Cine

El cine rural de 'La Pinochera' llega a Gran Canaria con Asociación Atlas

La Semana de Cine Rural de Canarias, gestada en La Esperanza, tendrá lugar entre los días 13 y 19 de noviembre en diferentes localizaciones

El próximo viernes 17, el espacio cultural de La Isleta proyectará 'El día que abrieron la montaña', 'Omelia Contadina' y 'Piche'

Taller de Beatriz Ballester en la edición del año pasado de 'La Pinochera'.

Taller de Beatriz Ballester en la edición del año pasado de 'La Pinochera'. / LP/DLP

Martina Andrés

Martina Andrés

La Pinochera, la Semana de Cine Rural de Canarias, aterriza por primera vez en Gran Canaria con tres proyecciones y un debate en la Asociación Atlas del barrio de La Isleta. Entre los días 13 y 19 de noviembre, esta iniciativa, que promueve un espacio de arte en el mundo rural, presenta una programación llena de proyecciones, talleres, conciertos, rutas y foros ubicados principalmente en la población tinerfeña de La Esperanza.

En su tercera edición, este encuentro logra por fin su objetivo inicial: cruzar las fronteras entre islas y aterrizar en Las Palmas de Gran Canaria. Lo hará el próximo viernes 17 de noviembre acogidos por la asociación cultural que dirige Manuel Cabezudo en la Calle Anzofé, donde se proyectarán tres cortometrajes (El día que abrieron la montaña, Omelia Contadina y Piche) bajo el epígrafe ¿Cómo crear una relación sana con el territorio que nos rodea? Lo rural como escenario de extracción y abuso. Tras visualizar los títulos mencionados, tendrá lugar un debate que lleva por título El papel del audiovisual en el campo y el activismo audiovisual.

«La idea inicial era llegar a todo el territorio canario, que no se quedara en una isla. Este año hemos dado el primer salto a Gran Canaria y la idea es que se vaya consolidando por todo el Archipiélago», cuenta Irene Sanfiel, directora de La Pinochera.

Fue a partir de poner el foco en la vida en el campo y en la identidad canaria y de «empezar a ver esa mirada hacia lo natural y hacia la gente que custodia el territorio y que está alrededor de los montes», que surgió la idea de crear un espacio artístico en el que favorecer contextos de creatividad para hacer frente «a los retos que se presentan en Canarias en materia de protección, de conservación y de cambio climático», puntualiza Sanfiel. Los proyectos audiovisuales se conciben así como un punto de partida para la reflexión y el cuestionamiento de las realidades y desafíos que afronta el sector primario.

El resto del programa de La Pinochera lo completan otros títulos como El extraño, Votan K'op, El Lenguaje silbado en la isla de Gran Canaria, Un pisco de sal, Takanakuy, Tomate Canario, Serendipia, Manual de la siega, Sísifo, Paraíso, Valentín, Ramiro, pastor de por vida, Circe o Mansas, entre otros cortometrajes, que serán proyectados en localizaciones tinerfeñas.

«Nuestra historia ha terminado»

«Un hombre sabio dijo una vez, cuando el mundo ancestral se haya agotado, cuando todos los campesinos y los artistas hayan muerto, cuando las luciérnagas, las abejas y las mariposas ya no estén, cuando la industria haya hecho el ciclo de producción imparable, entonces, nuestra historia acabará. Nuestra historia ha terminado». En italiano y con música fúnebre tocada por una banda que camina por una explanada verde, esta es una de las frases con las que arranca Omelia Contadina, proyección con la que se contará en Asociación Atlas la semana que viene.

La Pinochera llega a este espacio grancanario gracias a El Cubo Verde, red informal que reúne iniciativas de arte vinculadas a entornos rurales a nivel nacional. «Descubrimos el proyecto de Atlas y la labor que están haciendo, tanto en Las Palmas como en otros espacios que tienen en el monte. Nos interesó mucho», explica Sanfiel. Aunque Atlas trabaja principalmente en la urbe y La Pinochera en el mundo rural, ambas iniciativas comparten el objetivo de transgredir lo establecido y buscar alternativas que mejoren la vida de las personas de dentro y de fuera de las Islas.

'La Pinochera' en su edición del año pasado.

'La Pinochera' en su edición del año pasado. / LP/DLP

En concreto, la preocupación de esta semana de cine rural se centra en «el territorio como lugar extractivista» y en cómo se «incorporan las nuevas tecnologías» al campo, «en plantear las diferencias entre la agricultura regenerativa frente a la convencional, entre la ganadería intensiva frente a la extensiva... Se cuestionan todos elementos del territorio incorporando la innovación», indica Sanfiel, que busca ir más allá de la mirada romántica hacia el pasado en la que todo tiempo anterior fue mejor.

La Pinochera ahonda en «cómo hablar y dialogar con el campo desde un lugar innovador y contemporáneo, sobre cómo acercar esos diálogos de manera intergeneracional, entre los jóvenes y los mayores y el territorio», puntualiza su directora.

¿Quién es 'la pinochera'?

El nombre de este encuentro de cine y naturaleza refleja también parte de la identidad e intencionalidad del proyecto. En honor a una estatua que hay en La Esperanza, el festival toma su nombre de la figura de la mujer que, hace años, se dedicaba a recoger la pinocha (basa en El Hierro o pinillos en La Palma) en los montes. «Con ánimo de acercarnos al pueblo y a la gente, elegimos una figura de referencia para ellos y ellas. Además, la pinochera no es una figura solo de referencia del pueblo, sino de toda Canarias», revela Sanfiel.

'La Pinochera'

'La Pinochera' / LP/DLP

Ahondando en la identidad canaria, la directora del festival no se atreve a hacer concesiones. ¿Qué es el cine rural canario? Puede haber tantas respuestas como artistas. «Esta es una de las cosas que nos planteamos y cuestionamos nosotras, por eso generamos los foros y debates dentro del festival, para que los propios cineastas reflexionen sobre ello, sobre el cine hecho en Canarias y de qué manera se ha mirado al territorio y a sus gentes. Hay tantos puntos de vista como cineastas o creadores», concluye Sanfiel.