CB Gran Canaria

El Granca encalla en el Ebro ante el Casademont (76-73)

Los amarillos caen en el entramado defensivo del Zaragoza de Porfi Fisac, que le gana la partida a sus ex en un final en el que se invierten las tornas en el último minuto

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Real Madrid, Barcelona y Valencia, perdedores en su visita al histórico Pabellón Príncipe Felipe, eran avisos luminosos que habían recibido por parte de su técnico, Jaka Lakovic, los jugadores del Granca en la previa de un choque trampa ante el Casademont Zaragoza, que se jugaba ante los claretianos más de media permanencia en la Liga Endesa. Ni siquiera el ir por detrás en el marcador durante gran parte del choque mermó el ánimo del equipo dirigido por Porfi Fisac ante sus ex. Mantuvo en todo momento la fe, creció desde la defensa y obligó a los amarillos a arriesgar en sus tiros, sobre todo en los momentos decisivos. Esto le permitió llegar al último minuto con el duelo en un pañuelo. Y ahí, el cuadro maño dio el golpe de gracia y se adjudicaba su décima victoria del curso (76-73). El Gran Canaria encallaba en el Ebro y pagaba su peaje habitual fuera de casa, donde no gana desde el 22 de enero, cuando derrotó en Badalona al Joventut. Shurna, con 15 puntos, se erigió en el máximo artillero de los isleños, bien secundado por Balcerowski (14) y AJ Slaughter (13).

La falta de acierto de los aragoneses desde fuera del perímetro y desde la línea de castigo durante casi todo el choque, la compensaron estos con su trabajo en defensa para mantenerse vivos. Pero paradojas de la vida, un triple de Sant-Roos y dos tiros libres convertidos por Santi Yusta en el último minuto les terminarían dando la victoria ante un Granca en el que Michael Carrera permaneció inédito durante todo el choque y Vítor Benite se quedó en la Isla recuperándose de sus molestias, con la mente puesta en el cruce de octavos de la Eurocup que les espera el miércoles ante el Bursaspor turco. Por contra, el cuadro claretiano que había vivido de los triples ante la dificultad de pisar la pintura zaragozana en la segunda parte, no acertó con el tiro de gracia en un triple liberado de Andrew Albicy que fue escupido por el aro maño en el peor momento para los visitantes, que sucumbían en el Príncipe Felipe.

El cansancio acumulado por los claretianos podría explicar en parte el apagón de ideas en el último asalto ante un Zaragoza con el colmillo afilado, que supo jugar mejor sus cartas en un final para el olvido de los insulares. Estos se dejaron comer la tostada en el peor momento posible frente a un equipo que en su casa se ha ganado el apelativo de matagigantes.

Un triple liberado de Sant-Roos, tras los dos primeros minutos sin anotar por parte de los dos contendientes, servía para inaugurar el marcador. Andrew Albicy devolvía el golpe con la misma moneda, entrando el duelo en un intercambio de golpes con el gigante Hlinason y Olek Balcerowski intimidando a sus rivales en sus respectivas pinturas. Ambos protagonizaban una lucha cuerpo a cuerpo que no dejaba un ganador claro en los primeros compases de un choque que prometía emociones fuertes.

Andrew Albicy y AJ Slaughter, desde fuera del arco, permitían al Granca colocarse por delante en el electrónico en la recta final del acto inaugural. El jovencísimo Aday Mara, con un matazo espectacular rodeado de defensores, presentaba sus credenciales ante los amarillos, pero él solo no se bastaba para evitar la primera victoria parcial del Gran Canaria al término del primer asalto (16-19).

Espectáculo defensivo

El 2+1 que convertía Chris Wright devolvía las tablas en el marcador en el reinicio del juego. Ferran Bassas y Damien Inglis devolvían el mando en el electrónico a los isleños en un intercambio constante de golpes en el que no faltaban los gorros a ambos lados del campo; un espectáculo defensivo que rivalizaba con el de los ataques de ambos equipos. Langarita se sumaba a la fiesta de los jóvenes canteranos, al igual que Khalifa Diop en el bando visitante, que exhibía músculo en el duelo de interiores que monopolizaba la atención del respetable en la primera mitad.

Simanic estrechaba la diferencia desde fuera del perímetro y Jovic devolvía la igualada al marcador a falta de poco más de dos minutos para llegar al ecuador (30-30). Mientras, Nico Brussino no terminaba de encender la caldera con seis lanzamientos fallados, y el Granca lo pagaba al término de los primeros 20 minutos. Un 35-34 favorable a los rojillos al entender el trío arbitral que el triple sobre la bocina de Andrew Albicy desde su campo profanaba el aro maño con el tiempo ya cumplido .

El Zaragoza golpeaba primero en el reinicio del juego tras el paso por los vestuarios con un 2+1 de Hlinason, pero luego en su pista se cargaba de personales al recibir la tercera. Por su parte, el Granca hacía la goma gracias al acierto de John Shurna, Olek Balcerowski y Ferran Bassas, que contrarrestaban las canastas de Sant-Roos, Mekowulu y Jovic, pero sin terminar de recuperar la diferencia en el electrónico.

Balcerowski, en defensa y en ataque, se echaba el equipo a su espaldas, pero las faltas personales obligaban a Lakovic a sentar al polaco para dar entrada a un voluntarioso Khalifa, que mantenía la intensidad defensiva y se fajaba con los interiores maños. 

Momento ‘microondas’

El Granca sufría para conseguir tiros claros ante la buena defensa rojilla. Esto le obligaba a abrir el campo para encontrar a Nico Brussino y a AJ Slaughter y volteaban el marcador con dos triples consecutivos que llevaban a Porfi Fisac a pisar el pedal del pánico ante el momento microondas de sus dos expupilos (47-52).

El parcial de 0-6 de los claretianos era roto por un gancho de Aday Mara. Pero AJ Slaughter volvía a la carga con un nuevo triple para poner tierra de por medio y llegar al último asalto con cuatro puntos de renta sobre el Casademont Zaragoza, que recortaba diferencias in extremis con dos canastones de Sant-Roos y Wright, que eran jaleados por la parroquia local como si de dos héroes nacionales se tratase (53-57).

El Granca entraba de la mejor manera en el último asalto, con un nuevo triple escorado de AJ Slaughter que daba un balón de oxígeno a sus compañeros. Pero la alegría le duraba poco a los soldados de Jaka Lakovic que veían cómo Santi Yusta acercaba a los zaragozanos en el marcador desde fuera del perímetro.

Los triples seguían marcando las diferencias en el partido a favor de los amarillos; estos volvían a encontrar a Miquel Salvó y a John Shurna para mantener a raya a un Casademont Zaragoza muy desacertado en los tiros libres. Ese déficit lo paliaba dominando bajo los aros en tareas ofensivas para mantenerse vivo en un partido en el que ni uno ni otro contendiente lograba romper definitivamente el marcador.

Olek Balcerowski mantenía su duelo cuerpo a cuerpo con Hlinason, y Nico Brussino volvía a aparecer en escena para enmudecer el Pabellón Príncipe Felipe con su segundo triple convertido durante el partido. El argentino dejaba herido pero no muerto a su exequipo, ni mucho menos. 

El Zaragoza se resistía a entregar la cuchara sin luchar hasta el último segundo de partido.

Un minuto para olvidar

La defensa le daba la vida a los rojillos con un bloqueo directo de Hlinason que permitía a Sant-Roos acercar a los suyos para que Santi Yusta, desde la línea de castigo, completase la remontada cuando restaban únicamente 18 segundos para el final (74-73).

Lakovic paraba el encuentro, pero Albicy fallaba un triple liberado y permitía a Santi Yusta correr en solitario toda la pista para cerrar el partido con un 76-73, que supone la décima victoria de los maños, vital en su lucha por la permanencia. Por contra, el Gran Canaria encaja la undécima derrota de la temporada, pero no hace peligrar su lugar en el playoff. Ahora, cambio de chip. El miércoles se juega el ser o no ser en la Eurocup en el Arena.

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