El Granca, en un Río hacia la Copa del Rey 2024

El calendario de la Liga Endesa le ha presentado al Gran Canaria una oportunidad fluvial directa a la Copa del Rey a falta de dos jornadas para concluir la primera vuelta de la competición. De ganar esta noche al Río Breogán, el conjunto claretiano pasará sin esclusas al Martín Carpena para disputar el torneo del KO que se disputa entre los días comprendidos del 15 al 18 de febrero de 2024. 

Ganar significará que a la conclusión del partido, la plantilla del Dreamland posará con el cartón gigante que entrega la ACB para anunciar que es uno de los ocho equipos clasificados para la Copa, para acompañar de momento al Real Madrid y al Unicaja como anfitrión y segundo clasificado.

De esta forma, los insulares jugarán por segundo año consecutivo la Copa, un torneo que se le resistió durante un lustro y al que parece volver a cogerle el tranquillo y confirmar que el estatus de grande de España está de vuelta.

Pero no sólo ganar significaría jugar el torneo del KO en Málaga, sino que además mantendría viva la esperanza de que el Gran Canaria pudiera convertirse en cabeza de serie en caso de que también resulte vencedor en su visita al Valencia Basket en la última jornada de la primrea vuelta, y además el UCAM Murcia tropiece con el MoraBanc Andorra en su último partido de la primera vuelta.

Un reto mayor, que al menos también supone tener una bala extra en caso de que esta noche ocurra una catástrofe frente al penúltimo clasificado de la Liga Endesa con tan sólo cuatro victorias, dos de ellas como visitante –Andorra y Bilbao–.

Para ello, a la memoria de la plantilla claretiana le debe venir la situación que se le presentó la pasada campaña en un escenario prácticamente idéntico en la penúltima jornada de la primera vuelta con la visita de un Carplus Fuenlabrada colista y que solventó por 110-65.

Ese día la afición del Arena respondió al llamamiento del club para que no faltara a una cita importantísima para regresar a la Copa y esta vez, sin falta de toque de corneta del aparato directivo, se prevé una entrada similar a la de 2022, cuando acudieron 6.127 espectadores a Siete Palmas –un 14 de enero–.

 Esta vez va a tener a un equipo casi igual de endeble que el Fuenlabrada y que encima llega a la Isla con una baja notable. Si Justin Anderson tenía en mente jugar contra el Granca, al menos deberá esperar una semana más, pues el escolta norteamericano cambió de camiseta y ahora viste la del Valencia Basket.

Por tanto, la dirección deportiva lucense, con Tito Díaz a la cabeza, encontró a su sustituo en la figura de Ben McLemore, de quien Jaka Lakovic tildó ayer que es un «excelente tirador».

Asimismo, Veljko Mrsic se ha traído a su plantilla al completo, esperando poder volver a contar con el exclaretiano Sergi García en las fuciones de base, al igual que con Toni Nakic. «Ambos son duda, pero aún hay tiempo suficiente para que mejoren antes del partido. Veremos cómo reaccionan en las próximas horas, pero creo que están ya muy cerca de poder intervenir», resaltó el técnico serbio, quien volverá a coincidir frente a frente con Jaka Lakovic después de que el ahora entrenador del Gran Canaria coincidiera con él en la temporada 2017-18 en Bilbao y tras su cese fuera el esloveno el primer entrenador durante cuatro partidos.