El deseo navideño de ‘Olegario’ de Gran Canaria

Balcerowski, en su noveno año desde que aterrizó en el club con 13 años, presume orgulloso de su «familia» de La Vega de San José

Olek Balcerowski posa en la entrada del restaurante Ribera del Río Miño antes del almuerzo navideño del club

Olek Balcerowski posa en la entrada del restaurante Ribera del Río Miño antes del almuerzo navideño del club / Miguel Henríquez

David Rodríguez

David Rodríguez

No hace falta que un pasaporte o un DNI señale el lugar del que una persona siente pertenencia. El amor por un terruño traspasa la tinta sobre un papel y en esa vinculación sentimental se siente «en casa» Olek Balcerowski cuando respira el salitre de Gran Canaria. Su hoja de nacimiento marca la ciudad polaca de Świdnica, pero su corazón late a ritmo insular.

En un alarde de devoción claretiana y en concreto por el núcleo formativo que representa La Vega de San José para el baloncesto insular, Olek publicó una fotografía en su perfil de Instagram junto a los fisios Gabriel Torres y Lionel Montelongo; el actual utillero de la primera plantilla y responsable de la residencia hasta el año pasado, Suliman Boughrrouss; sus hermanos en la cancha Jovan Kljajic, Khalifa Diop, David Mutaf y Rubén López de la Torre; y la persona clave para que el polaco diga «chacho, mi niño», casi mejor que alguien de la Isleta: el director de categorías de formación del club, Juanmi Morales.

Familia

En la foto, un mensaje clarividente: «Nunca diría que podría tener una segunda familia aparte de mis padres, hermana, abuelos, etcétera … pero todo cambio hace ya casi diez años cuando llegué a Gran Canaria, esa gente que se ve en la foto ya no es ni mi segunda familia es mi familia, la que cuidó de mi cuando era pequeño en un lugar desconocido sin padres ni amigos, ellos estaban allí para todo lo que necesitaba en los momentos buenos y sobre todo en los malos, y como se puede ver allí estamos después de esos diez años juntos apoyándonos y cuidándonos el uno al otro, ahora mismo no me imagino la vida sin ellos».

Casi una década de formación

Este mensaje no hubiera sido posible si en septiembre de 2014, un imberbe Olek Balcerowski no se hubiera decantado por el proyecto de crecimiento que le presentó Morales ligado a la camiseta amarilla y dejara de lado la oferta que le plantó sobre la mesa el CB Sevilla –ahora Real Betis– para firmar un contrato de diez años.

El joven polaco y su familia, una vez conocieron de primera mano las condiciones de la Isla y de la residencia de La Vega, apostaron por el Granca. El ojo de Juanmi sabía que el chico no iba a dar un resultado inmediato, pero a base de trabajo, tal y como ocurrió años atrás con Edy Tavares en el club, también iba a dar sus frutos.

«Era un chico que tenia mucho margen de mejora en todos los aspectos pero especialmente en el físico. La duda era cuánto crecería y si le daría para ser un jugador interior ya que, aunque tenía buenos fundamentos y era talentoso, no lo acabábamos de ver como un exterior. Ya en el primer año creció varios centímetros y pronto se puso 213-214 cm. Quedaba mucho trabajo por delante pero está claro que eso ayudaba bastante. El quería ser jugador profesional a toda costa y, obviamente, nosotros queríamos que lo fuera y ahí entran en lisa todos los técnicos que le han ayudado y apoyado durante en proceso», incide Morales sobre la semilla que estaban comenzando a regar en 2014.

Valores

Ahora, ocho años después, con Balcerowski más que asentado en la primera plantilla, no solo los entrenadores que le han dado la oportunidad de poner en práctica sus cualidades son los responsables del éxito de Olek, sino que la mano de Gabi Alonso, Cristo Guerra, Enrique Sánchez y hasta el cocinero Adrián Báez son los responsables de que aquel niño sea hoy un hombre «formado y con unos excelentes valores como persona».

Y es que esa huella es imborrable en el progreso del polaco. Él lo transmitió en las redes sociales y cuestionado directamente por lo que significa Gran Canaria para él, lo tiene claro: «Es el sitio en el que me siento como en casa, donde quiero vivir, donde me han dado esta oportunidad y donde quiero devolver todo el cariño».

Estrella

Producto estrella de la cantera insular, junto a su inseparable Khalifa Diop en la primera plantilla, y con amigos forjados desde la pubertad como Luis Melián –con el que suele pasar el fin de año–, Olek presume de sus valedores. «Somos uno de los clubes que más canteranos sacamos y para mí es un orgullo que podamos salir gente como nosotros porque la gente nos quiere mucho por todos lados», resalta el pívot.

Khalifa Diop y Olek Balcerowski: canteranos con flow

ACB

Tantas vivencias a lo largo de estos casi nueve años junto a sus compañeros de cantera y en la residencia veguera, de las que Olek se queda con la vez en la que saltó la alarma de incendio «porque se quemó una pizza». Un idilio gastronómico del que Morales coge el testigo y añade: «Aunque parezca un buenazo siempre sabíamos que la liaba con las pizzas, escuchábamos la moto del repartidor y ya sabíamos que era Olek, así que no me extraña que se le quemara alguna en el horno», comenta entre carcajadas.

Demasiadas experiencias positivas y a las que Balcerowski quiere añadir una aprovechando que esta noche llega Papa Noel: «Ojalá nos traiga como regalo poder jugar la próxima Copa». Dicho.

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