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Obituario

Fallece Agustín Pallarés, investigador e Hijo Adoptivo de Lanzarote

Nació en La Oliva (Fuerteventura), pero desde muy joven estuvo vinculado al islote de Alegranza y Lanzarote | Destacó por sus estudios de la toponimia lanzaroteña, la prehistoria y la etnografía

Agustin Pallarés Padilla, con un ejemplar de su libro Alegranza, islote del que fue farero.

El Cabildo de Lanzarote muestra este viernes sus condolencias por el fallecimiento, a los 93 años, del Hijo Adoptivo de Lanzarote Agustín Pallarés Padilla. La presidenta insular, María Dolores Corujo, ha transmitido en nombre de la Corporación su más sincero pesar a la familia y allegados. 

“Lamentamos el fallecimiento de Agustín Pallarés Padilla, quien dedicó toda una larga vida a nuestra Isla y que, pese a no nacer en territorio lanzaroteño, fue acogido por nosotros como en casa y la Isla y muchas de sus generaciones nos nutrimos de sus enseñanzas en campos diversos como la historia, la cultura, el turismo o la toponimia conejera”, destacó Corujo. 

“Agradecemos todas sus labores, sus publicaciones y la gran huella que ha dejado detrás en una Isla que siempre lo tendrá como Hijo Adoptivo”, concluyó la presidenta.

Agustín Pallarés Padilla nació en La Oliva (Fuerteventura) en 1928, pero ha estado desde joven muy vinculado a Lanzarote y al islote de Alegranza, donde fue torrero, en el Archipiélago Chinijo.

Hijo y nieto de torrero, su vida transcurrió desde su infancia estrechamente ligada a "la familia de los faros", como apuntó Gregorio Barreto Viñoly, cronista oficial de Haría, fallecido el 13 de diciembre de 2020. Se convirtió en torrero siguiendo la tradición familiar y obtuvo el título de Técnico Mecánico de Señales Marítimas, al conseguir una plaza como tal en la convocatoria oficial de 1950-1951. Tras ejercer como torrero en el faro de Teno (Tenerife) y casarse con la lanzaroteña Rosario Lasso Toledo, se desplazó al faro de Pechiguera, en Playa Blanca (Yaiza), en 1956. Al poco tiempo, ejerció en el faro de Alegranza hasta su jubilación en 1991.

A raíz de su estancia en Alegranza escribió el libro La isla de Alegranza (Ediciones Remotas, 2013), una crónica que va desde la toponimia, a la fauna y flora, pasando por los distintos propietarios que ha tenido la isla a lo largo de la historia, aparceros que la han regentado, aspectos arqueológicos, noticias, así como el faro y sus torreros, motivo de su presencia en ese islote durante 35 años.

La labor de un gran autodidacta

De forma paralela a su profesión, desarrolló una intensa labor de formación documental e investigadora y se convirtió en un gran conocedor autodidacta en temas de prehistoria, la historia, la biodiversidad, la geografía, la etnografía, la economía, la cultura y la toponimia de las islas orientales de Canarias y, de manera específica, de Lanzarote.

Su afán por el aprendizaje lo condujo a aprender inglés y francés con manuales de gramática y emisoras de radio. Materias que le serían muy útiles para ampliar su abanico de receptores de sus conocimientos sobre la isla, ya que durante las temporadas de descanso de su oficio trabajó d guía turístico, cuyo carnet oficial obtuvo en 1979. En esta actividad desarrolló y divulgó todo el saber que tiene sobre la historia general de Lanzarote a un sin número de visitantes, admirados de la isla y de la erudición de un guía tan peculiar.

En 2016 fue nombrado Hijo Adoptivo de Lanzarote como “referente indiscutible en el trabajo de recopilar, indagar y argumentar la toponimia de Lanzarote y sus islotes, de forma continuada, incansable y seria desde los años 60 del siglo pasado hasta nuestros días”. Asimismo, fue pregonero de las Fiestas de San Ginés de Arrecife en 1999.

La Junta de Cronistas Oficiales de Canarias le otorgó el título de Memorialista 2015, calificándolo como “investigador, cronista y maestro de nuestra historia”.

Condolencias

El Grupo Nacionalista (CC-PNC) en el Cabildo de Lanzarote señala que “perdemos a un gran investigador, documentalista y erudito del pasado histórico y cultural de Lanzarote, un maestro de nuestra historia con quien siempre tendremos una deuda eterna”.

La alcaldesa de Arrecife, Astrid Pérez, destaca que “Agustín Pallarés ha sido una personalidad muy importante para Lanzarote, un magnífico divulgador e investigador autodidacta de la cultura, el patrimonio natural y la historia de Lanzarote. Nos deja un vacío como persona y como referente cultural de la isla. Nos deja un riquísimo legado, fruto de sus investigaciones y de una documentación exhaustiva”, según destaca la alcaldesa.

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