San Bartolomé de Tirajana

De la zafra del tomate a las carretas: 50 años de la romería de El Tablero

El Tablero celebra 50 años de la romería en honor a la Santísima Trinidad desde que se constatasen documentalmente las primeras en el programa de fiestas de 1974.

Una agrupación folclórica baila en la romería de El Tablero.

Una agrupación folclórica baila en la romería de El Tablero. / Juan Franco

Mercedes Romano pasaba ya de los 30 años cuando, junto a Antonio Martín, empezó a armar una carreta para participar en la romería en honor al Misterio de la Santísima Trinidad, una celebración que los vecinos de El Tablero impulsaron para festejar el fin de la zafra en un municipio que hace más de medio siglo fue el buque insignia del cultivo del tomate en Gran Canaria. «Yo ponía una carreta e íbamos toda la juventud, y luego empezaron todas las demás», señala Romano, «el dinero para montar la carreta lo sacaba primero de dedicarme al tomate y luego de mi trabajo en el restaurante La Rotonda de San Agustín, porque cuando empezó el turismo en el sur empezamos a tener más dinero».

Imagen de una romería en El Tablero a fmediados de los 70 en la que desfilaban incluso camellos.

Imagen de una romería en El Tablero a fmediados de los 70 en la que desfilaban incluso camellos. / LP/DLP

Aquella carreta que montaba Mercedes, que además será la pregonera de las fiestas que arrancan el próximo 9 de mayo, la quería para participar en la que sería la primera romería en honor a esa advocación en El Tablero, un desfile que este año celebra su celebra 50 aniversario. Si bien anteriormente hubo algunas iniciativas para celebrar la ofrenda con carros y carruchas, sería en 1974 cuando los vecinos, el Ayuntamiento y los empresarios del tomate llegaron a un acuerdo social para empezar a celebrar en mayo -un mes antes de la onomástica de la Santísima Trinidad, que es en junio- una fiesta para conmemorar el final de la cosecha tomatera. Hoy ya apenas se cultiva esta hortaliza en el municipio, solo en algunos terrenos de Juan Grande, pero la fiesta se ha mantenido.

Cuando Mercedes era una niña no había romería. «Íbamos con las carruchas y haciendo algún asadero, si es que había pescado porque en aquellos tiempo poco había para comer», recuerda la pregonera. Pero cuando empezó a conformarse la romería tal y como se conoce en la actualidad los vecinos comenzaron a contar con el apoyo de los grandes terratenientes del cultivo del tomate, quienes aportaron los camiones y los vehículos que durante la zafra utilizaban para transportar el tomate a los almacenes o al puerto para enviarlos a Inglaterra. «Los decorábamos con tomateros, hojas de palmera y alguna frorecilla», relata Mercedes, «aquellas romerías no eran como las de hoy, no eran grandes carretas, pero a mi me gustaban mucho, a todos nos podía la ilusión». Esta vecina de El Tablero recuerda cómo a aquella festividad para dejar atrás la zafra se sumaban gentes de otros barrios como San Fernando de Maspalomas.

La vecina Mercedes Romano, de 83 años, será la pregonera de las próximas fiestas que arrancan el jueves

En la actualidad, lamenta, ya apenas hay zafra; ella misma tiene tierras que ya a sus 83 primaveras no cultiva, pero a las cuales durante años sacó rentabilidad y además utilizó para trasmitir a las nuevas generaciones la importancia de mantener el campo vivo. Y es que de la mano del área de Cultura puso en marcha visitas escolares a sus terrenos para enseñar a los alumnos cómo se plantaba el tomate. «Es bueno trasmitirlo para que los jóvenes recuerden que pasamos hambre; pasamos mucha miseria porque, aunque tuviéramos dinero, muchas veces no teníamos qué comprar».

Descubrimiento

Medio siglo después de sacar aquella primera carreta, Mercedes Romano continúa poniendo una en la romería de la Santísima Trinidad que cada año reúne a unas 200 personas a su alrededor. «Y cuando yo me muera, que sigan mis hijos», señala.

La fiesta conmemora este año su 50 aniversario. Y de eso se dieron cuenta el año pasado los integrantes de la Asociación Cultural Casa del Mato, el colectivo que junto al Ayuntamiento colabora en la organización de los eventos y de la romería. Su vicepresidenta, Clara León, explica que en 2023 se dieron cuenta al descubrir en el programa de fiestas de 1974 un detalle: «a las 6 de la tarde, llegada de la Banda de Música de la Ciudad de Telde y desfile de carrozas, con premio a la mejor, donado por Bazar Mary». Ese desfile es la primera constatación documental de la celebración de la romería.

Un grupo de niños sobre una carreta en la romería de El Tablero a mediados de los 70.

Un grupo de niños sobre una carreta en la romería de El Tablero a mediados de los 70. / LP/DLP

Conocido el dato, se pusieron manos a la obra para conmemorar el medio siglo y con una subvención del Cabildo han impartido talleres para elaborar elementos decorativos para vestir al pueblo de gala y han realizado un portón de hierro galvanizado -diseñado por Manuel Encinoso y creado por el cerrajero Alejandro Ruano- que se colocará frente a la puerta de la parroquia para que los vecinos lo crucen al realizar la ofrenda. El portón representará valores históricos como una caja de tomates, una cucaña o la latada, una unión de palos en vertical a los que se amarra la planta del tomate para ayudarla en su crecimiento.

A sus 61 años, Clara ha estado toda su vida vinculada a esta romería, pues su padre, Rufino León, propietario de un bar, también empezó a sacar una carreta en aquellos primeros desfiles. «Él animaba a todo el mundo a sumarse; salía en una carrucha en la que ponía carbón e iba a Arguineguín a comprar pescado, él mismo lo limpiaba y luego hacía un asadero de sardinas durante el recorrido de la romería», recuerda esta vecina, «en otra carrucha llevaba bocadillos de chorizo, una botella de ron, refrescos y dos escudillas, una con queso y otra con aceitunas». Y con eso Rufino León animaba a los vecinos de su barrio.

Un grupo teatral hará una representación sobre cómo se abría el surco para cultivar la planta del tomate

Cuando era niña, rememora, muchas personas vestían de blanco y negro para la romería, una vestimenta que se ha ido transformando con el paso de los años. «Los vecinos cogían una bandurria y una guitarra y dábamos la vuelta al pueblo; era una buena sensación aquello de reunirnos todos para celebrar una fiesta, beber y comer, aunque no era gran cosa lo que se comía».

No todos los vecinos se sumaron a aquellas primeras romerías. Inmaculada Ojeda primero fue como espectadora pero le picó el gusanillo y se sumó a Mercedes y Rufino. «Yo los vi a ellos y más tarde empecé yo; con unos amigos cogíamos unas planchas, hacíamos la carreta y a bailar», señala esta mujer que se dedicó durante años al cultivo del tomate. Por entonces tenía poco más de 20 años y ahora a los 72 recuerda cómo aquellos vehículos los decoraba con hojas de palmera recogidas en el barranco de Ayagaures y buganvillas que cogía en Sonneland. Inmaculada también fue panadera y en su horno elaboraba pan, mantecados y bollos para repartir a todo el mundo, además de llevar grandes cantidades de pescado.

El diseñador Manuel Encinoso imparte un taller junto a integrantes de la Asociación Cultural Casa del Mato para crear las decoraciones para el pueblo.

El diseñador Manuel Encinoso imparte un taller junto a integrantes de la Asociación Cultural Casa del Mato para crear las decoraciones para el pueblo. / LP/DLP

Después de años sacando una carreta, Inmaculada dejó de lado esa actividad hace diez años para centrarse en la música tradicional canaria y ahora toca la guitarra en la Asociación Folclórica La Cucaña, colectivo que preside. «La gente de El Tablero vive mucho la romería, después de la de Teror es la que más gente reúne, pero a mi lo que me da pena es que ahora se haya perdido un poco la canariedad y solo se toque música isleña en las parrandas», relata.

Para mantener parte de los usos y costumbres canarios, personas como Pino Navarro participarán en la próxima romería con una representación de cómo con un palo se hacía el surco para cultivar el tomate. «Antes se abría el surco, se hacía la latada y se iba amarrando el tomatero según iba creciendo, pero ahora se ata con rafia desde abajo y se va dando vueltas a la cruz hasta que llega arriba y se prensa», cuenta esta vecina que a sus 90 años forma parte del grupo de teatro de diez mujeres que irán representando este oficio.

Pino también trabajó en el tomate en La Verga, en Mogán, y para ella «es importante que las nuevas generaciones sepan de dónde venimos». «Por entonces pasábamos mucho en este trabajo y para mantener a nuestros hijos», señala. Irá a la romería vestida de campesina y en todo ese proceso de representar antiguos oficios involucra a los diez nietos y cinco bisnietos que tiene, a los que intenta trasmitir su amor por la cultura isleña.

Cincuenta años después, los vecinos de El Tablero volverán a citarse con la romería ofrenda a la Santísima Trinidad el próximo sábado 11 de mayo para celebrar con 17 carretas el fin de una zafra que ahora casi no existe pero que se mantiene en la memoria. En la romería ofrenda, la más multitudinaria del municipio y en la que se esperan ente 7.000 y 10.000 personas, participará este año el obispo auxiliar de la Diócesis de Canarias, Cristóbal Déniz, Hoy por hoy, la actividad del pueblo se basa en el turismo, pero la romería ha sobrevivido y ha logrado convertirse en un lugar de encuentro para los vecinos, pero también para aquellos que se marcharon a otros municipios y ahora vuelven a casa.