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Entrevista | Luis Antonio de Villena

"El nacionalismo catalán ha levantado un inexistente nacionalismo español"

"De todas estas cosas tiene un poco de culpa la religión católica, que fue la que creó las dos Españas", afirma el poeta

Luis Antonio de Villena en Ibiza. J. A. RIERA

Poeta, traductor, crítico literario y ensayista, se puede decir que Luis Antonio de Villena ha conseguido aquello que se propuso cuando era niño: ser un sabio. El pasado mes de octubre regresó a Ibiza, donde estuvo hace pocos años en una lectura poética en el MACE, para hablar de 'El clasicismo como futuro' en el XIII Curs de Pensament i Cultura Clàssica, pero la situación política actual, que le preocupa "enormemente", salta desde la primera pregunta.

Como el tema son los clásicos, me gustaría comentar si la situación política actual sería la que es si los clásicos estuvieran más presentes en...

[Interrumpe] Hemos quedado en que íbamos a intentar evitar este tema hoy, porque todos estamos de acuerdo en que, en lo esencial, es un desastre. Hay unos culpables y el principal es Puigdemont, que lo ha hecho todo espantosamente mal y no ha tenido más que la merecida respuesta a lo mal que lo ha hecho. Ha creado la situación que menos se podía imaginar: que el nacionalismo catalán ha levantado un inexistente nacionalismo español. No un ultranacionalismo, que ese ya existía. Ahora gente muy corriente, educada y de alto nivel ha puesto una bandera española en su casa.

¿Usted ha puesto una?

No, pero estuve tentado a ponerla y no tengo nada de fascista. He sido un antifranquista absoluto. Estudié catalán en el colegio y en la universidad y tengo muchos amigos en Barcelona. Nunca pensé que podían llegar a la vulgaridad, a la inepcia y a la estulticia en la que ahora se están moviendo.

¿Por qué esa reacción de colgar banderas?

Es una respuesta a la agresión que están sufriendo desde Cataluña. Todo esto es malo y el principal culpable es Puigdemont, que es un inútil. Un inútil súbdito de Pujol, una persona que, además, ha robado. Él y sus siete hijos. De esa vergüenza nunca hablan, de que fue Pujol quien engañó a Suárez, que era un político mediocre. Suárez le dio una autonomía generosísima, pero le engañó porque no quería autonomía sino independencia. La situación es horrible pero la han creado sobre todo Puigdemont, Junqueras... unos personajes que son enormemente culpables de todo lo que está sucediendo. Todo ello acompañado de un Gobierno central, que ha sido tonto, y de Podemos, que va a desaparecer de España porque el pueblo medio considera que son traidores a la idea de España.

La idea de España...

La idea de España sin duda ha tenido muchas equivocaciones, pero lo que no se puede hacer es atacarla desde el odio como están haciendo desde Cataluña. Puigdemont odia España y está manifestando odio con esa peluca ridícula. Como dice un chiste: ahora que se están yendo tantas empresas de Cataluña, por favor, que el peluquero de Puigdemont no se vaya. Un chiste malo, sí. No están quedando como héroes de nada, están quedando como la baratura misma, como unos aldeanos palurdos que van en procesión a la Virgen de Montserrat. El pueblo catalán no se merece esto. En estos momentos España no es el franquismo, que es lo que quieren vender de Cataluña. Quieren vender que los que agitan banderas españolas son franquistas. Pero no lo son, de la misma manera que los agitan banderas catalanas no son fascistas.

En la pregunta inicial apuntaba a si la presencia de los clásicos en la política actual...

Tal vez si existiera una cultura humanista, que en este momento no hay porque los niveles culturales en toda España, incluida Cataluña, son bajísimos... En unos momentos en los que la cultura es muy baja, en los que la educación ciudadana es muy baja aparece el mundo clásico como un ideal donde hay un nivel de cultura, de vida y de ética, incluso, separada de la religión. Porque de todas estas cosas tiene un poco de culpa la religión católica, que, en el fondo, fue la que creó las dos Españas. En el mundo clásico había una ética distinta, más tolerante, donde no existían los siete pecados capitales. Si existiese ahora tendría la fuerza de moderar la vulgaridad espantosa que estamos viviendo en toda España. Una horrible vulgaridad de la cual, a mi entender, unas de las imágenes más visibles son Podemos y, en Cataluña, la CUP. Imágenes de una vulgaridad terrorífica.

Pero hay un renovado interés por los clásicos.

Me han dicho que a estos actos en Ibiza acuden unas 200 personas. Eso quiere decir algo, que la gente reacciona a una carencia. Tanto el Gobierno central como el Govern balear están suprimiendo las Humanidades de la educación. La cultura no les interesa nada porque no da dinero de inmediato y, además, convierte a los ciudadanos en ciudadanos críticos y ellos no quieren ciudadanos críticos, quieren ciudadanos sumisos. Justo ahora que desaparece de los colegios y de las universidades, el mundo clásico interesa mucho más. La gente viene ahora a estas charlas porque echa de menos ese mundo de cultura, que está en las raíces de la civilización occidental, que está en las raíces de España, desde Cataluña hasta Galicia. El primer sitio al que llegaron los romanos no fue Cataluña sino Andalucía. La primera colonia de los romanos fuera de Italia fue Itálica, al lado de Sevilla. Otra de las cosas que los libros de nacionalismo no dicen.

¿Viviríamos mejor en el mundo clásico?

Dejando a un lado el problema principal y muy grave, que es la esclavitud, el clásico es un mundo rico en cultura con una tolerancia enorme, un universo plurirreligioso y plurimoral donde no importaba qué creencia tuvieras.

Usted ha dicho: 'La moral de los antiguos era más moderna que la nuestra'.

Aunque los estados se declaren laicos o aconfesionales, todavía están supeditados a la moral católica. La Iglesia católica sigue teniendo mucha fuerza en todas partes, incluida Cataluña. El que sea católico que lo sea, pero tiene que tolerar a todos los que no sean católicos y también a su moral. Para un católico la eutanasia es mala porque lo bueno es que, si tú estás enfermo en el final de tu vida, los dolores que vas a sufrir se los dediques a la Virgen de Montserrat. La verdadera moral universal no va contra ninguna.

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