Elecciones generales

Sánchez y Feijóo, ante una cita electoral decisiva: los escenarios de futuro de cada líder tras el 23J

En ambos partidos se ha instalado la impresión de que un fracaso electoral les llevará a dar un paso atrás

Sánchez y Feijóo, durante el único cara a cara mantenido en campaña, el pasado 10 de julio en Atresmedia.

Sánchez y Feijóo, durante el único cara a cara mantenido en campaña, el pasado 10 de julio en Atresmedia. / José Luis Roca

Juan Ruiz Sierra / Pilar Santos

El futuro de España se dirime este domingo, pero también el de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El PSOE y el PP evitan hablar en público sobre qué pasará con sus líderes si no logran la investidura. Pero en ambos partidos se ha instalado la impresión de que un fracaso electoral les llevará a dar un paso atrás. Estos son los escenarios que dibujan socialistas y populares dependiendo del incierto resultado en las urnas.

El todo o nada del presidente

La pregunta aparece en cada una de las múltiples entrevistas que Pedro Sánchez ha protagonizado durante esta campaña. ¿Qué hará si no logra ser reelegido y tiene que abandonar la Moncloa? El presidente del Gobierno evita ponerse en esa situación. Aún menos durante estos últimos días en los que los socialistas han recuperado el ánimo y aseguran que el PP y Vox no tendrán mayoría. “El PSOE va a ganar las elecciones. Pregúnteme por esa cuestión el 24 o el 25 de julio”, suele contestar Sánchez. En privado, sin embargo, el partido especula sobre qué ocurrirá a partir de este domingo. La conclusión más extendida es que si la derecha alcanza el poder, el secretario general dará un paso atrás. 

Si Sánchez revalida su mandato, el presidente agrandará todavía más su leyenda de dirigente indestructible, alguien capaz de levantarse en el último momento cuando todo el mundo le daba por derrotado. El líder socialista reforzaría su liderazgo interno, gracias a un grupo parlamentario diseñado a su medida, con una elevadísima presencia de miembros del actual Gobierno y de integrantes de su núcleo duro en la Moncloa, y a la renovación casi absoluta de las federaciones socialistas, que aguardan para acometer sus relevos. Tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo, que precipitaron la convocatoria de generales, solo el castellano-manchego Emiliano García-Page y el asturiano Adrián Barbón consiguieron gobernar. 

En casi todos los demás territorios, con la excepción de Cataluña, donde no se discute la autoridad de Salvador Illa, se esperan cambios. Pero estos dependerán en gran medida de lo que ocurra el domingo. Con Sánchez derrotado, dando paso a Alberto Núñez Feijóo en la Moncloa, su capacidad para pilotar el destino del partido será mucho menor. De hecho, varios dirigentes abren la puerta a que si el resultado de las generales es “indiscutiblemente malo”, con el PSOE por debajo de los 100 diputados y una suma del PP y Vox muy por encima de los 175 que marcan la mayoría absoluta, el actual presidente podría incluso dimitir como líder del PSOE la misma noche electoral, algo que ya hizo Joaquín Almunia en el año 2000.   

Pero ese es un escenario que el partido descarta. Más probable, a tenor de las encuestas, es un desenlace en el que Feijóo siga alcanzado el poder pero el PSOE obtenga algo menos del 30% de las papeletas y 110 escaños. Si se cumple esta hipótesis, casi todos los altos cargos consultados creen que Sánchez convocaría un congreso extraordinario para después del verano

Lo cual, a su vez, abre la discusión de quién tomaría el relevo al frente del PSOE. De momento, nadie se atreve a anticipar gran cosa. Los socialistas suelen ser dados a las sorpresas cuando eligen a su líder (José Luis Rodríguez Zapatero en 2000 y el propio Sánchez en 2017, por ejemplo), pero empieza a extenderse en sus filas la idea de que esta vez debería ser una mujer. A las puertas de la cita con las urnas, se trata de quinielas sin excesivo peso, por los nombres que empiezan a sonar son los de Isabel Rodríguez, Pilar Alegría y María Jesus Montero

Hay, por último, una posibilidad más: el bloqueo político, que ni Sánchez ni Feijóo sean capaces de forjar una mayoría parlamentaria suficiente para ser investidos, abocando a España a una nueva repetición electoral. Aquí el jefe del Ejecutivo volvería a presentarse, explican sus colaboradores. Todo puede pasar. 

La única oportunidad para el político gallego

Cuando Pablo Casado perdió las dos elecciones generales de 2019 siempre recordaba que sus antecesores en la presidencia del PP habían tenido tres oportunidades para alcanzar la Moncloa. José María Aznar se convirtió en presidente del Gobierno después de caer en las generales de 1989 y 1993 y Mariano Rajoy, tras pasar por las urnas en 2004 y 2008.

Ahora, en cambio, la política española ha adquirido una velocidad desde 2014 que ha laminado liderazgos en tiempo récord: ni Casado ni Albert Rivera (Ciudadanos) ni Pablo Iglesias (Podemos) llegaron a superar los seis años en la primera línea. Esta dinámica y algunas insinuaciones del propio Feijóo estos meses atrás hacen pensar que el presidente de los populares va a tener solo esta oportunidad para dormir en la Moncloa

Tiene muchos elementos de cara para conseguirlo: el desgaste de Pedro Sánchez, un PP lanzado tras los resultados de las municipales de mayo y su propio currículum. La biografía autorizada del líder de los populares, del periodista Fran Balado, se titula ‘El viaje de Feijóo. El niño de aldea que nunca perdió unas elecciones’. Él está muy orgulloso del apoyo de los gallegos, que le dieron cuatro mayorías absolutas. 

Este domingo tiene la oportunidad de volver a demostrar que nunca pierde unos comicios, aunque otra cosa será que, pese a ser el más votado, pueda ser investido presidente. Para llegar a esa segunda fase, según señalan todas las encuestas, necesitará sumar a sus escaños los que saque Vox y alcanzar la mítica cifra de los 176 diputados que marcan la mayoría absoluta. 

Si hubiera un empate entre el bloque de derechas (PP y Vox) y de izquierdas (PSOE, Sumar y el resto de partidos pequeños) y la situación llevara a un callejón sin salida porque ninguno de los dos grandes partidos se abstiene para que gobierne el otro, habría que repetir las elecciones (como ya ocurrió en 2015 y 2019). En ese supuesto, Feijóo sería de nuevo el candidato

Improbable es, según tres barones consultados para esta crónica, que se mantuviera en el Congreso de los Diputados como jefe de la oposición si Sánchez siguiera siendo el presidente del Gobierno. En ese caso, una hipótesis que los tres barones comentan a regañadientes, creen que se abriría un proceso de primarias en el que los dos favoritos serían Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Ambos disfrutan de sólidas mayorías absolutas en sus territorios y se han ganado el respeto de sus compañeros de filas.

Moreno tiene a varios de sus antiguos colaboradores en Andalucía trabajando cerca de Feijóo (el coordinador general, Elías Bendodo, y el vicesecretario de Economía, Juan Bravo) y Ayuso ha ganado influencia en el equipo del presidente del PP a través de Miguel Ángel Rodríguez, su jefe de gabinete. Estas últimas semanas se ha sabido que Rodríguez estuvo reunido con Feijóo el día del cara a cara con Sánchez, un debate que el político gallego ganó de calle y que ha sido clave en la campaña electoral.

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