Musica

Sobredosis de euforia con Rosalía y su ‘Motomami’ a todo gas

La cantante se estrena en la Isla con un GranCa Live Fest lleno hasta la bandera y entregado

«¿Cómo están los máquinas de Gran Canaria?», gritó Yatra

GranCa Live Fest: Rosalía

Martina Andrés

Martina Andrés

Martina Andrés

Los ruidos del motor inviadieron el Estadio de Gran Canaria a las 00.30 horas, exactamente. Los móviles se alzaron en el aire: todo el mundo quería inmortalizar la aparición de Rosalía en el escenario. Las pantallas se iluminaban y se apagaban de forma intermitente. La Motomani apareció al ritmo de Saoko: «¿Chica que dices? Saoko papi, Saoko». El espectáculo más esperado del festival prometía gritos, lágrimas y el Chicken teriyaki para el final.

Se viven tiempos de cambio y los festivales también son prueba de ello. Las nuevas tecnologías lo llenan todo, como los teléfonos que se alzan al viento grabando vídeos de conciertos que rara vez vuelven a verse. Es difícil resistirse a dejar registrada la emoción y la euforia, como la que anoche despertaron en el GranCa Live Fest artistas como Lali, Rosalía o Sebastián Yatra.

En los alrededores, la gente saltaba al ritmo del Dj. Temas como Punto G de Quevedo, Tití me preguntó de Bad Bunny o Azukita de Steve Aoki, levantaban los pies del suelo y despertaban los gritos de todo el Estadio de Gran Canaria. Entre amarillo y azul, otros volaban gracias a una tirolina que cruzaba el recinto de un lado a otro. Laia, Yamiley, Andrea y Verónica, un grupo de cuatro amigas, esperaban pacientes en la cola que parecía infinita: «Nos parece original que podamos hacer esto y además va bastante rápido», afirmaba una de ellas mientras las demás asentían mostrando su acuerdo. Sobrevolar la cabeza de tu ídolo musical con miles de personas jaleando debajo a ritmo del beat fue uno de los atractivos de este encuentro musical que continúa hoy con apariciones como las de Maluma o la de Manuel Carrasco.

Claudia, Ruth y Brais esperaban apostados en la valla minutos antes de que Yatra se subiera al escenario, aunque ellos en realidad estaban allí por Rosalia y Morat. Los tres coincidían en que su canción favorita de la catalana y la más esperada era la de Como un G. Lo mismo decían Abián, Laura y Javier, otro grupo de tres amigos que veían a la Motomami por segunda vez, después de haberlo hecho en Barcelona. «Lo que más esperamos es la emoción del principio, los primeros sonidos de las motos, la puesta en escena», decía Abián. Ruth y Claudia, ambas hermanas, ambas con lo ojos azules, iban combinadas en sus vestimentas inspiradas en la propuesta artística de Rosalía: chaquetas y pantalones negros, pinchos, maquillaje rojo. En la conversación, Ruth confesó un desliz artístico: «Pinté la bandera de Canarias con las letras de Motomami pero con las prisas pinté los colores al revés y me dio vergüenza traerla».

Era imposible estar más cerca: dos hermanas con lazos en el pelo se agarraban a la valla que marcaba los límites con el escenario y les llegaba por la frente. Tenían que ponerse de puntillas para asomarse al show que estaba a punto de comenzar. A su lado, otra niña algo más mayor, se tapaba la boca con su mano de uñas pintadas cuando el fuego y el humo llenaron el escenario. «Mi canción favorita es Tacones rojos, aunque de las antiguas quiero que cante Traicionera». Y sus deseos se cumplieron.

Jornada de viernes del GranCa Live Fest

E. S. G.

Sebastián Yatra estaba a punto de aparecer y la batería cada vez sonaba más fuerte. El cantante colombiano hizo acto de presencia todo vestido de negro y dió comienzo a un concierto en el que estuvieron presentes títulos como el ansiado Traicionera, Por fin te encontré o A partir de hoy, tema que comparte con David Bisbal. «Lo primero de todo, ¿cómo están los máquinas de Gran Canaria?», dijo aludiendo a la frase viral del cantante almeriense.

El chubasco comenzaba a caer en Siete Palmas cuando una pequeña apareció en el escenario. Originaria de Tenerife, agarró el micro durante Robarte un beso y cantó con el colombiano. «Gracias por la energía», dijo el artista.

Se viven tiempos de cambio y las linternas de los móviles que alumbraban desde las gradas eran prueba de ello. También el set de grabación circular colocado en el centro de estadio, con una plataforma para que los asistentes al GranCa Live Fest se subieran encima y se llevaran de recuerdo un vídeo que mostrara su emoción en 360 grados. Muchas cosas eran diferentes a los festivales y conciertos de hace 30, 20 o incluso 10 años, pero hay costumbres que se mantienen. «¿Dónde están las mujeres solteras?», fueron un par los artistas que lanzaron al aire la pregunta, algo desfasada, pero aún habitual en conciertos de reguetón o música urbana en los que el artista principal es un hombre y que quizá ya sea hora de actualizar.