Mogán

Mogán saca a la venta sus aguacates y sus mangos a precio de ganga

La feria del sur controla el coste del ‘oro verde’, encarecido por la sequía y las altas temperaturas, y vende tres toneladas de fruta a partir de siete euros el kilo

VI Feria del Mango y Aguacate de verano

C. G.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

La Feria del Mango y del Aguacate de Verano de Mogán congrega a 10.000 personas en su sexta edición. Los agricultores pusieron a la venta su "oro verde" a la mitad del precio de mercado.

La Feria del Mango y del Aguacate de Verano vivió este domingo una de sus ediciones más concurridas en la playa de Mogán. Los altos precios del "oro verde" del municipio, que ha alcanzado este verano máximos históricos de 18 euros el kilo, atrajeron a miles de grancanarios que buscaban mantener esta fruta en sus dietas sin dejarse un dineral por el camino. Los más madrugadores pudieron encontrar su manjar desde siete euros el kilo, más caro que otros años pero más barato que en los supermercados, mientras que el coste del mango rondaba entre un euro y medio y dos.

La carpa principal registró la entrada de 10.000 personas en las cinco horas que duró el evento, en el que los asistentes también pudieron encontrar helados, pinchos y muestras de artesanía. Pese a que la cosecha de este año no ha sido tan productiva como en otras ocasiones, debido a la sequía y a las altas temperaturas, los 21 puestos de la plaza de La Gañanías lograron reunir tres toneladas de aguacate y seis y media de mango, junto a otras frutas tropicales como mangas, piñas, tunos, guayabas o higos.

"A nosotros este tipo de ferias nos ayuda un poco a sobrellevar las dificultades que hemos tenido este año, pero se nota que la cosecha se ha desbaratado", explicó Julio Rodríguez, propietario de la finca Valerones de Abajo. Una de las mayores trabas que ha afrontado el agricultor en los últimos meses son las corrientes de aire caliente y el viento que azotaron su parcela durante todo el mes de agosto. "La mitad de la fruta se cayó al suelo y la que traemos a este evento es la que hemos logrado recuperar", especificó.

El azote del calor

El vendedor disfrutó de la jornada atendiendo a decenas de clientes, pero sin perder de vista que, una vez saliera de ahí, tenía que volver a su finca a cortar los matos y comprobar si reventaban de nuevo. Hace 10 años que empezó a cultivar sus primeros árboles frutales, ya con la idea de que "no vives solo de esto porque no te da". Sin ir más lejos, Rodríguez recuerda con tristeza la inesperada calima que azotó la Isla en febrero y que les dejó llorando por las pérdidas que implicó para su cosecha. El agricultor criticó: "No tenemos quien nos ayude, ni siquiera el Cabildo nos echa una mano".

En su puesto estableció uno de los costes de partida más bajos de la jornada, de ocho euros el kilo de aguacates. "Cada agricultor vende a los precios que considera para no perder dinero, pero tampoco puedes estafar a una persona y venderle un kilo de aguacates por 14 o 15 euros porque eso es doloroso", sostuvo el agricultor.

Miguel López muestra las formas de su variedad de aguacate más vendida, la verruga.

Miguel López muestra las formas de su variedad de aguacate más vendida, la verruga. / ANDRES CRUZ

Miguel López, uno de los propietarios de la finca Los Pasitos, atrajo con sus aguacates la mirada de muchos de los asistentes, en especial con su variedad estrella, el verruga, que se agotó a los pocos minutos de arrancar la feria. Las formas alargadas de sus frutas, muy distintas a las que se pueden ver en un supermercado, desataron multitud de preguntas entre los asistentes. "También nos queda otra variedad más pequeña que se está vendiendo a 10 euros, pero son los aguacates buenos de verano, no los de invierno", aclaró el agricultor.

López empezó a trabajar la tierra en una parcela ubicada a poca distancia del pueblo de Mogán, en la que fue plantando poco a poco árboles frutales, que se unieron a los cultivos de papas y cebollas que había previamente en el terreno. "Comencé en la finca cuando me jubilé, ya que mi mujer me la compró para que no fuera mucho al bar, aunque todavía me da tiempo de ir alguna vez", contó entre risas.

No obstante, las inclemencias del tiempo se han cebado este verano con su cosecha. "En Mogán tenemos la suerte de tener un clima estable siempre, excepto este año, que hemos tenido días de calor muy fuerte y muy seguidos", aclaró el agricultor, que resalta que el agua para plantar es un bien que escasea en el municipio.

"Cada agricultor pone el coste que considera para no perder dinero, pero tampoco puedes estafar a una persona"

La propia alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, explicó que "si tuvieramos más agua, esperando a que Chira-Soria finalice, habría un incentivo mayor para que los agricultores se iniciaran o siguieran apostando por la agricultura". La primera edil concreta que el sector primario es una actividad minoritaria en el municipio frente al turismo. "Si bien es cierto que hay dos o tres agricultores que se dedican de forma exclusiva a cultivar, es un porcentaje menor en el municipio de Mogán, pero aun así se sigue apostando", añadió. En esa línea, avanza su intención de poner en marcha una almazara en Veneguera, por lo que está en licitación el concurso para la rehabilitación del inmueble en el que se instalará.  

El concejal de Agricultura, Neftalí Sabina, destacó que el Ayuntamiento de Mogán, responsable de la organización del evento con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria y de Cajasiete, ha tratado de que "el precio de los productos en ningún caso sea superior al que está en los mercados porque queremos que ellos vendan sus productos". Concretamente han logrado recoger una tonelada de aguacate más de lo que tenían previsto "porque esta semana no ha hecho tanto calor y hemos conseguido traer más", explicó.

El mango más dulce

La finca El Tutty, por su parte, trajo 600 kilos de mango y media decena de las variedades que cultivan en el sur de la Isla, con un precio de partida de dos euros. "La diferencia entre un tipo y otro se encuentra en el dulzor", explicó Belén González, una de las agricultoras del puesto. Las muestras que acercaron para que el público probara volaron rápidamente durante los primeros minutos de feria, con un éxito especial de la variedad Ken, la más dulce de todas.

Además de mango, la finca La Hombridilla logró reunir más de 300 kilos de aguacates con motivo de la feria, un hito con el clima veraniego de este año, con precios que oscilan entre los ocho y los diez euros el kilo. "Es más barato que en el mercado, pero siempre hay alguno que se queja de los precios, nada fuera de lo normal", aseguró el agricultor César Salinas. Desde hace diez años es uno de los trabajadores que recolecta los frutos en el negocio, en el que se trabaja de forma ecológica y sin emplear ningún tipo de veneno en las parcelas.

Pinchos y platos del restaurante Valle de Mogán, que incorporan el mango y el aguacate.

Pinchos y platos del restaurante Valle de Mogán, que incorporan el mango y el aguacate. / ANDRES CRUZ

Aunque reconoce que las ventas se han visto reducidas estas semanas con la subida de los costes, Salinas asegura que ya están acostumbrados a sortear todo tipo de obstáculos. "Hay veces que durante la ola de calor el fruto florece y otras veces no, pero en función de cómo vaya evolucionando hay años que producimos más y otros menos", admite.

Algunos clientes, como Ángeles Ramírez, salieron del evento con las bolsas cargadas de mangos. La residente de Las Palmas de Gran Canaria reconoce que los costes del aguacate están "un poquito más baratos que en los mercados y en los supermercados, unos tres euros menos el kilo", aunque sí le da pena, en comparación con otras ediciones, que "hay muy poquita cantidad".

En otra carpa ubicada a tan solo unos metros de los puestos de frutas se encontraba la zona gastronómica, en la que participaron con sus creaciones alumnos de Formación Profesional y cocineros de restaurantes de la zona. Los clientes seleccionaron platos elaborados y pinchos para degustarlos con tranquilidad en las mesas dispuestas en el interior, mientras sonaba de fondo la música de la Parranda El Mejunje.

El evento también contó con otras frutas tropicales, puestos de artesanía y una zona de restauración

El restaurante El Valle de Mogán, uno de los participantes, se ocupó de incorporar los productos estrella de la fiesta en elaboraciones como el refresco de mango, que elaboran desde hace un año y medio en la localidad de Veneguera y tuvo una buena aceptación entre los asistentes, que pronto agotaron las 400 unidades que trajeron. También prepararon un ceviche de mango con aguacate, unas vainas vascas con vegetales y aguacate, una tarta de queso con mango, arroz con leche y mango y bocadillo de pata con aguacate.

"El mango y el aguacate ofrecen numerosas recetas porque son unos productazos que tenemos en la zona de Mogán y despliegan una amplia variedad de opciones, siempre y cuando tengas la mentalidad abierta para crear y combinar, que es a lo que nos hemos dedicado siempre", aseguró Dalmai Hernández, metre del restaurante y creador del único refresco artesanal del municipio.

Otros de los productos que más dispararon sus ventas desde que empezó a apretar el calor del mediodía fueron los helados de Óscar Marrero, impulsor de Paleta Canaria junto a su compañero Antonio Pozon, con el que vende sus productos en Playa del Inglés. Los clientes agotaron rápidamente todas las variedades de mango, y pronto le siguieron los de fresa, frutos rojos, melón, kiwi, manzana y uva.

Secretos del helado natural

El empresario participaba por primera vez en la feria después de cuatro meses de rodaje con su negocio y definió los primeros resultados como "un exitazo". Su receta no tiene más secreto que el empleo de fruta local y de buena calidad. "Cogemos la fruta, la pelamos, la trituramos y después la congelamos para tenerla disponible todo el año", explicó el heladero.

La sexta edición de la feria se desarrolló de forma paralela a la última jornada de la segunda Feria de Ecoturismo de Mogán, que persigue impulsar el turismo ecológico en el municipio. Este evento arrancó el sábado con distintas actividades, como una ruta guiada de senderismo por Veneguera, un avistamiento de cetáceos, una visita a la Cofradía de Arguineguín o un espectáculo infantil de títeres. En la jornada de ayer, los profesionales de distintos sectores del ecoturismo mostraron su actividad y sus servicios de cara al público. "Lo que pretendemos es que el turismo no solo conozca nuestras costas sino también el interior, que es bastante valioso", aseguró la alcaldesa.

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