¿Ha faltado a alguna de las ediciones de la Feria
A ninguna de la dieciséis ediciones celebradas hasta ahora. Me da igual que venda o no. Es muy difícil vender prendas hiladas con lana. Eso sí, son de calidad. No da para vivir. Vengo para darlo a conocer, para que no se olvide como una actividad tradicional y porque forma parte de mi vida.
¿Qué ofrece en esta caseta?
Numerosos artículos que he hecho a mano, hilando la lana de calidad, la buena. Están, entre otros muchos, bolsos, chalecos, mantas de pastor y chaquetas, estas últimas las hago por encargo.
¿En esta labor artesanal se encuentra sus raíces?
Sí. Mi padre fue pastor durante más de treinta años. Nací y me crié en la Vega de San Mateo. Allí aprendí todo sobre las ovejas, el pastoreo y la lana. Mañana [hoy para el lector] cumpliré 29 años viviendo en Santa Lucía casco, donde soy bastante feliz.
¿Cómo obtiene la lana?
Voy a donde encuentre lana, especialmente cuando se hace una trasquilá, como sucede en Tenteniguada, en el municipio de Valsequillo, como en Santa Lucía de Tirajana o en la Vega de San Mateo.
¿Qué hace después con esa lana conseguida?
Pues la lavo y la limpio. Parece fácil, pero es todo lo contrario y duro. Después hay que hilar la lana, que es laborioso, y llevarla al telar. También trabajo con dos agujas.