Canarias puede cubrir el 80% de la demanda eléctrica con placas en suelos construidos

Aprovechar el potencial del Archipiélago. Es el objetivo que vertebra los planes de futuro de la consejería de Transición Ecológica, que se ha propuesto utilizar espacios antropizados –que ya están en uso– para instalar energía solar fotovoltaica en las Islas y así evitar ocupar nuevas zonas. El plan del Gobierno se apoya en un estudio de la empresa pública Grafcan que refleja que aprovechando aparcamientos, embalses, invernaderos y cubiertas se podría llegar a cubrir el 80% de la demanda eléctrica de Canarias. Una estrategia «teórica», ya que en la práctica Canarias pretende completar su mix energético con otras renovables. «El potencial es enorme, pero no vamos a apostar solo por la energía solar, entre otras cosas porque necesitaríamos sistemas de almacenamiento brutales que ahora no tenemos», reconoce la viceconsejera del área, Julieta Schallenberg. 

El estudio del Grafcan permite saber la potencia y la producción anual en las infraestructuras

Aun así, los resultados, que nacen de un análisis de tres años, permiten pensar que existen «muchas posibilidades» para «sacarle más provecho» a los suelos ya construidos. Son varias las zonas que se han analizado. Por un lado, los datos del Grafcan, que identifica todos los puntos públicos y privados, apuntan a que solo con los invernaderos que hay en el Archipiélago podría cubrirse un 30% de la demanda eléctrica, con los aparcamientos un 7%, y un 4% con balsas y embalses. Además, el Ejecutivo ha estudiado, según la tendencia de construcción actual, las posibilidades que otorgan las cubiertas de los nuevos edificios que se construyan hasta 2040. «De media en las Islas podríamos cubrir un 10% de la demanda con este tipo de instalaciones», apunta la viceconsejera, quien asegura que desde la consejería se está trabajando para que en «todos los proyectos del futuro sea obligatorio instalar placas de este tipo».

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Otras de las partes de la estrategia canaria incluye apostar por las «zonas de protección» de infraestructuras como los márgenes de las carreteras, con lo que se podría cubrir el 25% de la demanda total de la región. «Vamos a intentar quitar presión sobre el suelo poniendo fotovoltaica en superficies que ya están en uso», insiste Schallenberg, quien reconoce que no todas las islas tienen el mismo potencial.

Problemas en Lanzarote

Según las previsiones de este estudio de Grafcan, solo aprovechando la superficie de invernaderos, La Palma podría producir más de un 50% de su demanda de electricidad. Pero más complicado lo tiene Lanzarote que cuenta con pocos invernaderos. «Tampoco tiene cultivos al aire libre, ni embalses, ni tantos parkings, pero aún así tiene infraestructuras para cubrir el 50% del total, lo que sigue siendo muchísimo», añade. 

En el caso de los aparcamientos, colocar una cubierta fotovoltaica, genera varias ventajas. «Genera sombra para los vehículos y además ofrece la posibilidad de colocar cargadores renovables para los coches eléctricos», apunta la viceconsejera. 

En todo este proyecto se incluye una novedad, la primera instalación de energía solar flotante en una presa. Un proyecto piloto y pionero en las Islas para la instalación de un sistema de placas solares flotante en la balsa de San Antonio, en La Matanza (Tenerife). «Todavía no está en marcha, pero será pronto», asegura Schallenberg. 

Transición Ecológica ha destinado nueve millones de euros derivados de los Fondos Next Generation para la instalación de energía solar fotovoltaica en estos espacios antropizados y se ha puesto en contacto con los ayuntamientos para animarlos a realizar proyectos en estas zonas fijándose en los datos que proporciona el Grafcan. 

Schallenberg: «Vamos a intentar quitar presión al suelo y usar superficies en uso»

Y es que serán los ayuntamientos los encargados de tramitar las solicitudes de instalación de renovables en estas zonas. «Es prioritaria nuestra coordinación con los municipios, pues será vital para acelerar la penetración de estas energías y alcanzar nuestro objetivo de descarbonización de Canarias para 2040», explica la responsable del área, quien se reunió la pasada semana con la Federación Canaria de Municipios (Fecam) para abordar estos temas. «Se mostraron muy sorprendidos de la potencialidad de la herramienta del Grafcan porque es una forma de planificar sus municipios que hasta ahora no tenían», añade. El visor permite conocer la potencia y la producción anual de energía que permite cada una de las infraestructuras. 

Según Schallenberg hasta ahora se ha hecho mucho trabajo técnico y ahora toca «focalizarse en el administrativo» y en la propia ejecución de estos contratos para los propietarios que van a colocar este tipo de instalaciones. Tanto en espacios públicos, como en los privados. «Se pueden dar muchos casos porque habrá propietarios de aparcamientos que estén dispuestos a instalar placas, pero no quieran hacerse cargo de ese negocio y tengamos que llegar a acuerdos público-privados», adelanta la viceconsejera, quien insiste que uno de los objetivos prioritarios de la estrategia es simplificar el proceso para que se materialice lo antes posible. 

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