El archipiélago canario no tiene un extenso pasado urbano, por lo que no pueden encontrarse en su orografía volcánica templos de origen romano o cimientos de ciudades medievales. No fue hasta la conquista del Archipiélago, en el siglo XV, cuando se imparte el conocimiento del trazado urbano. Sin embargo, desde esa fecha, las Islas han sabido mantener la esencia de muchos de esos primeros asentamientos. Existen actualmente maravillosos cascos históricos en Canarias, muy bien conservados y restaurados, que transportan a visitantes y residentes a otro tiempo. Las casas señoriales, los viejos adoquines y el mobiliario callejero permiten, mediante un paseo por sus calles a modo de viaje en el tiempo, el reencuentro con la historia, los mitos y las leyendas de Canarias.

IMAGEN DE SANTA CRUZ DE LA PALMA. DEBAJO, IMAGEN DE BETANCURIA, EN FUERTEVENTURA.

Las Palmas de Gran Canaria: fundada oficialmente por el capitán Juan Rejón el 24 de junio de 1478, a orillas del Barranco Guiniguada, junto a un exuberante bosque de palmeras, pronto se le conoció como el ‘Real de las Tres Palmas’ y, no muchos años después, ya como la Villa de Las Palmas, que recibiría en 1515 el título de Muy Noble Ciudad Real de Las Palmas, quedando pronto configurada por el barrio de Vegueta, el de Triana y los asentamientos en los Riscos de San José, San Juan, San Roque y San Nicolás, actual centro histórico de la ciudad.

Betancuria: ubicada en el centro-oeste de la isla de Fuerteventura, es uno de los más importantes hitos coloniales de la historia de las Islas Canarias. Fundada en 1404 por el caballero normando Jean de Bethencourt, que eligió un valle interior apartado del mar para lograr mejor defensa ante los piratas, alcanzó su apogeo durante el siglo XVIII gracias a sus excelentes cosechas de cereal de secano. Destacan las iglesias de Santa María y de la Concepción y las ermitas de Santa Inés y de Nuestra Señora de la Peña, así como el antiguo convento franciscano de San Buenaventura.

Ciudad de Santa Cruz de la Palma

Ciudad de Santa Cruz de la Palma

Como sede del primer Juzgado de Indias, la ciudad vio pasar muchas de las riquezas que los españoles trajeron de sus colonias en el continente americano.  

Santa Cruz de la Palma: situada en el este de la isla de La Palma, la capital es una ciudad histórica de largo acervo. Fundada el 3 de mayo de 1493 por el adelantado Alonso Fernández de Lugo, fue puerto importante en la ruta entre Europa y las colonias en América. El siglo XVI fue su época de mayor esplendor al convertirse en tercer puerto de Europa, después de Amberes y Sevilla. Conjunto histórico-artístico, la ciudad posee templos con abundante arte religioso flamenco y una singular serie de balcones de madera labrada que miran hacia el mar.

Santa Cruz de Tenerife: situada en el nordeste de la isla, la capital conserva las huellas del paso del tiempo y una historia de más de cinco siglos. Fundada el 3 de mayo de 1494 por el adelantado castellano Alonso Fernández de Lugo, se convirtió pronto en puerto clave en la ruta comercial entre Europa y las colonias de América. Trufada de templos y edificios históricos, mantiene zonas pintorescas en las plazas del Príncipe, Weyler, San Francisco y la Candelaria. La bahía de Santa Cruz de Tenerife ha mantenido su histórica estampa marinera con edificios antiguos como la iglesia de la Concepción o el palacio de Carta.

San Cristóbal de La Laguna: el Centro Histórico de la ciudad tinerfeña es una de las joyas patrimoniales de Canarias, representante ante el mundo de ciudad colonial española no amurallada. Cuenta con el casco antiguo más rico y mejor conservado de la isla de Tenerife y desde finales del siglo XX goza del título de ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. San Cristóbal de La Laguna fue la primera ciudad fundada en Tenerife, en el año 1496 por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo, y sirvió de inspiración a ciudades como La Habana Vieja o Cartagena de Indias.