Los guanches que realizaban cultos religiosos en la montaña eran de la clase dominante

El libro, publicado por la editorial Le Canarien con la participación de la Concejalía de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Laguna, será presentado esta tarde en la sede del Instituto de Estudios Canarios (IECan) en la Casa Ossuna

Los guanches que realizaban cultos religiosos en la montaña eran de la clase dominante

Los guanches que realizaban cultos religiosos en la montaña eran de la clase dominante

Durante los siglos XIV y XV la sociedad guanche se estratificó, quizás como consecuencia del encuentro con los europeos, de tal modo que quienes accedían a la montaña a practicar los ritos religiosos eran los pertenecientes a las clases dominantes, según el arqueólogo Francisco Pérez Caamaño.

Así lo indica Francisco Pérez Caamaño, que es profesor y doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna, en su libro ‘Los guanches en las montañas’, un trabajo en el que realiza un repaso a las manifestaciones rupestres y las prácticas religiosas en el mundo guanche.

El libro, publicado por la editorial Le Canarien con la participación de la Concejalía de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Laguna, será presentado esta tarde en la sede del Instituto de Estudios Canarios (IECan) en la Casa Ossuna.

En ‘Los guanches en las montañas’, el autor, a través del análisis técnico, formal y posicional de las estaciones rupestres, como cazoletas y canales así como de los grabados geométricos-lineales, llega a la conclusión de que durante los siglos XIV y XV la sociedad guanche se estratificó.

Ello dio lugar a incipientes especialistas religiosos (guañameñe) que probablemente pertenecían a los grupos de poder (achimenceyes y cichiquitzos), según un comunicado remitido por el Ayuntamiento de La Laguna.

De este modo se pasó desde los antiguos cultos más comunitarios, donde participaba toda la sociedad, a restringir socialmente el acceso a la divinidad, de tal modo que quienes podían acceder a la montaña a practicar los ritos religiosos eran los pertenecientes a las clases dominantes, que se presentarían como mediadores entre lo humano y lo divino.

Para llevar a cabo su estudio, el autor se ha centrado en cinco montañas situadas en diversos emplazamientos de Tenerife, dos de las cuales se encuentran en La Laguna: La Gallardina y el Roque Dos Hermanos, este último en Punta del Hidalgo, además del Roque Arguayo (Santiago del Teide), Montaña Tejina (Guía de Isora) y Roque del Conde (Adeje-Arona).

Francisco Pérez Caamaño se ha especializado en el análisis de territorios arqueológicos entre las primeras formaciones sociales productoras del sureste de la península ibérica.

En Tenerife ha llevado a cabo junto a otros investigadores proyectos relacionados con el estudio del territorio arqueológico de los guanches en lugares como Guía de Isora, Arona, Arico, San Miguel de Abona, Tegueste y La Laguna.

Estos estudios le han permitido conocer el modo en que los guanches ocuparon y explotaron diversos espacios de la isla, y con ello diferentes modos de hábitat y asentamiento, costumbres funerarias, movilidad territorial, producciones económicas o patrones de ritualización del territorio.

En la actualidad está llevando a cabo varios estudios en el municipio de La Laguna, tanto en Valle de Guerra como en el barranco de Milán en Tejina y gracias a este último se ha incoado expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural con la categoría de zona arqueológica.