"¡Venga, que hace mucho calor y nos queremos mojar!", grita Yéremy, de 17 años. A su alrededor, un alboroto de chiquillos se intenta organizar en dos equipos para empezar a jugar con los globos de agua que aguardan en varios baldes. Cuando consiguen separarse en dos filas, una frente a la otra, Antonio, monitor de la empresa de animación Limonium Canarias, explica las actividades que van a desarrollar. "Empezamos con '1,2,3, alerta'", explica. Todos los participantes comienzan entonces a lanzarse los globos por turnos y, uno a uno, se van mojando entre risas, aplausos y abrazos.

Yeremy es uno de los 35 niños y niñas de entre 10 y 17 años que están participando en el V Campamento Niños con Cáncer, organizado por la Asociación Pequeño Valiente en la Finca de Osorio, en el municipio de Teror. Los menores han venido de todas las islas a compartir una semana de actividades que fomentan el aprendizaje y la sensibilización por el cuidado y respeto del medio ambiente y que promueve hábitos de vida saludable.

Yéremy cuenta que es de Gáldar y que este es el segundo año que participa en la iniciativa. "El año pasado vine y me encantó, me lo pasé genial y por eso quise volver", explica. Lo que más le atrapó, asegura, fue el lugar: "El bosque, el parque de las brujas, el jardín... Está todo guapísimo", dice sin dudar ni un segundo.

Su experiencia en el campamento está siendo tan satisfactoria que comenta que el próximo año, cuando cumpla 18, volverá como monitor o voluntario. "No voy a dejar de venir y dejar de ver a todos los niños. Además, tengo un montón de ideas para desarrollar nuevas actividades", dice entusiasmado este futuro estudiante de Educación Social, carrera que le encantaría comenzar el próximo curso.

El chico, además, está maravillado con el cocinero del campamento, de quien, asegura, tiene "un arte" con la comida. "El chaval es lo más grande que hay. En mi casa hacen potaje y ensaladas y no me los como, pero aquí yo no sé qué les hace que está todo buenísimo", relata con admiración.

Saray, de 11 años y de Fuerteventura y sus amigos Axel y Jonathan, de 12 y ambos de Tenerife, corroboran lo buenos que están los platos que les sirven. "Es verdad. De mi madre no me como ni los macarrones", bromea Jonathan, mientras sus amigos proponen llevar al cocinero a cada una de sus casas.

Axel intenta hablar, pero se ha levantado con una ronquera que hace que tenga que hacerlo bajito, aunque asegura que "es de lo bien que nos lo pasamos". "Yo el primer día también estuve ronco", cuenta Jonathan, quien añade que "por la noche nos ponemos todos a correr y con la música y por eso nos pasa. Pero es muy divertido".

"A mí me encanta jugar al 'bote bote', que es como el escondite, y por las noches cantar y hacer retos", cuenta Clesay, que tiene 11 años y ha venido por segunda vez desde Tenerife. Los chiquillos desvelan que el campamento está dando para mucho y que, incluso, algunos se han echado novios. "A mí el año pasado me gustaba uno, pero ahora lo he visto y no estoy segura de que sea el mismo. ¡Es que los niños han crecido tanto que me confundo!", cuenta entre risas Nayeli, de nueve años.

En las mejores manos

Los monitores de Limonium Canarias que animan el campamento cuentan que lo imprescindible es conseguir que los niños y las niñas se lo pasen en grande. "Hacemos gymkanas, juegos con agua, populares, cantamos... Realmente, hacemos todo lo que se nos ocurre", explica Rebeca Santana, de 29 años. La joven, que participa por primera vez en la iniciativa, destaca que "la experiencia está siendo genial. Esto es muy beneficioso para ellos y también para nosotros. Nos complementamos entre todos."

Los menores, además, están cuidados en todo momento por profesionales del ámbito sanitario. Delia Morán, de 24 años, es una de las enfermeras que pasa las 24 horas con los chiquillos. "Nosotras aquí estamos atentas a que los niños se tomen sus medicaciones y les atendemos si alguno se pone malito o si hay que hacerles alguna cura", explica. "Y, por supuesto, estamos para darles mucho amor. Estos días en Osorio están siendo increíbles con ellos", añade.

El V Campamento Niños Con Cáncer es "especial", según asegura José Jerez, presidente de Pequeño Valiente, quien añade que se trata de "una oportunidad para que niños de todas las islas compartan experiencias en un lugar tan bonito como este". "La finca de Osorio es un paraíso que tenemos aquí en Teror y nos enorgullece que los niños puedan venir a disfrutarlo", destaca Gonzalo Rosario, alcalde del municipio.

La iniciativa, que comenzó el pasado lunes y finalizará en el día de hoy, ha sido organizada por la Asociación Pequeño Valiente, impulsada por David Bramwell y financiada por AMFM y la Fundación Júngel San Juan.