Diez niños en desamparo estrenan hogar en Tafira

Los menores disponen de nuevas habitaciones, parque infantil y cancha de deportes tras la rehabilitación total del centro

Antonio Morales e Isabel Mena, en el centro, con las cuidadoras en el nuevo parque infantil del Hogar Maternal de Tafira.

Antonio Morales e Isabel Mena, en el centro, con las cuidadoras en el nuevo parque infantil del Hogar Maternal de Tafira. / LP/DLP

El más pequeño es un bebé de solo 20 meses y el mayor tiene 15 años. Son diez menores en desamparo y ya residen en su nuevo hogar, un chalet con jardín trasero construido a mediados del siglo XX en Tafira Baja y que ha sido totalmente rehabilitado por el Cabildo de Gran Canaria para atender a los niños y niñas que, por diversas circunstancias, no pueden seguir conviviendo con sus progenitores o familiares. 

Este miércoles, durante la visita del presidente Antonio Morales, solo encontró a una niña de unos seis años. Tuvo que quedarse en cama por enfermedad, aunque a media mañana ya correteaba sorprendida al ver las cámaras de televisión. Todos los menores que están en edad escolar asisten al cercano colegio Jaime Balmes y, si no se conocen sus circunstancias, no se distinguen de cualquier otro menor de ese barrio residencial. 

Aunque aún faltan algunos remates en la fachada, el presidente del Cabildo y la consejera de Política Social, Isabel Mena, dieron por inaugurado el centro, al que está previsto que se le cambie la denominación. Se barajan hasta tres nombres para rebautizarlo. 

La rehabilitación ha supuesto una inversión de 400.000 euros y las obras han durado siete meses y medio, tiempo en el que los niños han estado repartidos por los demás centros de acogida del Cabildo, de los que cinco son propios y 36 están gestionados por entidades del tercer sector. 

Morales y Mena recorrieron las estancias que han sido renovadas. En la planta baja, donde se ubican ahora la cocina, el comedor, el salón y las oficinas del personal, ambos escucharon las explicaciones sobre el funcionamiento del centro por boca de las cuidadoras. 

28 personas con distintas especialidades trabajan por turnos en la atención a los niños e intentan que la casa se parezca lo máximo posible al hogar de cualquier familia grancanaria. En la planta alta de la casa se han tirado muros para hacer más habitaciones, de forma que en todas duerman solo dos personas. También se han renovado completamente los baños. 

La red de menores del Cabildo acoge en la actualidad a 412 niños en desamparo y diez de ellos están de estreno en el Hogar Maternal de Tafira. El parque infantil es lo que más les gusta.

En la parte trasera, donde antes había un terraplén, se ha construido un pequeño polideportivo y un parque infantil, que es la zona preferida de los menores desde que llegaron. Hacía allí se abalanzaron el primer día los que ya habían residido anteriormente en la casa. 

«Estamos en el espacio de la zona de juegos para que los chicos pueda disfrutar al aire libre; esta es una manera de mostrar a los grancanarios el esfuerzo que está haciendo el Cabildo en la atención social, en este caso la rehabilitación de un edificio que necesitaba una urgente adecuación», declaró Morales tras la visita. 

Se trata, apuntó, de que los menores acogidos reciban atención «en las mejores condiciones posibles», por lo que varios departamentos del Cabildo ya están trabajando en proyectos para adecuar los demás hogares. «La idea es que en todos los centros de menores se replique este esquema de modernización para adaptarlos a las nuevas normativas y necesidades», subrayó el presidente.  

Rehabilitación

Isabel Mena detalló que la casona se abrió como centro de menores en el año 2002 y desde entonces se han realizado pequeñas obras, pero llegó un momento en que se comprobó que esas reparaciones «eran claramente insuficientes y se necesitaba una rehabilitación integral».  

El hogar se desalojó durante casi un año por las obras, a las que aún le faltan un mes para arreglar y pintar la fachada. En paralelo se están preparando las demás reformas, como las del Centro de Atención de Infantil Santa Rosalía, en Telde, donde ya se han iniciado los trabajos. «Luego seguirán las obras del resto de la red, aunque también se están buscando nuevas ubicaciones porque hay centros que ya no tiene sentido seguir utilizándolos», anunció Mena.

Las circunstancias de los diez niños de Tafira, y por extensión de los 412 menores que están ahora bajo la tutela del Cabildo, son «muy diversas», explicó la consejera. Están en desamparo porque la Fiscalía decidió separarlos de sus familiares biológicos y enviarlos a estos hogares. La mayoría de esos menores son canarios que por distintas razones no pueden seguir conviviendo con su progenitores. 

También hay inmigrantes, pero son minoría, solo los que han llegado en pateras o cayucos siendo bebés o con muy corta edad. El resto de los magrebíes y subsaharianos están en los centros del Gobierno de Canarias. 

En el caso de estos hogares, aseguraron Morales y Mena, no existe ningún rechazo por parte de los demás residentes de las zonas en que se ubican, pues nunca conviven más de diez niños y hacen la vida habitual de sus vecinos. 

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