Entrevista | Mar Sánchez Bergua Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España

Mar Sánchez Bergua: "Entrar en la masonería es muy difícil, pero salir es muy fácil"

La Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España, Mar Sánchez, ofreció esta semana dos conferencias en Gran Canaria para hablar del papel de la mujer en la masonería. Por un lado, participó el miércoles en unas jornadas organizadas por la Casa Museo León y Castillo de Telde y, por otro, en la celebración del decimo aniversario del Hermanación del Drago, la única logia que hay en Canarias y que tiene sede en la isla. Fue el viernes en el palacete Rodríguez Quegles.

Mar Sánchez Bergua, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España

Mar Sánchez Bergua, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España / José Carlos Guerra

¿Ha entrado la mujer en la Masonería en plena igualdad?

La masonería moderna que surge en Inglaterra en 1717 era solo para hombres porque en ese momento la mujer no era una persona libre para decidir por sí misma, sino que dependía del padre, del marido o de la organización religiosa en la que estuviera, y para entrar en masonería es muy importante ser libre. En Francia, en la época de la Ilustración, los intelectuales empezaron a preocuparse por los derechos de las mujeres y por qué no estaban de forma más activa en la sociedad. Los masones franceses plantearon que mucho hablar de libertad, igualdad y fraternidad, pero que se estaba dejando fuera a la mitad de la población y también había mujeres muy cultas que hacían reuniones en sus casas con los intelectuales del momento. Este fue el cambio de cultivo que permitió la creación de las primeras logias de adopción para mujeres, pero estas dependían de una masculina en el siglo XVIII en ese país.

Mar Sánchez Bergua, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España

Mar Sánchez Bergua, Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España / José Carlos Guerra

¿Cuándo llegó a España? ¿Siguen vinculadas a una logia masculina?

A España llegó a finales del siglo XIX y entre las masonas de esa época estaban, por ejemplo Ángela López de Ayala, Teresa Claramunt o Esmeralda Cervantes. Era una logia de adopción que a finales de ese siglo se desarrolla en toda España, incluyendo a Canarias, que es el cruce entre América y Europa. En el siglo XX, durante la segunda República tuvo una gran efervescencia, con personas como Clara Campoamor o Carmen de Burgos, y luego se paró en la Guerra Civil y la Dictadura, aunque en el resto del mundo seguía evolucionando. En Francia las mujeres consiguen la autonomía de sus logias en 1945 y a través de ellas llegaron a España, concretamente a Cataluña en 1984, donde se creó una logia dependiente de la francesa hasta 2005, cuando se cedió la patente y pudo independizarse.

¿Y en Canarias?

A Canarias llegó, nuevamente, hace 10 años. De hecho, esta semana se celebra el décimo aniversario de la Hermanación del Drago, la logia de Gran Canaria, la única que hay en las Islas.

Una veintena de miembros en las Islas

¿Cuántas masonas hay en España y en Canarias?

En España somos unas 350 hermanas y en Canarias, algo más de 20.

¿Es complicado ser masón?

Entrar es difícil porque se acercan muchas personas que no saben lo que buscan y por eso hay muchas entrevistas previas. La masonería es un método, un trabajo personal contigo misma para sacar lo mejor de sí y sacarlo afuera para ayudar a la sociedad. Parece muy utópico, pero lo que queremos es conseguir sociedades más justas y humanitarias.

¿Existe algún tipo de vinculación religiosa con esta sociedad?

No. La masonería es adogmática y la religión queda en el ámbito privado. Tenemos hermanas ateas, católicas, protestantes, judías e, incluso, musulmanas, pero esto es algo personal. Esta es una sociedad de la razón, de sacar lo mejor de cada una a través de un lenguaje simbólico, el de la arquitectura y la construcción, que es el origen, y rituales y alegorías como herramientas.

Come niños y otras leyendas

Esta sociedad ha estado siempre en vuelta en un halo de misterio, como si fuera algo secreto. ¿Qué hay de eso?

Absolutamente nada. Eso depende de cada país y época. La masonería cree en que debemos ser libres pensadores, en que debemos decidir por nosotros mismos y que nada nos influya. Esto no es nada extraño, pero en las sociedades con dictaduras o teocracias con regímenes que quieren implantar una sola idea están en contra de la masonería porque quien piensa por sí mismo puede cuestionar todo. En España hubo situaciones en las que se creó una leyenda negra y decían que comíamos niños y hacíamos ceremonias. No somos secretas, somos discretas. Trabajamos para una misma y para los demás. Yo no voy a decir quién es masón; si alguien quiere decir que lo es, que lo diga.

¿Qué actividades realizan?

Realizamos actividades internas para trabajar temas simbólicos, filosóficos o sociales hablando y complementando los conocimientos con las ideas de todas las hermanas. Además, tenemos proyectos nacionales e internacionales. Por ejemplo, junto a las hermanas europeas -somos más de 25.000- cuando empezó la guerra en Ucrania impulsamos proyectos para dar continuidad educativa a los niños y jóvenes que salían de este país en Rumanía y Polonia, y para luchar contra la trata de niños y mujeres, ofreciendo apoyo económico, humano y material. También nos unimos con el volcán de La Palma o con el terremoto de Turquía. Somos discretas y no hacemos publicidad, pero siempre estamos ahí.

¿Hay diferentes niveles? ¿Cómo se superan?

Los primeros grados son tres: aprendiz, compañera y maestra, y a partir de ahí hay grados altos o filosóficos que tienen ritos específicos y que son 33. En los primeros, que son la base, lo importante es el trabajo. El método masónico aborda varios temas y conforme se van interiorizando la persona está preparada para pasar al siguiente escalón. Es algo que se va descubriendo paulatinamente a través del trabajo personal.

¿Funciona como organizaciones como la Cienciología con cursos o pagos?

No tiene nada que ver. No hay cursos. Como escuela iniciática, como aprendiza y con el trabajo propio vas introduciéndote en el lenguaje simbólico, leyendo, hablando, atendiendo en las reuniones que tenemos -una o dos al mes- y trabajando con las hermanas. Poco a poco vas estudiando y aprendiendo el ritual, porque todo son símbolos, y vas descubriendo y mejorando.

Requisitos y apoyos

Una de las cosas que se comentan es que entrar en la masonería ayuda a prosperar porque se apoyan entre unos y otros. ¿Es así?

La fraternidad es fundamental para nosotras, es la argamasa. Sin ella, la igualdad y la libertad no serían posible. Nos ayudamos, sí, pero eso no significa que si no tengo trabajo me van a colocar los masones simplemente por serlo. El trabajo me lo tendré que ganar yo según mi preparación y mi currículo.

¿Cuáles son los requisitos que debe reunir una persona que quiera entrar a formar parte de una logia?

Tener la inquietud de mejorar como persona y querer aportar algo a la sociedad. Cuando decidí llamar a las puertas de la masonería en 2006 no conocía a nadie y había buscado muchas cosas. Quería mejorar, pero también aportar y leyendo me la encontré. Vi que los valores cuadraban conmigo y ya. La entrada es difícil porque te ve mucha gente, pasas muchas entrevistas y pruebas, pero irse es muy fácil; solo hay que decirlo.

En la web ponen que para entrar es necesario tener solvencia económica. ¿A qué se refiere?

Se refiere a compromiso.

La cuota es de 30 o 35 euros, como un gimnasio.

Cuando pasas a un grado superior sí tienes que comprar el material (medallas, mandiles y otras herramientas), que lo adquiere la organización y se le paga a ella.

Liderazgo femenino

¿Cuál es la opinión de la masonería femenina acerca del liderazgo femenino? ¿Por qué una logia para mujeres?

Es la razón de la masonería femenina. También hay mixta y masculina y nos complementamos porque el fin y los objetivos son los mismos. Hay quien cuestiona por qué en el siglo XXI, habiendo igualdad en la sociedad, hay logias femeninas. Yo quiero una escuela laica y mixta, pero el método masónico es un trabajo íntimo y personal que no se puede comparar con las escuelas. La sociedad necesita espacios en femeninos para facilitar el empoderamiento porque durante muchos siglos ha habido roles y un modelo patriarcal y, sin darnos cuenta, los repetimos. Si para sacar lo mejor de ti misma y empoderarte necesitas trabajar entre mujeres, que tienen la misma esencia, debes poder contar con este espacio en femenino. La verdadera igualdad todavía está lejos y mientras esté tan lejos, tienen razón de ser las logias femeninas.

Eso sí, compartimos espacios con los hombres, con toda la masonería, como el seminario organizado por el Museo León y Castillo en Gran Canaria, y trabajamos juntos, pero para la iniciación estoy convencida de que es necesario tener este espacio íntimo.

¿Cuáles cree que son los retos del siglo 21?

Muchísimos. Tenemos que colaborar para hacer un cambio en la sociedad actual y seguir luchando por la verdadera igualdad. Hay que hacer un cambio de paradigma. Todos tenemos esos valores que han sido entendidos como masculinos o femeninos, pero durante generaciones unos se han considerado más importantes y otros menos -en este caso los llamados femeninos-. Debemos hacer una relectura a base de trabajar conjuntamente estos valores y llegar a un equilibrio interno y romper estos roles para superar el patriarcado. Ese es el mayor reto: pasar del sistema patriarcal y que todos los valores sean considerados importantes. Debemos lograr el equilibrio. Necesitamos lo masculino y lo femenino igual que el día y la noche.

Y en cuanto a la masonería, tenemos que normalizar y poner fin a esa leyenda negra para enseñar a la sociedad que queremos colaborar y ayudar a hacer ciudadanos libres que piensen por sí mismos y poner nuestro grano de arena.

¿Es la masonería una secta?

Al contrario. Para empezar, una secta tiene un gurú y aquí no. Es un método que te ayuda a conseguir el objetivo de mejorar como persona y aportarlo a la sociedad. No somos dogmáticos ni nada. Además, en una secta es fácil de entrar pero muy complicado salir y aquí no. Por esto es importante conferencias como la organizada por el museo o la del viernes en el Palacete Rodríguez Quegles para celebrar el décimo aniversario de la logia de Gran Canaria, para que la gente vea que somos personas normales. Nuestros valores son humanistas y a la libertad, la igualdad y la fraternidad nosotras añadimos tolerancia y laicidad.

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