El fantasma de la crisis acecha con los depósitos de los canarios en máximos

El dinero guardado en los bancos alcanza números récord ante la incertidumbre de un nuevo crac | La inflación evapora 4.877 millones del ahorro de los isleños

Varias personas esperan para utilizar un cajero. | | LP/DLP

Varias personas esperan para utilizar un cajero. | | LP/DLP / Dalia Guerra

El fantasma de una nueva crisis bancaria acecha. La quiebra del Silicon Valley Bank y el Signature Bank en Estados Unidos (EEUU) y la caída del Credit Suisse suizo y el desplome en bolsa del Deutsche Bank –que arrastró a las entidades europeas a un viernes negro la semana pasada– han agitado los recuerdos del crac financiero producido hace quince años. Pero mientras aquella crisis pilló a los canarios mucho más endeudados y con unos niveles de ahorro muy limitados, ahora la situación es drásticamente diferente. Los depósitos bancarios están en el Archipiélago en máximos históricos. Según los datos del Banco de España, las familias, empresas y administraciones públicas de las Islas tenían guardados a finales del año pasado en las entidades financieras 40.977 millones de euros. Una cifra nunca vista. Por el contrario, los canarios tienen ahora un nivel de crédito mucho menor que el que tenían en 2008. Si en aquel momento el montante que se debía ascendía a más de 55.000 millones de euros, hoy está casi 20.000 millones por debajo, en 38.384 millones.

Pero, ¿qué ha ocurrido en estos quince años para que la situación haya dado este vuelco? Por un lado, la crisis de 2008 produjo un profundo desapalancamiento de los sectores residentes del Archipiélago. El intenso parón económico y el endurecimiento de acceso al crédito por parte de las entidades bancarias redujo los niveles de deuda de los canarios. Por el contrario, el ahorro no ha hecho otra cosa que aumentar en los últimos años. ¿El motivo? La aversión al riesgo de los isleños hace que en los años en los que las perspectivas económicas eran negras el dinero se intentara quedar en el bolsillo. Una tendencia al ahorro que en el periodo de pandemia se volvió casi obligatoria, ya que las restricciones impedían gastar en buena parte del ocio al que estábamos acostumbrados.

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Mil millones de ahorro

El dinero depositado por los sectores residentes del Archipiélago en las entidades bancarias alcanzó a finales del año pasado los 40.977 millones de euros. Una cifra récord. 

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Mil millones de crédito

Los canarios están ahora mucho menos endeudados que cuando estalló la crisis financiera de 2008. En concreto, el crédito se situó al final de 2022 en 38.384 millones de euros. 

En los últimos meses, la expectativa de obtener un mayor rendimiento de los depósitos –que de momento no se ha producido– también puede haber avivado las ganas de ahorrar. La subida de los tipos de interés, iniciada el año pasado por el Banco Central Europeo (BCE) como estrategia para tratar de contener una inflación desbocada, debería haber desembocado en una mayor remuneración de los depósitos. Sin embargo, los grandes bancos no han empezado a hacerlo, lo que ha impedido que los ahorradores puedan compensar la pérdida de poder adquisitivo que han tenido derivada de la importante crisis inflacionista.

Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre abril de 2021 –momento en el que comenzó la escalada de los precios– y febrero de este año –último dato disponible en el Instituto Nacional de Estadística (INE)– los precios se han encarecido un 11,9% en el Archipiélago. ¿Qué significa? Que la extraordinaria subida del coste de vida ha hecho que los canarios puedan hacer menos cosas con el dinero que tienen depositado en los bancos. De hecho, si a los 40.977 millones se le descuenta el efecto de la inflación, los isleños disponen de 4.877 millones de euros menos que en aquel momento, ya que con la misma cantidad, y aunque esta haya aumentado, su poder adquisitivo ha menguado como efecto de la inflación.

Ahora el fantasma de una nueva crisis vuelve a aparecer y el miedo puede incrementar todavía más los niveles de ahorro. Sin embargo, la inestabilidad financiera pone en duda que el Banco Central Europeo pueda continuar con el paso que venía marcando hasta ahora: la continua subida de tipos para atajar la inflación. Seguir en esta tendencia puede comprometer la estabilidad del sector financiero, pero no hacerlo significa no proseguir con la estrategia marcada para rebajar la inflación hasta el objetivo del 2%. En su primera reunión tras el inicio de las turbulencias financieras el BCE no se salió del guion y subió los tipos medio punto, hasta el 3,5%. Aunque ya esta semana su presidenta, Christine Lagarde, rechazaba comprometerse a seguir subiendo los tipos.

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Los hogares están recurriendo a las tarjetas revolving para poder mantener los niveles de consumo ante la espiral inflacionista que menoscaba su capacidad adquisitiva. El crédito asociado a este mecanismo ascendió el año pasado en 1.400 millones de euros en toda España, alcanzando su cifra más alta desde 2019. De acuerdo con los datos del Banco de España, los consumidores deben un total de 11.465 millones de euros a través de estas tarjetas -en la que los clientes disponen de una línea de microcréditos para realizar los pagos que consideren oportunos hasta la cantidad que tienen autorizada-. Sin embargo, la deuda más cuantiosa de los españoles sigue siendo la que está asociada a una vivienda. A finales de 2022 ascendía a un total de 65.220 millones en todo el país. Se trata de la cantidad más alta, al menos desde 2013. Aunque no sorprende que en el último año se haya elevado después del boom que ha vivido el sector inmobiliario por los bajos tipos de interés que imperaban en el mercado hasta el pasado verano. | D.G. 

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