Consecuencias de las elecciones

El PSOE resiste en Fuerteventura la pérdida de poder político tras el 28M

Blas Acosta pasa de perder las elecciones a ser vicepresidente del Cabildo gracias a un pacto con CC, que temía perder la presidencia de la Corporación

Blas Acosta (segundo por la derecha), junto a Mario Cabrera en la firma del pacto CC-PSOE en Fuerteventura.

Blas Acosta (segundo por la derecha), junto a Mario Cabrera en la firma del pacto CC-PSOE en Fuerteventura. / CARLOS DE SAÁ / EFE

La importante pérdida de poder político que ha sufrido el PSOE tras los resultados de las elecciones del 28-M resiste en Fuerteventura. La isla majorera ha vivido su particular juego de tronos entre los tres partidos mayoritarios –CC, PP y PSOE– y finalmente el pacto en cascada entre nacionalistas y populares no ha cuajado, por lo que los socialistas se han convertido en los socios de Coalición Canaria para hacerse con el control del Cabildo insular y de cuatro de los seis ayuntamientos de la isla. El líder del PSOE majorero, Blas Acosta, ha conseguido sacar rédito de la derrota socialista para convertirla en una victoria política frente a lo sucedido en otras islas, donde los socialistas han sido desalojados por el traslado del pacto autonómico al resto de instituciones.

El PSOE cosechó en el Cabildo de Fuerteventura una derrota sin paliativos al quedar como tercera fuerza tras CC y PP, aunque empatado a consejeros con los populares. Desde sectores de los socialistas majoreros y del partido a nivel autonómico se interpretó este resultado como el aviso de que el partido en la isla necesita una renovación de nombres y discursos y que el relevo de Acosta al frente del PSOE majorero se tiene que producir tarde o temprano. El pacto natural que se estaba dando dejaba a los socialistas en la oposición en prácticamente todas las instituciones majoreras excepto en Pájara, donde ganó Alejandro Jorge, ex de NC y ahora en las filas socialistas.

Sin embargo la situación política en Fuerteventura ha quedado muy enrarecida tras cuatro años convulsos que han afectado tanto al Cabildo como a varios ayuntamientos, entre ellos Tuineje, La Oliva y Puerto del Rosario. Los conflictos personales, los vetos cruzados y los enfrentamientos enquistados han pasado factura y como en río revuelto ganancia de pescadores finalmente fue Blas Acosta el que se llevó el gato al agua ante la inexperiencia de la que hizo gala la dirección del PP de Fuerteventura.

Desde el momento en que llegó a oídos de CC que el PP ponía dificultades para respaldar a Lola García en la presidencia del Cabildo si no mantenía la Alcaldía de Tuineje o que el presidente de los populares majoreros, Fernando Enseñat, se postulaba como alcalde de Puerto del Rosario, los nacionalistas maniobraron para frenar estas apetencias y encontraron en Blas Acosta la disposición para pactar el Cabildo, Puerto del Rosario, Tuineje, La Oliva y Pájara de una tacada. De la dura derrota y hacer de la necesidad virtud el líder socialista majorero vio la oportunidad de seguir en el poder y evitar agudizar la debacle socialista que ya se ha producido en Tenerife, Lanzarote o La Palma por los pactos entre CC y PP. Hay que conocer la compleja realidad de la política de Fuerteventura para analizar una alianza que no es la primera vez que se produce y en la que los nacionalistas han pactado en etapas anteriores tanto con el PP como con el PSOE.

Mario Cabrera y Blas Acosta son viejos conocidos, ya que el líder socialista ha sido vicepresidente de la Corporación insular majorera con Cabrera y con el retirado Marcial Morales en anteriores mandatos. La pugna entre las dos formaciones en la política majorera ha sido una constante hasta que en el mandato que termina Acosta se vio ante la oportunidad de presidir al Cabildo tras su victoria electoral. La presidencia de Acosta duró poco más de un año y a partir de ahí dio comienzo la etapa más convulsa que ha experimentado la Corporación insular majorera.

Con el acuerdo firmado ahora el líder socialista de Fuerteventura vuelve a convertirse en vicepresidente del Cabildo cuando hasta hace unos ya se veía en la oposición, consolida la Alcaldía de Pájara, su municipio de procedencia y donde fue concejal varios mandatos, y cogobierna en Tuineje, Puerto del Rosario y La Oliva. Antigua no entra en el pacto insular porque Matías Peña (NC) logró un pacto antes de que finalizaran las negociaciones del resto de formaciones de la isla.

Jarro de agua fría

El pacto de Fuerteventura sentó como un jarro de agua fría en las negociaciones del pacto autonómico entre CC y PP. Las explicaciones de la formación nacionalista majorera a la dirección del partido no gustaron en un primer momento y la dirección del PP asistió con preocupación a cómo se les escapaba de las manos su consolidación en la isla majorera, donde lograron un resultado más que aceptable.

La astucia del líder majorero le permite capear los efectos del ‘caso Mediador’ y los malos resultados

El éxito del pacto autonómico en las plazas vitales de CC en Tenerife –Cabildo y capital– o en Lanzarote convierten el pacto de Fuerteventura en un «daño colateral» que se han visto obligados a asumir los populares, que tendrán que reconsiderar ahora la situación en la que queda la organización en la isla. En la firma del pacto hace unos días Blas Acosta comprometió su palabra a que no habrá censuras ni en el Cabildo ni en los ayuntamientos donde hay pactos con CC, lo que supone estabilidad política para la isla y cierto sosiego para la organización socialista de la isla tras las repercusiones del caso Mediador y los malos resultados electorales. Ahora la renovación pendiente en el partido se hará con más tranquilidad.

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Blas Acosta ha sido uno de los principales respaldos de Ángel Víctor Torres primero para convertirse en secretario general del PSOE canario y después para llegar a presidente del Gobierno. Se trata de uno de los principales barones de los socialistas canarios junto a Sebastián Franquis, Dolores Corujo y Pedro Martín. Cuando Acosta dimitió como presidente del Cabildo de Fuerteventura antes de que le presentaran una moción de censura, Torres lo rescató para el Gobierno y lo designó viceconsejero de Economía. Durante esta etapa fue exonerado por la Justicia de las imputaciones que pesaban sobre él y volvió a presentarse como candidato al Cabildo, pero en esta ocasión no logró unos buenos resultados en comparación con los de hace cuatro años. Pero el dirigente majorero resurge y logra de nuevo ser vicepresidente del Cabildo junto con CC en un compromiso de cuatro años. Ahora queda que vuelva la estabilidad a las instituciones majoreras, algo a lo que se han comprometido CC y PSOE. | R.A.D.

Resultados elecciones 28M en Canarias

Recuerda que el 28 de mayo puedes consultar en La Provincia los resultados de las elecciones autonómicaselecciones a cabildos elecciones municipales en Canarias 2023:

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