Ingenio

¿Reconocerías a un amigo que no ves hace 57 años?

Fernando Amador reúne a su pandilla de la infancia, estudiantes de Guía, que ahora tienen 70 años y no se veían hace más de medio siglo.

La reconoció al momento y le confesó por primera vez que había sido su amor. Ella se enteró en ese momento y sonrió. El encuentro hizo aflorar muchas historias.

Casi 60 años sin verse y lo lograron. Son exestudiantes que hoy tienen de media 70 años que pasaron por el colegio e instituto de Guía. El vecino de Carrizal Fernando Amador Ramírez, que también estudió en este centro, homenajeado recientemente en su localidad, logró reunirlos en tiempo récord. «Era algo que tenía pendiente y quería hacer». Se sumaron a este reto iniciado en febrero otros dos excompañeros. 18 amigos en la pandilla, 13 pudieron verse las caras y hablar durante cinco horas que no dieron ni para empezar. Los que faltaron ya fallecieron y solo dos no pudieron acudir por alguna dificultad para desplazarse. La cita fue el viernes en un restaurante capitalino.

Eso sí, cayeron alguna lagrimilla y risotadas e incluso alguna confesión de enamoramiento de uno de la pandi a otra de las invitadas, que nunca se había enterado. Quedó en una anécdota más y casi todos se reconocieron a la primera.

Desde el colegio

Son exestudiantes del colegio Las Dominicas, de las chicas, y el entonces llamado Instituto Laboral de Guía Sancho de Vargas, reservado a chicos.

No cabían en sí. Resumir en cinco horas 57 años de vida fue difícil, pero no lo fue tanto el reconocerse tras más de medio siglo sin saber prácticamente nada el uno del otro. Eso sí, la experiencia fue «única, intensa y emotiva. Hoy nos hemos regalado poniendo una vez más en valor la autenticidad y pureza de las buenas amistades de la infancia». Así lo resumió ayer el ideólogo de la quedada, Fernando Amador Ramírez, que hoy vive en Carrizal de Ingenio, pero que desde los 9 años estudió en este instituto. A la iniciativa se sumaron inmediatamente su amiga Olga Miranda y Jenaro Cancio, que por salud no pudo acudir desde Lanzarote. Rastrearon y movieron tierra y mar, tiraron de redes sociales e incluso de grupos de guasap para poder encontrar a la pandilla. Lo lograron en solo dos meses.

De químicos a monologuistas

Luisa Aurora Torrens; Olga Miranda, Pepa Sánchez, Blanca Estrella Vega, Mercedes Sánchez, Paqui Álamo, Lola Domínguez, Pepe Miranda, Nano Alduán, Paco Vega, Mari Carmen Alonso, Paco Jiménez y Fernando Amador. De la misma pandilla, ya fallecieron Pedro Forteza y Pedro Torrens, Nacho Arencibia y Juan Luis García Cortí. Solo por enfermedad no fueron Jenaro Cancio y Pedro Afonso. Entre todos ellos encuentran químicos, un exalcalde, matemáticos, filósofos, facultativos, algún doctor honoris causa, exconsejero del cabildo, jefa de Inspección de Educación, docentes, monologuistas y deportistas , entre otros oficios.

"Le hacía tilín y me entero ahora"

Luisa Aurora Torrens no cabía en sí de contenta cuando contaba que «hemos hablado en libertad, y es curioso porque suprimes la imagen de antes y solo ves a la persona de ahora, que es la misma». Torrens, muy divertida y contenta, tampoco se olvidó de airear «los flirteos de las chicas desde el colegio cuando los mayores del instituto pasaban por delante. Es más, acaba de confesarme uno de ellos que yo le hacía tilín, y yo me entero ahora», dijo riendo.

Hablaron de lo que habían estudiado y profesiones que habían ejercido, porque todos ya están jubilados. Tocaron todos los palos pero casi por encima, porque no había casi ni tiempo para poner sobre la mesa con quién se casaron, los hijos y nietos que tiene cada uno o la lamentable pérdida de algún familiar. Preguntas sobre dónde estuvieron todos estos años, «que si Cuba que si Tenerife o Lanzarote» se colaban entre relatos de cuando eran una pandilla de 18 y miraditas a las chicas en la plaza del pueblo y en las fiestas.

Sacaron el tema, por ejemplo, de la participación de algunos de ellos en la agrupación folclórica Coros y Danzas de Guía. Viajaron a Tenerife para concursar, ah, y para de paso conocer a un incipiente grupo, Los Sabandeños, que por aquel entonces despegaba. Estuvieron el propio Amador, Paco Vega y Nano Alduán.

Eso sí, el nexo común fue «la alegría, hablar de vivencias personales sin ninguna base social y con total naturalidad», describió Fernando Amador. Muchos comentarios nacieron tras este encuentro de viejos amigos. Y claro, lo hicieron a través del nuevo grupo de guasap que crearon durante el mismo almuerzo. Ya en casa, muchos reflejaron lo que les había parecido la experiencia. Así, escribieron mensajes como: «Creo que todos nos hemos autorregalado un momento muy lindo». También, «lo más importante para mí, fue compartir un espacio, un recuerdo y verlos». «Muy bonitas palabras, un rato muy agradable. Me hacía mucha falta un día como el de hoy». «Percibí que estábamos muy a gusto, compartiendo conversación y gratísimos recuerdos que a pesar de presentes en nuestra memoria», decían. Ya planean más citas.

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