Duke ganaba por un punto a Butler a falta de unos pocos segundos para el partido más importante del año en la liga universitaria de Estados Unidos. El título de campeón de la NCAA estaba en juego y Jon Scheyer botaba el balón para dirigir el último ataque de los Blue Devils de Mike Krzyzewski. Toda la temporada se resumía en una acción. "Entonces sentí como todo el graderío, las 70.000 personas del Lucas Oil Stadium de Indianápolis, se ponía de pie", recuerda éste antes de explicar el momento de la revelación. "Durante una milésima de segundo miré a la grada y me di cuenta de donde estaba; de las cámaras y de la gente de todo el planeta que nos miraban desde sus casas. Fue impresionante. Hicimos una buena jugada, anotamos y ganamos el partido. Jamás olvidaré lo que sentí ese día sobre el parqué".

Para Jon Scheyer, base del Herbalife, es inevitable. Se le pregunta por la Copa del Rey y él revive una y otra vez las emociones de la Final Four universitaria. Mientras, Spencer Nelson recuerda una tarde de gloria en el año 2007 cuando conquistó la Copa italiana y fue nombrado mejor jugador del torneo. Slokar lo hizo antes que él, en 2004, y también con la Benetton de Treviso. Newley, olímpico y mundialista, sabe lo que es jugar una final. Lo hizo en Lituania aunque perdió.

La experiencia en la Copa del Rey es un factor fundamental y el Granca, en su octava comparecencia, se presenta con una plantilla curtida en el todo o la nada. Hay que saber gestionar los momentos de presión, la ansiedad y las pulsaciones en los momentos claves. No solo vale con jugar, ahora se compite por sobrevivir y, como en ´Los inmortales´, solo puede quedar uno.

La experiencia en este tipo de torneos es un grado. "Es como pasar de ser un jugador novato a uno veterano", explica Scheyer. "Cuentas con más armas porque ya has estado ahí. Además, sabes que si pierdes estás de vuelta a casa y eso equivale a una presión que para el inexperto es totalmente desconocida", añade. Ante esto, Spencer Nelson coincide con su compañero pero al tiempo que incluye un matiz de realidad al asunto. "Sin duda es importante. No hay nada que, en tu preparación, pueda sustituir lo que te enseña la experiencia pero si nos fijamos en la plantilla del Uxue Bilbao vemos que nos enfrentamos a jugadores con más partidos de este tipo a sus espaldas", afirma el ala-pívot de Idaho, uno de los jugadores más valorados de la ACB y uno de los dos capitanes del equipo amarillo para, fiel a su estilo, poner todas las cartas sobre la tapete y los pies en el suelo.

Mientras, para Uros Slokar y Brad Newley solo existe una realidad y una ambición: ganar el primer partido. "Lo más importante es estar concentrados en el duelo frente a Bilbao", afirma el pívot esloveno antes de explicar: "En estos torneos todo es distinto para el jugar. Tienes tres partidos en tres días y debes dar el máximo de tu potencial. La motivación siempre está ahí y la experiencia de los jugadores y entrenadores en la toma de decisiones es importante. Aquí solo importa el presente".

El Alero de Adelaida, Brad Newley, uno de los jugadores con más incidencia en los triunfos del equipo grancanario, solo piensa en el partido del viernes y ante éste tiene su propia receta. "No puedes especular, hacer pruebas o cambiar nada. Es el momento de la verdad, el todo o la nada ,y para ganar debemos apoyarnos en nuestros puntos fuertes y atacar a sus flaquezas. Solo así lo lograremos". Newley ha disputado dos olimpiadas y dos mundiales y sabe que lo más pragmático se impone en estos duelos.

Además, para estos cuatro jugadores la sensación de urgencia que conlleva una eliminatoria no debe afectar. "Debemos asumir el hecho de que si perdemos estamos fuera como algo positivo", expone Nelson. "Es algo que cambia todo el planteamiento y debes saber leer cada momento del partido como una eliminatoria", termina el capitán.