San Bartolomé de Tirajana

Un plan para salvar las Dunas de Maspalomas prioriza actuar en el barranco

Cuatro expertos en ecología plantean renaturalizar el cauce para que el agua se infiltre en el subsuelo

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T. M. R.

La entrada de arena en zonas urbanas de Playa del Inglés o los reiterados escándalos por el incumplimiento de las normas de protección de las Dunas de Maspalomas han mostrado la fragilidad de ese entorno y la necesidad de adoptar medidas urgentes para conservar esa Reserva Natural Especial del sur de Gran Canaria que, a juicio de un grupo de expertos en ecología, debe incluir, e incluso priorizar, una intervención en el barranco de Maspalomas para evitar que el cambio climático acabe con esa joya fundamental de la industria turística del Archipiélago.  

La propuesta, presentada al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en noviembre de 2022 por Ben Magec-Ecologistas en Acción, se denomina Plan de Naturalización y Restauración Ambiental del Barranco de Maspalomas y plantea hasta once actuaciones concretas, entre ellas la demolición y retirada de la solera de piedra y hormigón del cauce, perforaciones puntuales del talud para favorecer la revegetación, la creación de una laguna inundable, la conexión del caudal actual con el Parque Tony Gallardo, la erradicación de especies exóticas invasoras, la recuperación de flora y fauna autóctona, el acondicionamiento de terrenos y un vallado de seguridad en las zonas más frágiles. 

Aunque el anterior gobierno municipal de San Bartolomé de Tirajana, del PSOE y NC, anunció en marzo de 2023 que iba a tramitar una solicitud de fondos al Ministerio de Transición Ecológica, esa propuesta para intervenir en Maspalomas sigue en el aire y el actual grupo de gobierno, del PP y CC, incluso «desconoce» el documento del Plan, según aseguraron fuentes de la Alcaldía. La invasión por arena de las Dunas de Maspalomas del Paseo de Playa del Inglés ha sacado del ostracismo el Plan de Naturalización y Restauración Ambiental del Barranco de Maspalomas.

Vea vídeo de vuelo de Google Earth sobre las Dunas de Maspalomas

Soraya Déniz

Errores de urbanización

El Plan, que tuvo financiación del Ministerio, fue coordinado por el ingeniero agrónomo Santiago Martín Barajas y en su redacción participaron Orlando Parrilla, ingeniero forestal, Erika González Briz, bióloga, y Eugenio Reyes, sociólogo e investigador del Jardín Botánico Viera y Clavijo.  

Al evaluar la situación actual «desde el punto de vista ecológico», el documento-resumen del Plan señala que «el desarrollo turístico y urbanístico de Gran Canaria cobró en la segunda mitad del siglo XX un especial protagonismo en el entorno de Maspalomas y numerosos barrancos fueron encauzados y rectificados, en el afán por domesticar un territorio que mantenía unas peculiaridades paisajísticas de extraordinario valor».  

El tramo de la desembocadura del barranco que se interna por la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, canalizado en unos 500 metros de longitud, «se encuentra intensamente constreñido por históricos rellenos de materiales y desarrollo de construcciones, de tal forma que el cauce del barranco ha pasado a ser un canal rectilíneo y homogéneo», sostienen los redactores, que subrayan que, además, la mayor parte del cauce se encuentra cubierto por un pavimento de piedras y hormigón, lo cual impide prácticamente en su totalidad la proliferación de vegetación y la configuración de un ecosistema mínimamente natural.

Deterioro

«Todas estas actuaciones, que paulatinamente se continúan llevando a cabo en el seno del barranco, suponen el progresivo deterioro del mismo y la repetición de los errores pasados en la forma de planificar este tipo de espacios, de forma que se sigue constriñendo el espacio de barranco y transformando su fisonomía en un canal estrecho, lo cual contribuye a seguir incrementando los riesgos de tipo hidrológico y un elevadísimo deterioro paisajístico», añaden los expertos.

Ante ello, el primer «objetivo clave» de la propuesta es favorecer una mejor seguridad en el barranco y su entorno para la población residente y turística, mejorando el comportamiento hidrológico de este cauce y previniendo los efectos asociados a su inundabilidad.

En segundo lugar, plantean «desarrollar actuaciones de adaptación al cambio climático, siguiendo técnicas asociadas a las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) impulsadas por la Comisión Europea».

Las acciones propuestas, recalcan como tercera clave, potencian la biodiversidad en el ámbito local, favoreciendo las comunidades de flora y fauna de alto valor presentes en la zona, con endemismos tan singulares como el lagarto de Gran Canaria (Gallotia stehlini), así como a las comunidades biológicas del conjunto de la isla y a la biodiversidad global, al favorecer hábitats de especies de aves migratorias.

Arena de las Dunas de Maspalomas en el paseo martímo de Playa del Inglés

Arena de las Dunas de Maspalomas en el paseo martímo de Playa del Inglés / José Carlos Guerra

Por último, aseguran que «de manera especial, la renaturalización del barranco incide directamente en una mejora de la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, espacio protegido incluido en la Red Natura 2000».

Intervención en cuatro tramos del barranco

La propuesta de renaturalización divide el barranco y su afluente de La Tabaquera en cuatro tramos: desde el punto de inicio en aguas arriba de la autovía GC-1 hasta el puente de la avenida de Alejandro del Castillo (1.550 metros); desde ese último lugar hasta la pasarela del Touroperador Air Marín (2.380 metros); desde ahí hasta el vado de Camel Safari (830 metros); y por último, los 495 metros hasta la Charca.  

La intervención más relevante es la eliminación del revestimiento impermeable de piedras y hormigón en los tramos 2 y 3 y en la entrada en la Charca. Con ello se conseguirá cuatro efectos. De inicio, la rugosidad del cauce se incrementará, «favoreciendo que, ante crecidas ocasionadas por lluvias torrenciales, la velocidad de flujo del agua no sea tan excesiva y virulenta».

Ese flujo menos violento «supone un cambio en la hidrología local, favoreciendo una dinámica más natural y adaptada al territorio y los ecosistemas». Así, el agua de una crecida extraordinaria, que actualmente golpea con fuerza en la Charca, discurrirá a menor velocidad y reducirá los daños en la desembocadura de la playa de Maspalomas durante los temporales de lluvia.  

La ausencia del pavimento impermeable y el flujo más lento de las aguas, añade el Plan, «favorecen un proceso natural más, como es el de la infiltración en el terreno». Por último, la puesta al aire del suelo natural del cauce permitirá que se reconfigure un ecosistema más natural, con presencia de vegetación y demás componentes del ecosistema propio del barranco.  

Sin humedad en el suelo

«En la actualidad, las aguas subterráneas se encuentran alteradas en su nivel natural, dado que el pavimento existente impide la infiltración natural que favorece que las márgenes del barranco dispongan de la humedad necesaria para el desarrollo de los distintos ecosistemas», sostienen los redactores del Plan, que añaden que «se ha comprobado que las valiosas comunidades vegetales de las dunas de Maspalomas se encuentran en un estado de degradación general, entre otras causas debido a esta alteración hidrológica».

Eugenio Reyes, participante en la elaboración de la propuesta y portavoz de Ecologistas en Acción en Canarias, considera que la acumulación de arena en el paseo marítimo de Playa del Inglés es consecuencia de esa falta de humedad en el subsuelo de las Dunas de Maspalomas, pues no permite que crezca la vegetación que regula de forma natural el movimiento de la arena y la fija al suelo. «Ahora cualquier viento la manda de un sitio para otro», apuntó. Aquí puedes leer más información sobre el origen de las Dunas de Maspalomas.