Devoradores de kilómetros sin recompensa. En la edición más galáctica de la The North Face Transgrancanaria [competición de alta montaña que se disputa en la Isla desde 2003] no tienen cabida los cheques ni los premios en metálico para los reyes del Roque Nublo. El dinero va en contra del espíritu aventurero de una cita para gladiadores. Los tres primeros clasificados de la prueba de 125 kilómetros, así como el podio del resto de las cuatro modalidades -Advanced, Maraton, Starter y Promo- reciben un trofeo y los obsequios de los principales patrocinadores.

No hay más botín que una placa. Carlos González, director de la The North Face Transgrancanaria, justifica el dogma que deja sin recompensa al sudor de una nómina de estrellas, que afrontan en la Isla la primera prueba del calendario mundial de la Ultra Trail World Tour Series [que lo completan el Marathon des Sables de Marruecos (4 de abril), la Ultra Trail de Fuji en Japón (27 de abril) y la mítica Ultra Trail del Mont Blanc (31 de agosto)]. "Partimos de la base que este tipo de actos no se fundamentan únicamente bajo patrones competitivos. Se trata de una experiencia que va más allá. La meta es conocer y disfrutar de la montaña; así como dar conocer este tipo de práctica a la opinión pública. No solo nosotros no damos premios en metálico, es la norma habitual en las principales citas".

González advierte que la profesionalización del sector de las carreras de montaña y el auge económico de las principales casas comerciales (como The North Face o Salomon, que disponen de las mejores selecciones de corredores) pueden pervertir "el espíritu original de la Trans". "Se plantean diversos escenarios, en un futuro próximo, y nunca sabremos cómo puede evolucionar la prueba. Pase lo que pase, el objetivo es apostar por la aventura como un método vital. Donde la diversión y el amor por la naturaleza pueden fusionarse".

Cabe reseñar que la Transvulcania Salomon Nature Trails, que se celebra en La Palma el próximo mayo, otra cita para figuras, sí hace entrega de premios en metálico a los primeros clasificados -desde 1.000 euros al ganador-.

Controles antidoping

González analiza la complejidad de establecer controles antidopaje a los corredores. "Nos cuesta en torno a los 100 euros por competidor, a día de hoy está fuera de nuestra alcance", aclara el directivo, que maneja información de que se han producido prácticantes dopantes en otras pruebas de larga distancia fuera de la Isla. En el universo de leyendas como Scott Jurek, Ryan Sandes, Chaigneau -el ganador de las últimas dos ediciones- o Timothy Olson, la Trans mantiene su sello íntimo. Abraza la mística de la montaña. No hay cheques ni controles antidoping.