La jueza absuelve a Pascual Calabuig del presunto acoso a una empleada del Cabildo

La sentencia del Juzgado de lo Penal Nº1 de Las Palmas de Gran Canaria señala que las distintas declaraciones practicadas no permiten atisbar con suficiente entidad los elementos esenciales del tipo delictivo contra la integridad moral

El Juzgado de lo Penal Número 1 de Las Palmas de Gran Canaria ha absuelto a Pascual Calabuig Miranda, veterinario del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, de los presuntos delitos de acoso sexual y acoso laboral tras una denuncia de M.D.E.L, técnica veterinaria en esas instalaciones del Cabildo.

El Ministerio Fiscal había interesado la condena de Calabuig como autor penalmente responsable de un delito contra la integridad moral, a la pena de dos años de prisión, inhabilitación para empleo o cargo público con funciones de dirección por el mismo tiempo y prohibición de acercarse a la víctima, así como a indemnizar a la denunciante con 40.000 euros por los daños causados. La Acusación Particular solicitó una condena por acoso laboral y similares penas de cárcel, inhabilitación e indemnización. La defensa, ejercida por el letrado José María Guerra, pidió a libre absolución.

En la sentencia, la magistrada-juez María Gabriela Ramos sostiene que en el presente caso, las distintas declaraciones practicadas no permiten atisbar con suficiente entidad los elementos esenciales del tipo delictivo contra la integridad moral, debiéndose por tanto de dictar una sentencia absolutoria en favor del acusado.

La jueza, en otra parte de la sentencia, añade que «en la amplia prueba practicada lo único que constata es un más que evidente mal ambiente de trabajo en el centro de recuperación de fauna silvestre y centro de cría en cautividad del pinzón azul del vivero de Tafira, (...) que en forma alguna puede ni debe ser atribuido en exclusiva al acusado, propósito este que es obvio subyace en la denuncia interpuesta, y que menos aún puede ser considerado en forma alguna constitutivo del ilícito penal que se le imputa».

En la vista, la denunciante se ratificó en los hechos objeto de imputación al acusado y señaló que en el presunto acoso laboral del que fue víctima colaboraron otros empleados del Cabildo de Gran Canaria, tales como G. S. D., delegada de prevención de riesgos laborales, llegando incluso a hacerle el vacío el personal del vivero. «Lo cierto -relata la sentencia- es que dichas aseveraciones no se han visto refrendadas por prueba objetiva suficiente y contundente en la que poder fundamentar un pronunciamiento de condena». Un testimonio relevante fue el de Luis Fernando Arencibia, jefe de servicio de Medio Ambiente, quien declaró que no presenció comportamiento despectivo, violento o de índole sexual.

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