Honores y distinciones del Cabildo (XI) | Can de las Artes | Mónica López Gevers Actriz

Mónica López : «Mi sueño es montar un Teatro Nacional de Canarias, con compañías estables»

La actriz grancanaria Mónica López ha sido reconocida con el Can de las Artes. Desarrolló su carrera teatral bajo la dirección de Miguel Casamayor o Adolfo Marsillac

En ‘Las criadas’, de Jean Genet, obtuvo el Premio Revelación de los Premios Ercilla de Bilbao y ha formado parte del electo de series como ‘Hierro’ y ‘Rapa’, y de películas como ‘Todo es mentira’, ‘Intacto’, ‘Que Dios nos perdone’ y ‘Salir del ropero’

Mónica López, actriz y Can de las Artes de Gran Canaria.

Mónica López, actriz y Can de las Artes de Gran Canaria. / LP / DLP

Javier Bolaños

Javier Bolaños

La actriz grancanaria Mónica López ha sido reconocida con el Can de las Artes. Desarrolló su carrera teatral bajo la dirección de Miguel Casamayor o Adolfo Marsillac. En ‘Las criadas’, de Jean Genet, obtuvo el Premio Revelación de los Premios Ercilla de Bilbao. Ha formado parte del electo de series como ‘Hierro’ y ‘Rapa’, y de películas como ‘Todo es mentira’, ‘Intacto’, ‘Que Dios nos perdone’ y ‘Salir del ropero’. 

¿Cómo recibió la noticia del reconocimiento?

Confieso que llevo viviendo fuera de Las Palmas tantos años, que no sabía que existían esos premios. Me llamó el presidente del Cabildo y no me lo podía creer. Y yo: cómo, cómo, el premio Can. Confieso que los premios me dan, no igual porque hay que ser agradecido, pero lo encuentro todo como muy americano, muy competitivo. En cambio, este te lo da tu tierra, y mi única patria es la infancia, por eso mi patria es Gran Canaria. Y que me lo den por las artes, que yo me dedico a esto hace 30 años, me hizo una ilusión increíble. Llegaré justita al acto, porque tendré que hacer una yincana, pero tengo mucha ilusión de ir.

¿Salió con 18 o 19 años, verdad?

Con 17 hice las pruebas del Instituto del Teatro de Barcelona, me cogieron. Y con 18 me vine, y ya me quedé.

¿Fue porque era la única forma de tener perspectivas profesionales, por formación o cuál fue la razón?

Fue casualidad, porque se abrió el Centro Insular de Cultura en Las Palmas. Y yo siempre tenía claro que quería ser actriz, no sé por qué, porque en mi familia nadie lo era, me fui a hacer un curso a Madrid con la profesora Maite Doñaque, y ella me recomendó irme a Barcelona. Me dijo que en ese momento la mejor escuela de teatro de España era la de Barcelona, y que si no me importaba aprender catalán, vete para allá. Y es lo que hice. Yo pensé que era un puente para seguir, pero me salió trabajo enseguida y me quedé. Todos sabemos que la mejor escuela es la experiencia y acabé aquí.

¿Cómo supo que iba a ser su futuro profesional?

La típica cursilería, porque veía las películas de Katharine Hepburn, de Bette Davis, luego vi una obra de teatro ‘Luces de Bohemia’ en el Teatro Pérez Galdós desde el gallinero, y fíjate 10 años después estaba trabajando con los actores de esa función. Sabía que quería ser actriz, no sé por qué. Tuve la suerte de que me apoyaron en mi casa, y dijeron: tira para allá. Lo hice y me salió bien.

Curiosamente, uno de los triunfos llegó con una serie en Canarias y sobre Canarias: ‘Hierro’.

Mira sí. ‘Hierro’ me cambió un poco la vida, porque era volver a las Islas a trabajar. Me acuerdo que estaba súper nerviosa, porque después de 30 años en Barcelona, y me decía a ver qué canario hablo yo ahora. Tiene que ser creíble. A mis compañeros canarios que estaban ahí, a Yaiza Guimaré, Mari Carmen Sánchez, a Luifer, les decía que si sonaba un canario muy artificial, por favor díganmelo. Pero cuando uno vuelve a casa le sale solo. Pero me cambió la vida, porque como me mataron tan pronto, la productora gallega me ofreció ‘Rapa’. Y francamente, ‘Hierro’ y ‘Rapa’ me han puesto en un lugar muy privilegiado, se me conocen un poco más, me cogen más y ha sido fantástico para mí.

¿Con cuál de los dos personajes se sintió más identificada como actriz?

Con ninguno de los dos, porque los dos son guardias civiles, y no hay nada más alejado de mí. La verdad es que los dos personajes se parecen un poco, porque son mujeres empáticas. He de confesar que he aprendido mucho más con ‘Rapa’, porque he tenido un papel más largo, más responsabilidad. Soy protagonista junto con Javier Cámara, y estaba nerviosísima, porque me decía cómo voy a actuar al lado de este señor con tanta experiencia y tan buen actor. Aprendí más. Lo que pasa es que ‘Hierro’ fue muy importante, porque era volver a mi tierra, actuar en mi idioma; porque, ten en cuenta, que llevo 30 años trabajando en catalán, que lo he aprendido, que no hay ningún problema, pero nunca es lo mismo. Era un papel bonito, con Candela Peña, pequeño, pero muy bonito. No tenía mucha responsabilidad, pero era muy gratificante. Y luego rodar en El Hierro, que era la felicidad absoluta.

"La serie ‘Hierro’ me cambió la vida, porque era volver a las islas y porque me permitió hacer ‘Rapa»

Para un canario que quiere entrar en el círculo de la interpretación nacional, ¿es complicado? ¿Qué recomendaría?

Buas. La gente joven lo tiene más difícil ahora, porque hay tanta cosa con las redes sociales, y si tienes seguidores. A mí me escandaliza bastante. He tenido la experiencia de hacer una serie en Madrid, en la que había dos que optaban para el personaje, el director cogió a una actriz y la productora dijo que la otra porque tenía más seguidores en Instagram. Eso me parece una aberración, porque siempre debe primar la calidad artística. No sé qué recomendar, porque soy una persona bastante analógica. No tengo redes sociales. Para mí es el trabajo. Aunque ahora hay más producción en Canarias. Lo que sí me flipa es que los actores canarios, como hay tantos y poco trabajo, tienen que estar optando en casting en Madrid o en Canarias, y al mismo tiempo dan clases en las escuelas de teatro, y tienen mil trabajos para poder subsistir. Hay mucha competitividad, pero siempre digo lo mismo: trabajar, trabajar, trabajar, no hundirse, seguir, seguir, seguir y algún día se recogen los frutos. Si quieres triunfar lo tienes difícil, porque ¿qué significa, hacerte famoso? Para mí triunfar en la vida es tener continuidad. Y para eso hay que estar todo el rato peleándote, con las dificultades. Y si no te llamas, crear compañías, y trabajar. Yo tengo un sueño desde hace mucho tiempo que sería montar un Teatro Nacional de las Islas Canarias, que tuviera varias compañías estables, que giraran por todos los teatros de las islas. Y eso daría trabajo a mucha gente, crearía un referente cultural y haría obras de todo tipo, desde clásicos a autores canarios. Tendría directores, autores, técnicos, escenógrafos o músicos canarios, con varias sedes, y que viajara por las islas, y por qué no, que diera salto a la Península, para dar a conocer los productos que se vayan haciendo.

¿Cómo se ve el cine de Canarias desde fuera?

No lo sé porque llevo mucho fuera. Pero sí se están rodando muchas series. Eso bienvenido sea. Pero yo que soy muy analógica, siempre digo que ‘cuidadín’, porque es dinero para ahora, pero hambre para mañana, porque se privatiza todo el audiovisual.

¿En qué registro se siente más cómoda?

La comodidad es peligrosa, porque no tienes nada que aprender. A mí me gustan los retos, y que te hagan crecer. Yo he hecho mi carrera en el teatro, y tienes más tiempo, te puedes equivocar, porque tienes un mes y medio o dos meses de ensayo, y cuando estrenas eres el amo de tu trabajo. Te la puedes jugar más. En la tele y el cine eres un intérprete, y el montador y el director terminan haciéndolo a su gusto. Aunque con mis 54 años me ha tocado la lotería y he protagonizado series y aprendido un montón.

¿No le atrae la comedia?

Me tocó poco. Es lo más difícil para mí. Un actor cómico puede hacer cualquier cosa. La comedia es ritmo y, si no lo tienes, no hay manera de aprenderlo, y es algo innato. Creo que son los mejores actores. Pero en alguna función que me ha tocado hacerlo, el placer de meter una frase y oír a toda una platea riendo, es increíble.

¿Tiene algún personaje histórico que le gustaría interpretar?

No tengo ninguno. Lo que sí puedo decir es que cuando voy al cine ahora normalmente salgo muy decepcionada. En cambio, cuando veo los clásicos, me emociono o río. Y los papeles, el último que estoy haciendo. Y me importa ya sea protagonista o secundaria.

¿En alguno de los papeles que ha hecho siente que hizo un trabajo redondo?

Muchos. Y no siempre son la que pensaba que iban a salir bien. Quizás con quien más he disfrutado, que murió hace unos años, era con Carles Santos, que era músico, y me tocó la lotería de trabajar tres veces con él. Era un tipo que te hacía sudar la camiseta. No podía pensar en nada, porque era tan agotador hacer cada actuación, que creo que es donde he sido más feliz. No tomaba decisiones, solo tiraba para adelante y salían cosas que no planeaba, ni calculaba. Esa situación de vértigo la he vivido pocas veces.

"Una productora eligió a una actriz por el número de seguidores en Instagram; eso es una aberración"

¿Porque Le gusta más que la dirijan?

Cuando alguien es bueno, porque a veces un director te marca todo y es un espanto. Él era un creador absoluto, y todo era tan valiente y moderno, que te salía de ti mismo. Es todo vértigo y salirte de tu cuerpo, cara y voz, y salen cosas que te sorprenden.

¿Se prepara el personaje con profesionales?

Sí. Siempre. Todo ayuda a meterte en la época, el lenguaje, el carácter, los personajes de la época. En ‘Rapa’ quedé con una guardia civil de Ferrol. Hay que hacer los deberes.

¿Y le pica el gusanillo por dirigir?

No. He hecho dos veces de ayudante de dirección, y me encanta, porque podría hacer de puente entre director y actor, pero la dirección me da miedo. La cosa global creo que no sabría hacerlo.

¿Cómo se ve Canarias desde Cataluña?

Creo que me he hecho mayor. Cuando era joven, quería ver mundo. Ahora tengo ganas de volver. Entre todo lo que está pasando políticamente, me está dando ‘perecita’. Sí pasar más tiempo, porque me da felicidad, y el ritmo es más pausando, y por el Atlántico. Los meses en El hierro fueron muy reveladores y cumplir 50 años es pensarlo. 

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