Voleibol

La Copa de la Reina se le resiste al Olímpico por tercer año consecutivo

El Hidramar tropieza en el ‘tie-break’ en la final de Copa, segunda ocasión ante el Haris (2-3) | Bely, formada en la cantera amarilla, ‘MVP’ del torneo del KO

Sulián Matienzo remata en presencia de Meg Wolowicz

Sulián Matienzo remata en presencia de Meg Wolowicz / RFEVB

Santiago Icígar

Santiago Icígar

FICHA DEL PARTIDO

HIDRAMAR GRAN CANARIA 2-3 CV HARIS

Hidramar GC: Á. Del Burgo (3), Manzano (18), Suárez (3), De Paula (30), Matienzo (19), Vilvert 7 y Alba (líbero) -equipo inicial- Helia (1).

Haris: Rodwald (10), Kanas (11), Lengweiler (14), Bely (19), Wolowics (16), Aranda y Llabrés (líbero) -equipo inicial- Nira, Arán, Gustafsson.

Parciales: 22-25, 25-19, 25-16, 27-29, 13-15.

Árbitros: María Gloria Souto Jiménez y Rafael Tabares González.

La crueldad se ceba con el Hidramar Gran Canaria en Sant Cugat. Por tercer año consecutivo las jugadoras del Olímpico caen en la final de la Copa de la Reina en la muerte súbita (2-3), la segunda ante el Haris de La Laguna. Las discípulas de Marcos Dreyer se reponían de un mal inicio de partido que les costaba el primer asalto. Con el desarrollo del choque, las grancanarias recuperaban su mejor versión y lograron poner contra las cuerdas a un rival que se aferraba a Patricia Aranda para forzar el quinto set. Remontada tinerfeña en el cuarto acto gracias a las actuaciones de Bely Nsunguimina -formada en la cantera del Olímpico y MVP del encuentro- y Julie Lengweiler como protagonistas. De poco servía el partido estelar de Julia De Paula en las amarillas, máxima anotadora del duelo con 30 puntos, para evitar una derrota dolorosa y que deja un año más con la miel en los labios al Olímpico.

La puesta en escena del Hidramar no fue la esperada. El Haris parecía volar sobre la pista, aprovechando los errores propios de las grancanarias para endosar un parcial de salida de 2-7.

Julia De Paula se echaba a sus espaldas al equipo grancanario, ante un rival que marcaba el ritmo que más le convenía. Saray Manzano se unía a la causa, al igual que Adriani Vilvert, para comenzar a fraguar una remontada que no terminaba de cuajar, lo que las llevaba a morir en la orilla del primer acto (22-25, 0-1).

El segundo set tampoco arrancaba de la mejor manera para el Olímpico. Encajaba un parcial de salida de 1-3, con Bely comandando la ofensiva del Haris. Sin embargo, las amarillas en esta ocasión lograban reaccionar a tiempo. Julia De Paula y Saray Manzano tiraron del carro, con Sulián Matienzo empezando a despuntar, para colocar la igualada a uno en el marcador (25-19).

Saray Manzano y Sulián Matienzo enseñaban el camino a sus compañeras en el comienzo del tercer acto, en el que los errores propios penalizaban a un Haris en apuros. El conjunto tinerfeño veía cómo el Olímpico exhibía su mejor versión, con una estelar Julia De Paula que destrozaba la defensa rival para cerrar el 2-1 (25-16).

Un final de película de terror

Las cosas pintaban feas para el equipo de Juan Diego García. El Hidramar aprovechó su buena inercia para poner tierra de por medio en el arranque de la cuarta manga. Pero este Haris está acostumbrado a sufrir y se agarraba a un clavo ardiendo para forzar el quinto set tras remontar (27-29).

Los viejos fantasmas volvían a hacer acto de presencia en el cuadro amarillo. Un parcial de salida de 1-7, con Wolowicz y Bely ejerciendo de protagonistas, daba alas a las tinerfeñas. A pesar de la reacción final del Hidramar, volvía a ser la escuadra lagunera la que se hacía con el título de la Copa de la Reina al cerrar el tie-break por 13-15, ante la desolación de las jugadoras grancanarias.

«Sacar el lado positivo y que sirva de experiencia»

En el balance de la actuación de sus jugadoras en la Copa de la Reina, Marcos Dreyer, entrenador del Hidramar Gran Canaria, quiso poner en valor el esfuerzo realizado en la semifinal ante un Kiele que «venía de dejar fuera en cuartos al Menorca» y ante el que se vieron obligados «a remontar». En cuanto a la final ante el Haris, reconoció que las laguneras «se han repuesto de todos sus problemas y han hecho un gran partido». A pesar de reponerse de «un primer set malísimo», y cuando parecía que el equipo grancanario se había reencontrado con su juego y tenía una cierta comodidad en el cuarto set, «ellas nos empatan y nos llevan a un quinto set en el que fuimos a remolque en todo momento, aunque tuvimos al final una oportunidad para haber ganar la final». Dreyer aboga por «sacar el lado positivo de la experiencia que hemos vivido en esta Copa y que debe de servirnos de cara al playoff por el título». Por su parte, Adriani Vilvert reconoció que esta Copa «ha sido un gran desafío, en el que hemos tenido partidos muy duros y jugamos con mucha garra, pero no fue suficiente». | S. I.

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