Huelga de Iberia | Incidencias en los aeropuertos canarios

Primera jornada de huelga con vuelos de ida y vuelta pero todas las maletas en tierra

Los paros del 'handling' provocan un "caos" en la entrega de equipajes

Los sindicatos avisan de que lo peor "está por llegar"

Concentración convocada por el sindicato USO en el Aeropuerto Madrid-Barajas, ayer.

Concentración convocada por el sindicato USO en el Aeropuerto Madrid-Barajas, ayer. / Efe

Más de uno se levantará esta mañana arrepentido de no haber añadido en su carta de Reyes Magos una maleta nueva. La primera de las cuatro jornadas de la huelga del handling –servicio en tierra– de Iberia generó ayer un «caos» en la carga y descarga de equipajes en los aeropuertos de las Islas. Fueron varios los aviones que salieron del Archipiélago con la bodega vacía y otros tantos los que volvieron desde la Península sin haber descargado en su primer destino. Generando así una «bola de incidencias» que, según los sindicatos convocantes –CCOO, UGT y USO–, será «más grave» con el paso de los días. Los paros comenzaron ayer, pero se alargará hasta el lunes.

Las incidencias más graves se registraron ayer en los aeropuertos de Barcelona y de Bilbao, pero las rutas de conexión con el Archipiélago sufrieron las consecuencias. «Por la mañana salió un vuelo a Barcelona y volvió con todas las maletas, allí ni abrieron la bodega», explica el responsable del sector aéreo de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Canarias, Antonio Sánchez. Según la compañía, los problemas con los equipajes en estos aeropuertos quedaron solventados antes de finalizar el día. 

Pero las incidencias con los equipajes también se originaron en Canarias. Los servicios mínimos decretados para el Archipiélago no evitaron que varias rutas nacionales e internacionales despegaran con la bodega vacía. Vuelos hacia Helsinki, Madrid o Alicantes, fueron algunos de los afectados. 

Además, se dieron otros episodios inusuales. «Algunos aviones tuvieron que esperar más de 10 minutos por los calzos y hubo compañías que recurrieron a los tripulantes de cabina para descargar las maletas», explica Sánchez sobre la jornada.

Las bodegas de varios aviones que despegaron de Canarias llegaron vacías al destino

Según los sindicatos convocantes, las consecuencias «reales» de la huelga se verán a partir de hoy. «Los viernes son días flojos en los aeropuertos canarios, hoy ya empieza la operación retorno y el caos será mayor», asegura responsable del sector aéreo de UGT en Canarias, Orlando Robledano, quien denuncia «los abusivos servicios mínimos» planteados por Iberia para estos días. «Ayer había más gente programada que en días habituales», apunta. 

Los sindicatos aseguran que, fuera de los servicios mínimos, el 100% de los trabajadores secundó los paros en las Islas. Según la compañía, a nivel nacional, el seguimiento de la huelga fue del 14,61%. 

Además de las incidencias con los equipajes, la huelga llevó a la empresa a cancelar con antelación 444 vuelos para los días 5, 6, 7 y 8 de enero. En Canarias fueron 20, 12 en la ruta entre Madrid y Gran Canaria y ocho en la ruta con Tenerife Norte. «Lo que sí ha sido un éxito es la suspensión de los vuelos porque sirve para demostrarle a Iberia que no siempre puede salirse con la suya», apunta Robledano. 

El conflicto nace del descontento de los sindicatos con la empresa tras perder el servicio de handling en varios de los principales aeropuertos españoles en el concurso fallado por el gestor aeroportuario Aena en septiembre. Entre ellos, Gran Canaria y Tenerife Sur. Lo que condujo a la compañía a decidir subrogar a los trabajadores que prestaban este servicio a la nueva empresa adjudicataria del concurso de Aena. Algo que rechazan los sindicatos y reclaman a la empresa que apueste por el «autohandling» para poder prestar servicio a todas las aerolíneas del grupo IAG en los aeropuertos en los que había perdido el concurso. Iberia se opone. En la primera jornada de huelga no hubo intento de acercamiento entre las partes. «Nosotros estamos dispuestos a sentarnos en cualquier momento», recuerda Robledano. 

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