El bailarín y coreógrafo Lorenzo Godoy Barroso cuenta desde la jornada de ayer con una plaza en el barrio capitalino de Arenales. La concejal de Educación, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, María Isabel García Bolta, acompañada por familiares directos de la gran figura de la danza (como su propio hermano Juan Godoy), así como destacados representantes del mundo de la cultura (allí estuvo el artista Pepe Dámaso), procedió a descubrir la placa en un emotivo acto. Este espacio urbano, ubicado en la trasera de la calle Luis Doreste Silva (entre los números 24y 30), se ha acondicionado, además, con nuevas zonas ajardinadas y un parque infantil.

La plaza Lorenzo Godoy rinde así homenaje a uno de los máximos representantes de la danza en el Archipiélago, dando su nombre a un amplio espacio del barrio que acogió parte de su propia vida en el municipio.

Lorenzo Godoy Barroso nació en Agaete en el año 1945. Su trágico fallecimiento, en Las Palmas de Gran Canaria, en 1984, y cuando contaba con tan sólo 39 años, conmocionó a la ciudad y, en especial, a su ambiente cultural. Su figura queda para la historia como una de las más destacadas de la danza en las Islas.

De hecho, el creador del Ballet Contemporáneo de Las Palmas ha sido considerado como uno de los mejores bailarines y coreógrafos de la escena canaria. La carrera de Godoy, formado en París en la década de los setenta, se vio impulsada por su trabajo junto a Gelu Barbu como primer bailarín del Ballet Las Palmas de Gran Canaria. En el año 1978 impulsó la creación de una formación contemporánea, que a la postre se constituyó en una plataforma para la proyección del talento local.

Divulgación de la danza

Su trabajo, junto al de otros importantes bailarines, estuvo orientado a la divulgación y proyección de la danza en la tierra que habitaba, y fuera de ella. Como docente formó a centenares de alumnos y cumplió con el objetivo de crear una singular efervescencia artística, además de acercar el arte a diferentes tipos de públicos.

Junto a la bailarina Eva Borg, Godoy recorrió los escenarios del Mediterráneo y se presentó en Lisboa dando vida al primer Calixto mundial de la Celestina. Después viajó por Venezuela, Estados Unidos y México, y participó en programas y galas de calado nacional. Además, la autoría de hasta 53 coreografías y el montaje Doce apuntes a Manolo Millares, dedicado al pintor de prestigio global, figuran en un amplio historial que situó el nombre de Gran Canaria -y a Canarias- en el panorama internacional de la danza.