Agricultura

Los agricultores canarios se plantan: «No somos delincuentes, ya está bien»

Los agricultores están «ahogados» con las políticas agrarias europeas y cansados de «competir en desigualdad de condiciones» con productos de terceros países

Planas asegura que el Gobierno "escucha, comprende y apoya" a los agricultores y ganaderos

Video: Agencia ATLAS | Foto: JOSÉ CARLOS GUERRA

Los agricultores canarios están al límite. Critican que no se cumpla con la ley de cadena alimentaria y se sienten «ahogados» con las políticas agrarias europeas, por lo que están dispuestos a unirse a las protestas que han comenzado en otros puntos del continente. Exigen un mayor control de los productos que se importan de terceros países para competir «en igualdad de condiciones»

El vaso de la paciencia de los agricultores canarios está a punto de rebosarse. Llevan años sufriendo las consecuencias de la pandemia y la guerra de Ucrania y hace tiempo que la palabra «rentabilidad» ha perdido el sentido para ellos. Están cansados de que no se cumpla la ley de cadena alimentaria y de verse «agobiados» por las políticas agrarias que impone Europa mientras compiten «en desigualdad de condiciones» con las importaciones que llegan de terceros países.

Por eso han decidido sumarse a la ola de indignación que se vive en el sector primario europeo y no descartan tomar parte en las protestas que se organicen desde las asociaciones canarias. «No somos delincuentes, ya está bien de agobiarnos con papeleos cuando nuestra competencia tiene las puertas abiertas», denuncia el agricultor Modesto Medina, que asegura que «saldrá a la calle» para evitar que «el sector acabe de extinguirse».

También está dispuesto a unirse a las protestas el productor canario Leopoldo Martín, quien lleva más de 40 años dedicándose al campo. «La UE tiene que ser igual de exigente o más con los alimentos importados que tanto daño hacen al agricultor canario», reclama.

Un agricultor grancanario

Un agricultor grancanario / José Carlos Guerra Mansito

A Martín le preocupan las plagas que vengan de fuera y exige «la misma rigurosidad» para todos los actores. «Es increíble que tengamos que cumplir mil normativas europeas y después aquí se consuman alimentos que han crecido utilizando productos que llevan prohibidos desde los años 70», recuerda.

Gonzalo García, productor: «No me extraña que los jóvenes no quieran ni oír hablar de esto»

Los agricultores canarios se quejan, además, de la desigualdad que existe entre el precio en el mercado y la cantidad que ellos reciben por sus productos. «Nos está costando más cultivar, pero vendemos al mismo precio y después vemos cómo en los supermercados está un euro y medio por encima de lo que hemos recibido», relata Gonzalo García, otro productor isleño.

Con esta situación, a García no le sorprende que los más jóvenes «no quieran ni oír hablar» de esta profesión en la que «todo es un riesgo» y «nunca sabes lo que vas a ganar».

Tampoco le pilla por sorpresa a Domingo Navarro, quien reconoce que actualmente «gana lo justo» en su finca para poder sobrevivir. Aun así, confía en que exista un futuro para el sector que pase por el compromiso de las instituciones para seguir aportando subvenciones que les permitan contar con «un poco de oxígeno». «Gracias a las ayudas es como vamos escapando; si no, solo estaríamos hablando de pérdidas», aclara.