torres y vicepresidente de la SAD- y José Lucas Cruz Barrera -representante de HMK Holdings LP-.

En el convenio, del millón aportado por el fondo de inversión estadounidense, 500.000 euros se pagarían por patrocinar al Granca durante los últimos cuatro partidos oficiales de la presente temporada y los otros 500.000 quedarían en depósito con una condición antes de poder ser ejecutados por la entidad deportiva: que HMK Holdings LP se hiciera, en el plazo de seis meses, con el 51% de las acciones del club claretiano.

El 8 de mayo, cinco días después de la celebración del consejo de administración del Granca, Moreno y Cruz Barrera sellaron públicamente, con un abrazo, el acuerdo. En la comparecencia ante los medios, el presidente del club recordó que "siempre ha existido la idea de privatización del club para tener una gestión más eficiente de los servicios y para generar más recursos económicos, que posibiliten que nuestra entidad crezca aún más", mientras que el representante del fondo de inversión admitió que " el interés de esta empresa es "poseer la mayoría del accionariado" y "gobernar" el CB Gran Canaria.