Cuando aprieta el jilorio (6)

Restaurante Casa Romántica, la estrella de la Atlántida tropical

El Valle de Agaete disfruta de una renacida Casa Romántica, que ha conseguido entrar como recomendada por la Guía Michelín

Restaurante Casa Romántica en Agaete

T. M. R.

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

El histórico restaurante Casa Romántica, fundado en 1976 por una suiza enamorada del Valle de Agaete brilla con luz propia tras su renacer a mano de la familia Lugo, logrando este 2023 la recomendación de la Guía Michelín por «un ambiente que cautiva», una «cocina canaria actualizada» y unos «menús en constante evolución».

Incursionar en el Valle de Agaete es convertir una visita en expedición por una suerte de irrepetible Atlántida tropical que arranca en el Maipés, la necrópolis de los antiguos, y culmina en las aguas minerales de Los Berrazales, en un paisaje festoneado de palmeras y laureles como mundos, entre el aroma de las higueras, los mangos y los cítricos.

En ese vapor de verde y colorines arribó la suiza Marrion cuyo enamoramiento por el oasis en 1976 le lleva a fundar Casa Romántica, encajonada entre el barranco de La Culatilla, el primer cauce que corre cuando llueve en el Valle, la montaña de Maninidra, y las Cuevas de las Escaleras, en un rincón que, como un fonil, se proyecta por encima del enorme cauce que se abre al océano y el Teide.

Es ahí, en territorio Montaña Sagrada de la Unesco, donde ubica un restaurante que ya en esa altura del siglo pasado alardea del producto local, convirtiendo su finca en la alacena de su cocina centroeuropea, elevando su pastelería y fondues en referencia de calidad. Una mujer exigente, en el que la atención a la sala y a los fuegos es proporcional al espectáculo del sitio. Con el tiempo lo traspasa a otro suizo, Andy Muller, quién con su mujer lo transforman, con grandes salones, para la touroperación, con una cadencia de entre ocho y diez guaguas diarias, quebrando por la crisis de finales de la primera década del siglo.

Es mediodía en el patio de ese kilómetro 3 de la carretera de Los Berrazales. En macetas y bancales, los cafetales, los dos impresionantes frangipanis, los claveles, la hierba limón, los hibiscos, anturios, cicca revolutas y los dos dragos que presiden la cancela abierta, le bailan a la brisa que llega directa desde allá abajo la marea.

Restaurante Casa Romántica en Agaete

Restaurante Casa Romántica en Agaete / José Pérez Curbelo

Cero huella de carbono

Víctor Lugo es el gerente desde que su familia se hiciera con el establecimiento en vísperas de pandemia. Llega con un café de su finca La Laja y un plato con garrapiñones, «unas galletas de almendra cuya receta tiene más de cien años», y se sienta entre un mobiliario cien por cien reciclado en su afán de no dejar en este mundo una huella de carbono. Las lámparas de la sala vienen del teatro Pérez Galdós. El enorme plafón que preside el techo de la casa principal, del hotel Tamarindo. Los separadores, de un chino «que cerró», y el resto del mobiliario de diferentes hoteles del sur. «Todo restaurado, recuperado».

Por el perímetro, una ruta ajardinada con hierbas aromáticas y medicinales y más de 30 árboles de frutas tropicales, y en el que se representan los productos más emblemáticos de los 21 municipios de la isla y que culmina en la casa transformada en un pequeño museo, en la que se refugiaba el escritor modernista Alonso Quesada y en la que se cree que escribió en 1922 La Umbría, contribuye a transformar la incursión en descubrimiento, mientras Víctor Lugo desgrana el catecismo principal de La Romántica, y que se resume en que «el comensal se lleve de vuelta a casa una experiencia única e inolvidable», y que su equipo, a su vez, disfrute de su trabajo, «porque lo contrario todo este esfuerzo no tiene ningún sentido».

Restaurante Casa Romántica en Agaete

Restaurante Casa Romántica en Agaete / José Pérez Curbelo

Una afinada orquesta

Como efecto de ello solo sirven almuerzos, y a un máximo de 40 comensales, «para la perfecta atención en la sala», señala Lugo, y en la que todo transcurre como una orquesta afinada, «o una obra de teatro ensayada».

En cocina todos los productos son de Gran Canaria, de ahí la temporalidad de las preparaciones que están a cargo del chef Aridane Alonso Rodríguez, con el que han conseguido en este año 2023 ser restaurante recomendado por la Guía Michelín, paso previo a la visita de sus inspectores, y del que la biblia de la gastronomía destaca su carácter familiar, su «ambiente informal que cautiva», su «cocina canaria bien actualizada», sus «menús degustación en constante evolución», y la producción de su propio vino y café.

Restaurante Casa Romántica en Agaete

El chef Aridane Alonso Rodríguez emplata un tataki de atún con emulsión de cítricos y tunos indios en la cocina del restaurante Casa Romántica. / José Pérez Curbelo

Tartar de papayas y mangas

Ahí está Aridane, montando con pulso cirujano un tataki de atún con emulsión de cítricos y tunos indios, mientras explica cómo, desde freganchín en los restaurantes del sur, fue evolucionando a partir de trabajo y estudio, para ir perfeccionando su conocimiento en establecimientos como Los Guaires o el hotel Roca Negra de Agaete.

En la mañana que queda por delante van entrando productos de la huerta, la ganadería y de la mar de Agaete que lucen como joyas, que se convierten poco a poco en pescado asado con pil pil de berros, con su espuma de queso curado y parmentir de papas asadas, en tartar de papayas y mangas de la villa con aliño thai, o en un arroz meloso de calamares en su tinta con setas y emulsión de algas, después de entrantes como la ensaladilla del Valle de Agaete, con su pulpo y su batata, todo ello mientras la brisa de esa Atlántida tropical mantiene viva la danza del cafetal y el frangipani.

Menús degustación

Una de las fórmulas de más éxito en Casa Romántica es la del menú degustación, de los que hay de varios tipos, incluido el vegano. El bautizado como Alonso Quesada, ofrece, entre otras preparaciones, tomates aliñados; risotto de perdiz con remolacha de nuestra finca, ali oli de romero y nube de queso curado; tataki de atún con emulsión de cítricos y tunos indios, mojo de tunos y aceite de algas (en la imagen superior); crujiente de cochinillo con salsa de sus propios jugos y puré de batata; espuma de nuestras mangas y sorbete de tunos indios, y de remate chocolate y café de Agaete, o bien una degustación de quesos de la isla y vino dulce. La carta tampoco queda atrás, con propuestas como las croquetas de conejo en salmorejo, el tartar de papayas y mangas de Agaete o el solomillo con salsa de café.

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El restaurante Casa Romántica se encuentra ubicado en el kilómetro 3 de la carretera de Los Berrazales, en el Valle de Agaete

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Abre de 11.00 a 19.00 horas, con cocina de 13.00 a 17.00 horas. Cierra los martes. 

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La gerencia del establecimiento recomienda reservar siempre, pero sobre todo, los fines de semana.