El proyecto de reintroducción de la foca monje ( Monhachus monhachus ) en Fuerteventura cobra de nuevo actualidad no solo por la recuperación de esta especie en Cabo Blanco, en la costa de Mauritania, cuyos ejemplares serian cedidos para formar la colonia majorera, sino porque uno de los principales enclaves para el desarrollo de este proyecto, el paraje de Cueva de Lobos, se encuentra dentro del perímetro del Campo de Tiro y Maniobras de Pájara lo que podría afectar a la viabililidad del regreso de este mamífero marino que habitó en algunas zonas de la isla hasta la mitad del siglo XX. El director de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, Tony Gallardo, alertó ayer que las maniobras militares masivas son incompatibles con este proyecto de conservación

Los ecos de la sentencia del Tribunal Supremo desestimando el recurso del Cabildo majorero contra la declaración del Campo de Tiro de Pájara como de interés para la Defensa Nacional no se han apagado en la isla. De hecho, el Alto Tribunal reconoce en su fallo la existencia en el interior de la polémica zona militar de espacios de alto valor ambiental incluidos en la Red Natura 2000. Se refiere al paraje de Cueva de Lobos e indica al Ejercito que ante cualquier actuación que pueda afectar la citada zona de especial protección deberá someterse a evaluación de impacto ambiental.

El Plan de Acción de la Reserva de la Biosfera recoge, entre otras actuaciones, el estudio de viabilidad para la reintroducción de la foca monje estableciendo dos zonas: la Cueva de Lobos, en la costa oeste de la isla, y el pequeño Islote de Lobos.

Gallardo, señaló, que: " Este plan es el proyecto estelar de la Reserva de la Biosfera recogido en su plan de acción y conservación". También, agregó, que: " Si bien el Estado considera que la zona del Campo de Tiro es de importancia para la defensa nacional, desde el punto de vista europeo esta zona es también importante para la conservación de la biodiversidad".

En opinión de Gallardo, " la actividad militar intensiva es incompatible con el proyecto de reintroducción de la foca monje en esa zona de Cueva de Lobos. Los ruidos de las bombas, torpedos, disparos, el tránsito de tanques y vehículos o la actividad humana destruyen el hábitat elegido para el regreso de esta especie en peligro de extinción". Además, fue más allá de sus críticas al señalar que " el Ministerio de Defensa debería facilitar el desarrollo de este proyecto".

Corredor natural

En 1995 se iniciaron las actuaciones dirigidas a la reintroducción de la foca monje en Canarias, a través del proyecto Life aprobado por la Comisión Europea en 1994. Dicho plan se desarrollaba en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, ejecutándolo diferentes organismos a través de convenios, como la Universidad de Las Palmas, la Universidad de Barcelona y la Asociación para el Estudio y Conservación de la Foca Monje (ISIFER). El objetivo era valorar la viabilidad técnica de la reintroducción de la especie, para frenar los problemas de la supervivencia ocasionados por la fragmentación de la población. El regreso de la foca monje al Archipiélago canario y en concreto a Fuerteventura, se crearía un corredor natural genético con las poblaciones de Mauritania y Madeira.

Sin embargo, el proyecto se tambalea cuando en mayo de 1997, se origina una mortandad masiva de focas en la colonia de Cabo Blanco, debida a una toxina paralizante segregada por una alga dinoflagelada que mermó de forma considerable la población. Con esta tragedia se paralizó el proyecto de reintroducción. Una vez que la colonia mauritana se ha recuperado se abre una puerta a la esperanza para el regreso de la foca