La jubilación es uno de los temas que más preocupa a los trabajadores que están a punto de cumplir la edad deseada. Según la ley actual en España, un contribuyente puede jubilarse a los 65 años siempre que cuente con un periodo de cotización a la Seguridad Social de 37 años y 9 meses o por el contrario se puede jubilar con 66 años y 4 meses. Existen algunos casos en los que una persona puede tener una jubilación anticipada, ya sea voluntaria o involuntaria.

El Gobierno de España sacó adelante la reforma de las pensiones en el mes de diciembre y que cuenta con el visto bueno de la Unión Europea. En dicha norma se prevé un subida de las pensiones que ha entrado en vigor desde principios de 2023 de un 8,5% para las pensiones contributivas y de un 15% para las no contributivas. Por otra parte, también se contempla un retraso en la edad de jubilación hasta los 67 años y que se hará de forma progresiva hasta 2027.

La cuantía de la pensión depende de varios factores, entre ellos el tiempo cotizado a lo largo de la vida laboral. Con la actual subida de precios, los jubilados están más preocupados con la prestación final que reciben todos los meses. Por eso muchos terminan renunciando a la jubilación anticipada ya que se aplican una serie de coeficientes reductores de la pensión

¿Cómo acceder a la jubilación anticipada?

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) permite a un trabajador adelantar su edad de jubilación en 24 meses, es decir, en dos años. Por lo que si ha cotizado 37 años y 9 meses o más en su vida laboral podrá jubilarse en 63 años o en caso de no llegar a esa cifra hacerlo con 64 años y cuatro meses. Eso sí, cabe tener en cuenta que dependiendo el número de meses que se adelante la jubilación, se aplicará una reducción u otra, sabiendo que cuanto más se adelante, más se reducirá.

En caso de que se trate de una jubilación anticipada forzosa, la Seguridad Social permite la retirada del mundo laboral con 61 años si se llega a la cifra mínima de cotización, o hacerlo con 62 años y cuatro meses. Esta jubilación es aquella que se realiza por cuestiones ajenas a la voluntad del trabajador y que permite la retirada 4 años antes de lo que marca la normativa.

Las jubilaciones anticipadas son un tipo de prestación contributiva que se financia con las cotizaciones de los trabajadores durante la vida laboral. Para calcular la cuantía total de la jubilación anticipada es necesario tener en cuenta algunos factores como son: la edad de jubilación, la base reguladora, el coeficiente reductor. Además, nunca se podrá superar la pensión máxima que en 2023 ha quedado establecida en 3.059 euros mensuales, tal y como recogen los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Edad de jubilación

La edad de jubilación es uno de los factores más importantes para poder calcular la pensión de jubilación. En España, la edad de jubilación se sitúa en los 66 años y 4 meses en 2023, aunque en el caso de haber cotizado 37 años y 9 meses se puede hacer con 65 años.

Base reguladora 

La base reguladora es otro aspecto clave. Para calcularla es la media de las bases de cotización de los últimos 25 años del trabajador. Para ello se toman las bases de cotización de los últimos 300 meses y se divide entre 350. La base reguladora se utiliza para calcular la pensión inicial del trabajador. A más tiempo cotizado, más porcentaje de la base reguladora que formará la pensión de jubilación. 

Para cobrar el 100% de la base reguladora es necesario tener cotizados 37 años y 9 meses. En caso contrario se partirá desde el 50% y los 15 años cotizados. A partir de ahí se irá sumando un 0,21% por cada uno de los siguientes 49 meses cotizados y un 0,19% por cada uno de los 209 meses siguientes a partir de lo comentado anteriormente.

Coeficiente de reducción

A continuación se puede observar la tabla de los coeficientes reductores teniendo en cuenta el tiempo en meses que se adelanta la cotización y el número de años trabajados:

Cabe destacar que, según la normativa actual, para acceder a una pensión contributiva en España es necesario tener como mínimo 15 años cotizados a la Seguridad Social, dos de los cuáles deben situarse entre los últimos 15 años previos a dicha solicitud. En caso contrario, se puede acceder a una pensión no contributiva, aunque la cuantía de esta es menor.