Teatro

John Malkovich: «El humor negro es una herramienta para no expresar»

Interpretó anoche ‘The Infernal Comedy’, una obra sobre un psicópata asesino

v El actor reflexiona sobre el equilibrio entre la interpretación teatral y la musical

El actor John Malkovich, ayer, durante la rueda de prensa en el Auditorio Alfredo Kraus antes de la actuación. | | ÁNGEL MEDINA/EFE

El actor John Malkovich, ayer, durante la rueda de prensa en el Auditorio Alfredo Kraus antes de la actuación. | | ÁNGEL MEDINA/EFE / Fabio García

Fabio García

John Malkovich encarnó ayer en el Auditorio Alfredo Kraus al asesino en serie de la obra teatral The Infernal Comedy (Confesiones de un asesino en serie), del dramaturgo Michael Sturminger. Un hito en las tablas canarias que, por primera vez, recibieron al polifacético actor con una pieza que lo mostró descarnado ante el público durante la noche del estreno. Malkovich afirmó que a diferencia de lo que la gente cree, «el humor negro no es una herramienta para expresar, sino para no expresar», a lo cual Sturminger añadió que la mejor manera de golpear al espectador es haciéndolo reír para que se relaje y cuando está desprevenido asestarle el puñetazo, que es lo que sucede en The Infernal Comedy. Toda una declaración de intenciones por parte de ambos.

Horas antes del espectáculo, explicó en la rueda de prensa cómo esta es una obra bastante polémica, porque en este concierto lírico-teatral, el actor norteamericano interpreta a un asesino en serie que mató a doce mujeres de diferentes países, pero en esta ocasión el camaleónico intérprete no se pone la piel de un personaje de ficción, pues el psicópata que encarna, Jack Unterweger, existió realmente y tras ser detenido se hizo escritor y periodista en la cárcel alcanzando un gran éxito y logrando su excarcelación para a continuación seguir matando.

John Malkovich manifestó que representó la obra por vez primera hace quince años en Santa Monica, California, pero que en cada función surge algo nuevo que le da una particularidad a su puesta en escena que hace que cada representación sea diferente al resto, en especial el lugar donde se representa y que por eso estaba abierto a los diferentes elementos causales que rodean el estreno en cada sitio, porque son lo que realmente determina la puesta en escena. Respeto al equilibrio entre la actuación y la orquesta aclaró que como un asesino en serie, el protagonista es incapaz de admitir o reconocer sus acciones, y ese es precisamente el papel de la música dentro de la obra, expresar lo que no expresa el personaje, de modo que lo que no se dice es revelado a través de la orquesta.

Según él, al final de la obra, su personaje comprende que no puede unir lo que siente con lo que la música expresa, porque como buen psicópata no puede admitir lo que se dice mediante la música.

Huelga de actores

A pesar de que Malkovich no pudo pronunciarse respecto a proyectos futuros en la pequeña o la gran pantalla debido a la huelga que mantiene el sindicato de actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA, en inglés), si aceptó a responder a una pregunta acerca de la situación actual de esta huelga que desde hace dos semanas secunda dicho sindicato, representante de 160.000 actores, que ha conseguido poner en jaque a Hollywood.

Admitió que no conoce los detalles de lo que se negocia, porque es un tema muy complejo en el que hay que tener en cuenta multitud de factores, por ejemplo, si cuando se estrena una película la ven diez personas sus creadores no sólo no ganarán dinero, sino que lo perderán todo, pero si años después ese mismo film se convierte en una película de culto no es justo que sus artífices no reciban nada a cambio.

El acto contó con la presencia de su único actor, John Malkovich, acompañado por el dramaturgo y director de escena Michael Sturminger junto al concejal de cultura del Ayuntamiento, Adrián Santana y el consejero de Hacienda del Cabildo, Pedro Justo; el alcalde de Puerto de la Cruz, Marco González; el director del festival Veranos del Taoro, Enrique Camacho; y el director general de la Fundación Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria, Tilman Kuttenkeuler.

Enrique Camacho comenzó señalando que la función que tendría lugar en el Auditorio suponía al mismo tiempo el punto de arranque y el retorno del festival Veranos del Taoro pues, tras su estreno en Gran Canaria, The Infernal Comedy será representada al aire libre en el parque homónimo de Puerto de la Cruz y luego en el espacio natural de los Jameos del Agua.

A este respecto Marco González agradeció que este proyecto aúne culturalmente a Tenerife con Gran Canaria y Lanzarote, y recalcó que debido a la publicidad que esta actividad está teniendo a nivel internacional, al ser representada en tres formatos diferentes: uno interior, otro al aire libre y finalmente en un tubo volcánico, supera el ámbito de la cultura para convertirse en un acto que mostrará Canarias como un espacio natural con múltiples posibilidades. Pedro Justo añadió que en ningún momento el Cabildo tuvo ninguna duda en apoyar dicho proyecto y Adrián Santana subrayó que esta obra sitúa al Archipiélago como un espacio cultural internacional.

Luego, Michael Sturminger indicó la complejidad de escribir un texto pensado para ser acompañado por una orquesta llevando a cabo un monólogo acompañado de una orquesta barroca, la Wiener Akademie, dirigida por Martin Haselblöck, y las sopranos Chen Reiss y Susanne Langbein, que ejecutan piezas musicales que van de Vivaldi a Glück pasando por Haydn, Mozart, Beethoven, Boccherini y Weber, sabiendo que la actuación de John Malkovich atraería a un público que no suele escuchar este tipo de música y por lo tanto desconoce sus códigos, pero que precisamente por eso, cada pieza simboliza una emoción diferente para tratar de expresar a través de ellas el amplio abanico de sentimientos, tanto positivos como negativos, que el ser humano es capaz de desplegar.

En cuento al título de la obra, que en inglés es más parecido al título de la obra maestra de Dante, The Divine Comedy, Sturminger confesó que fue idea del editor llamarla así, lo cual resulta muy irónico.