Santa María de Guía

Las fotos que tuercen cuellos

Tres artistas transforman las fachadas de las casas del conjunto histórico de Guía en un museo al aire libre con 27 grandes fotografías

Una de las fotografías de Elizabeth Amador en la esquina de la vivienda, con la iglesia de Guúa y la plaza al fondo, en la subida a San Roque.

Una de las fotografías de Elizabeth Amador en la esquina de la vivienda, con la iglesia de Guúa y la plaza al fondo, en la subida a San Roque. / Alfredo Betancor

Javier Bolaños

Javier Bolaños

El casco histórico de Guía se convierte en un gran museo al aire libre. Lleva por título ‘Primavera’, y la innovadora propuesta cultural consiste en la exposición de 27 fotografías en las fachadas de viviendas que llevan el sello artístico de Elizabeth Amador, Nereida Castro y Alfredo Betancor.

La estación de la primavera ha llegado, y también la primavera fotográfica. Las miradas se dirigen en estos días a las fachadas de las casas de Guía. Lo hacen por la belleza de las antiguas casas señoriales. Y, ahora con otro atractivo, que tiene a los viandantes con el cuello torcido. Si los verdaderos grafiteros han marcado el paso con su arte urbano, ahora los fotógrafos reivindican su arte en este innovador proyecto sobre lonas de gran tamaño.

Una de las obras de Elizabeth Amador.

Una de las obras de Elizabeth Amador. / Alfredo Betancor

«Venía dándole vueltas a la exposición hace tiempo, buscando posibilidades para el entorno; yo vivo hace 20 años en el casco, y desde hace 10 años estaba barruntando las posibilidades de organizar una exposición al aire libre, buscando la convivencia con el arte. El año pasado se hizo un avance con seis fotografías y dada la aceptación que tuvo, nos tiramos a la piscina, pero llena, porque hemos podido ver que se han respetado todas las fotografías, no se han vandalizado, y han resistido a las condiciones climáticas».

Arquitectura y arte

El fotógrafo Alfredo Betancor detalla que este museo al aire libre por las calles del entorno de la iglesia «está formado por un circuito creado exprofeso, donde la historia, el patrimonio y el arte de la fotografía se dan cita». Y que «las viviendas que participan en la muestra han sido seleccionadas atendiendo a su antigüedad o a elementos únicos que las definen, creando de esta manera, un circuito atractivo y sencillo de recorrer».

Las 27 imágenes se adaptan a los huecos, ya que en gran parte están incorporadas a sus ventanas exteriores, las puertas o las paredes. De esta forma, las estructuras de los inmuebles surgen como marcos natural.

«Es como una piel del edificio, ya que pasa a formar parte de él», según el coordinador del proyecto, que le confieren a su entender un aire natural y que «no ‘contamina’ la fachada».

En la trasera de la iglesia, una fotografía de Nereida Castro.

En la trasera de la iglesia, una fotografía de Nereida Castro. / Alfredo Betancor

La exposición toma como telón de fondo casas habitadas, por lo cual cuentan con el apoyo de los propietarios, que han tomado como suya esta propuesta artística.

«El proyecto busca la interacción de los vecinos y pone en sí la obra al servicio de la población y contando con ellos; no se trata solo de exponer, sino que los inquilinos sean partícipes y lo hagan suyo».

También se han usado edificios públicos, como el Museo Néstor y la Casa de la Cultura. Para ello, Alfredo destaca la implicación del Ayuntamiento de Guía, y de forma particular el compromiso de la concejala Sibisse Sosa.

La muestra reúne nueve imágenes en gran formato por cada uno de los tres fotógrafos participantes: Elizabeth Amador, Nereida Castro y Alfredo Betancor.

Cada una de las obras tiene medidas que oscilan entre los 2,5 metros por 1,80 metros la mayor, y la más chica de 1,5 por 1,5 metros.

42 años del Conjunto Histórico

«Se ha hecho un circuito agradable en torno a la iglesia, de tráfico reducido y que se hace apetecible para visitarlo caminando», señala Betancor, que confía en que tenga continuidad y se pueda ir expandiendo en nuevas ediciones.

La muestra se inauguró este sábado, si bien desde los días previos tenía a todo un pueblo torciendo el cuello, para intentar vislumbrar que había bajo las cubiertas que lo tapaban. Y permanecerá los tres meses de la primavera, si bien es posible que se exponga a posteriori en otros lugares. Además, se han editado postales conmemorativas y para regalo.

‘La Primavera’ aspira a ser una exposición viva, en la que el visitante pueda interactuar, bien haciéndose autorretratos y hasta haciendo muecas y posando, para que se proyecte su imagen en el exterior, a través de cualquier medio. Y, al estar en la calle, será un museo que se podrá visitar las 24 horas al día.

Un collage de Alfredo Betancor.

Un collage de Alfredo Betancor. / Alfredo Betancor

El museo juega con un entorno único, que hace 42 años fue designado como Conjunto Histórico. «Queremos sacarle partido también al lugar, porque el valor lo tiene; y quien camine por las calles puede disfrutar en familia del casco. Estamos sacando el arte a la calle», añade. Además, está previsto que se organicen visitas guiadas de escolares y otros colectivos, en los que el arte y la arquitectura van de la mano.

El marco está en las ventanas

Hay fotografías en diez áreas. Unas se localizan a pie de calle y otras se colgaron a alturas de hasta cinco metros, que obligan a mirar hacia arriba. «Esa es la intención, no solo es mirar al suelo al caminar, sino disfrutar del entorno, y mirar hacia arriba», añade.

Tres obras que alcanzan los cinco metros de altura.

Tres obras que alcanzan los cinco metros de altura. / Alfredo Betancor

Alfredo Betancor detalla como anécdota que un colaborador decía al verlas que, «aunque no las quieras ver, lo tienes que ver».

Las imágenes y las dimensiones de las fotografías se adaptan a las vivienda. «Es un trabajo arduo, pero generoso. Parece que las fotos están hechas para el lugar». Como curiosidad, el año pasado se pidió el indulto de fotografías por dueños de casas en las que se colgaban. «El objetivo es que la gente las haga como suyas». Y señala que la prueba anterior mostró la conciencia social sobre el arte callejero, ya que ninguna sufrió percances, aun estando a mano.

Tres caras y un escenario natural

Alfredo Betancor recurre al collage fotográfico como herramienta creativa en la muestra. «Son las flores de unos tapices franceses las que hacen su magia; la piel de las personas que las rozan, se contagia e impregna de estos motivos florales». Para ello busca imágenes en enciclopedias descatalogadas, revistas antiguas y de nueva edición, para mostrar personajes ‘contaminados’ por esta primavera ficticia: mujeres de época, astronautas, hombres con esmoquin, aunando el pasado a la actualidad y el futuro.

Alfredo Betancor ya inspiró en verano una exposición virtual en forma de ‘mapping’ que reflejaba los últimos diez años de las fiestas de Guía. Para ello presentó en el lateral de uno de los edificios más elevados de la entrada al centro urbano 350 imágenes, tomando como marco 200 metros cuadrados.

Por su parte, Nereida Castro profundiza en el retrato a las personas. «Muchas veces opto porque no se vea un rostro de forma evidente, para que quien esté ante la foto se aventure a adivinar lo que su ojo no ve. Adoro respetar el mundo que me ofrece cada persona para captar mejor su esencia». Las fotografías seleccionadas comparten el elemento flor como nexo común. En una lectura más profunda, plasma aquello que le evoca la primavera, como por ejemplo la idea de renacer, que para ella es esa capacidad mágica de volver a florecer una y otra vez. «A pesar de nuestra naturaleza sensible, inherente también a las flores, tenemos esa fuerza y esa capacidad admirable para volver a brotar». Con motivo de esta sesión de modelos con flores naturales, llevó a cabo una convocatoria abierta para invitar a personas de diferentes perfiles.

Por último, siete de las nueve fotografías escogidas para ‘Primavera Foto por Elizabeth Amador forman parte de su proyecto ‘Mamíferas la Teta de la Diosa’, inspiradas en el arte renacentista. Esta temática «conciencia al espectador, a través del arte, de un acto tan hermoso, natural y saludable, como es la lactancia materna, apelando al derecho de dar la teta a nuestros cachorros en lugares públicos, sin ser discriminadas o señaladas».

En Guía se muestran fotografías de estas mujeres, «ataviadas con coronas de flores naturales y vestidas como diosas, mientras dan la teta a sus cachorros». Y se suman dos fotografías bajo el título de ‘Equinoccio de Primavera’, que completan la muestra que ya se puede ver en el corazón de Guía.

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