Santa Brígida

Santa Brígida rehabilita la parroquia después de medio siglo

La iglesia fue restaurada gracias a una subvención por parte del equipo de gobierno anterior

Durante las obras, la parroquia estuvo operativa, ya que el 90% de las actuaciones fueron en el exterior

Exterior de la parroquia de Santa Brígida depsués de los trabajos de rehabilitación

Exterior de la parroquia de Santa Brígida depsués de los trabajos de rehabilitación / Jose Carlos Guerra

El complejo parroquial de Santa Brígida de Irlanda ha sido rehabilitado después de medio siglo sin ninguna intervención. Declarado como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico, el inmueble tiene un gran significado para los vecinos de la Villa, que ven en la iglesia el centro del pueblo. Los arquitectos encargados de la obra, aseguran que a pesar de lo ya realizado, existen proyectos a futuro. 

El municipio de Santa Brígida posee miles de rincones mágicos. Edificios con encanto, calles de cuento y elementos arquitectónicos que dotan de valor el espacio. Entre ellos, destaca el complejo parroquial de Santa Brígida de Irlanda, ubicado en el casco histórico de la Villa y declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico. Un inmueble de más de cuatrocientos años que ha sufrido numerosas intervenciones, pero que en los últimos años se había visto más descuidado y que requería de una restauración urgente que devolviera al complejo parroquial su encanto habitual.

Tres meses bastaron para hacer chapa y pintura, dejando a la iglesia en el mejor estado. Alrededor de noventa días y muchas horas en los que a sus espaldas lleva todo el tiempo que tuvieron que esperar hasta que dieron el visto bueno a los trámites que se tuvieron que hacer previamente, hasta que por fin dieron los permisos necesarios para poder dejarla como nueva. Según Jose López Pinto, arquitecto de la obra, las gestiones administrativas fueron largas. "Al tener un valor arquitectónico hay que hacer todo con cuidado, porque además tiene una historia que no se puede pisotear", explica. Unas obras de restauración que consistieron en una intervención en la fachada que da al barranco, el cambio de luminarias y cables y uno de los mayores gastos, que fueron en la parte de pintura.

Jose López: «Al tener un valor arquitectónico hubo que hacer todo con cuidado porque la historia no se pisa»

"No se trata de pintar y ya está, sino que estamos ante un edificio histórico en el que hay que utilizar materiales acordes por lo que representa el patrimonio histórico", comenta López Pinto. En coordinación con el Ayuntamiento, se acordó el desmontaje y la retirada de luminarias que había colocadas en la fachada, así como el cableado eléctrico en la superficie. Además, la puerta de madera de la entrada fue lijada y raspillada en su cara exterior, siendo tratada la madera, ya que se encontraba con diferentes capas de barnices y lacas muy dañadas por el sol. La fachada también ha sido pintada.

Interior de la iglesia, recién restaurada

Interior de la iglesia, recién restaurada / Jose Carlos Guerra

La antigüedad del edificio ha complicado a los arquitectos averiguar con exactitud las diferentes modificaciones por las que ha pasado la parroquia, pero algunas fotografías hablan de muros de cerramiento de diferente esbeltez y grosor. Además de ello, los arquitectos Laureano Arroyo y Eusebio Navarro facilitaron documentos técnicos redactados de las obras que se realizaron en el inmueble a principios del siglo XX.

Javier Ramírez, concejal de Vías y Obras del ayuntamiento de Santa Brígida, ha sido una de las personas que ha estado al pie de la faena, trabajando codo con codo junto a los arquitectos para que la rehabilitación de la joya del municipio quedara lo mejor posible. Una parroquia que según Ramírez se trata de un signo de identidad y es algo muy visual. "La iglesia es el núcleo del desarrollo de la trama urbana del pueblo en el siglo XV y XVI, que es cuando se empieza a crear el asentamiento. Al fin y al cabo, la iglesia no deja de ser testigo de la vida y la muerte de los vecinos", comenta.

En los años 80 se hizo por última vez una obra de restauración en el campanario y la balconada de la iglesia

A memoria, desde el consistorio opinan que la última rehabilitación que se hizo en el campanario y la balconada fue en los años 80, pero un tratamiento integral en la fachada no se hacía desde hace varias décadas. "Cuando estábamos haciendo las obras, en el lateral de la puerta del frontis, descubrimos que entre los dos huecos de la puerta había una marca en el cemento, como si fueran parte del empedrado que forman el muro", explica Javier Ramírez. "Fue curioso porque mirando fotografías de los años 50 vimos que tenía el mismo aspecto, lo que nos llevó a deducir que desde los años 50 no se había hecho actuaciones. Calculamos medio siglo sin intervenciones en la fachada", sentencia.

Una parroquia que ha adquirido una relevancia importante para los vecinos de la Villa, que la consideran como una joya en el municipio. Una obra que ha dejado satisfechos a todos, pero que según los arquitectos se puede invertir más y desvelan que hay proyectos a futuro.

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