Ingenio

La Virgen de La Candelaria de Ingenio guarda sus reliquias

Algunas ofrendas datan de 1820, como la campana mayor hecha en Cuba donada por un ingeniense

Hay joyas, rosarios, jarros de excombatientes o un bastón de mando

Ex combatientes se gastaron 1.000 pesetas en dos jarrones en 1940, según la cuenta de la iglesia 

Imagen de las ofrendas a la Virgen de La Candelaria.

Imagen de las ofrendas a la Virgen de La Candelaria. / La Provincia

La Villa de Ingenio vive estos días las fiestas de su patrona, la Virgen de La Candelaria, este sábado con la ofrenda romería a las 18.00 horas, aunque el viernes las abría con el pregón la presidenta de la Heredad de Aguas, Juana Sánchez en la iglesia, el epicentro y rincón que el pueblo cuida como el gran emblema y orgullo del municipio. Es precisamente en la iglesia donde los fieles devotos han rezado a su virgen y dejarles regalos y ofrendas. Desde que llegó a la Villa la primera imagen de La Candelaria, en el siglo XVI, sus fieles han querido recompensarla con agradecimientos, gratitud o simplemente por el orgullo de tener una imagen que cambió en 1797 el Obispo Monseñor Tavira.  

Las ofrendas a La Candelaria han llegado incluso de emigrantes desde Cuba. Una de las campanas de la iglesia, un bastón de mando para hacerla alcaldesa mayor, joyas, insignias militares, un rosario confeccionado con botonería de lujo, jarrones de excombatientes de la Guerra Civil, condecoraciones militares o una espada regalo de altos mandos de la Base Aérea. Todo un legado que esconde detrás una historia , muchas anónimas, pero con el denominador común de dar gracias a su virgen. Todo en la exposición en la iglesia. 

Un bastón de mando

El investigador de archivos históricos de Ingenio y de otros municipios, licenciado en Geografía e Historia, Aurelio 'Lelo' Torres Santana, relata que aunque no es copiosa, sí lo es en su historia y legados. Por ejemplo, explica que la mayor de las dos campanas que coronan la iglesia fue donada a la Candelaria por un ingeniense. Llegó desde Cuba con una placa con leyenda dedicada: «A la Virgen de Candelaria, su devoto Juan Hernández. Año 1819». Fue fundida y construida en Cuba a petición de este vecino, que emigró en su día y nunca se olvidó, con magua, de su pueblo natal ni de su Virgen. 

También el vecino Manuel Pérez envió a su familia un dinero para comprar unos pequeños pendientes en forma de tórtola. No menos sorprendente son los dos jarrones hechos en Barcelona que encargaron excombatientes de la Guerra Civil en gratitud a la Candelaria. Nada menos que 1.000 pesetas invirtieron en 1940 en la adquisición de esos jarrones que obran con el resto de las ofrendas a la Virgen. Este regalo sorprende por su alto coste para aquella época, pero el historiador asegura que «así está certificado en las cuentas de fábrica de la propia iglesia». 

Aurelio Torres Santana, recuerda que los excombatientes, en La Candelaria, querían hacer una ofrenda propia, pero al ser tantos, se agruparon para hacer una común. También alcalde Francisco Hernández, en 1972, regaló a la Virgen un bastón de mando, lo que según Lelo, convertía a La Candelaria en alcaldesa honoraria del pueblo de Ingenio. Esta vara de alcalde, según el investigador, fue entregada anteriormente al regidor por el club ciclista del que fue presidente. Curiosas resultan también las medallas anónimas o los rosarios, como el que regaló María Carmita González, en 1992. De 80 centímetros, engalanó durante un tiempo el manto de la virgen formando una M.

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