Con un cielo encapotado y un viento molesto por momentos, 217 nadadores participaron en la quinta edición de la San Cristóbal Open Water Las Palmas de Gran Canaria Ciudad Atlántica, una travesía de 1.800 metros desde la playa de La Laja hasta el muelle de San Cristobal. En total, fueron 189los hombres que se inscribieron en la competición, frente a 49 mujeres.

En esta edición los competidores volvieron a ir contracorriente, como viene siendo habitual. El año pasado la organización tuvo la obligación de cambiar el sentido de la travesía, desde La Laja hasta el barrio marinero, pues las condiciones de las mareas, oleaje y viento de aquella ocasión no eran las idóneas para mantener las medidas de seguridad pertinentes en mar abierto.

Los ganadores en categoría absoluta fueron Verónica Navarro, consolidándose en el Olimpo de la competición al ganar en todas las ediciones hasta el momento, con un tiempo de 30 minutos y dos segundos. Entre los hombres, el afortunado fue Ciro Gutiérrez, que consiguió alcanzar el podio por primera vez con un tiempo de 29 minutos y 48 segundos.

La joven grancanaria lleva toda una vida dedicándose a la natación, aunque en estos momentos se encuentra más implicado en el mundo del triatlón. Para ella ganar una vez más es una satisfacción, pues logró superar a la gran cantidad de nuevas nadadores de esta edición. Minutos antes de comenzar la prueba se mostró nerviosa, comentando el día junto al vencedor en la categoría del sexo opuesto.

Ciro Gutiérrez, por su parte, no se esperaba para nada lograr el podio. "Pensaba que no me encontraba en las mejores condiciones físicas, pero a medida que avanzaba iba a mejor y al final conseguí superar a Airam Carretero que es un nadador excelente", señaló Gutiérrez. En su opinión, lo más destacable de esta competición es la fuerza de superación que ejerces contra el mar, "luchamos contra las olas", afirmó.

El ganador fue uno de los impulsores de la travesía hace cinco años; para él, la natación es "sagrada, es oxígeno para la vida". A sus 47 años, este profesor de psicología educativa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria lleva toda una vida dedicado a la natación. En 1991 consiguió ser campeón absoluto de natación en España. Lleva dando brazadas casi tres décadas e intenta, o se obliga, entrenar cuatro o cinco veces por semana.

Tras Gutiérrez y Airam Carretero, que alcanzó segundo el muelle con un tiempo de 30 minutos y doce segundos, lograron tocar tierra Carmelo Santana, Rafael Oshanahan y Armide González, cada uno con un tiempo de 30 minutos y 46 segundos. Santana, discapacitado de una pierna, llegó escoltado por sus dos compañeros desde el agua hasta la línea de meta.

Historias de nadadores

Rafael Mejías

"Para mí nadar y competir es una sana experiencia que te saca del día a día"

Banquero: Rafael Mejías y su hijo Pablo estaban esperando el inicio de la competición rodeados de familiares y conocidos. Él es un banquero al que le queda poco para la jubilación, o eso dice él, tiene 56 años y ayer compitió por cuarta vez en la travesía a nado de La Laja a San Cristóbal. Este madrileño lleva 22 años residiendo en la capital grancanaria y reconoce que le encanta la natación. "Para mi nadar y competir es una sana experiencia que te saca del día a día", comentó. Tal es así que, a pesar de ser un aficionado, ha inculcado el gusto por el mar a su hijo. Mejías ha competido ya varias veces en Maspalomas, Arinaga y otras travesías de la Isla, e, incluso, ha llegado a nadar en una prueba en El Hierro. En la pasada edición de la San Cristóbal Open Water quedó el segundo en su categoría, Máster G de 50 a 55 años. Tal y como recuerda una de sus familiares, "no es un cualquiera".

Fernando Tellez

"Empecé tarde a competir después de años enseñando a nadar, pero no me arrepiento"

Profesor de natación: Desde Getxo, Vizcaya, llegó Fernando Tellez, profesor de natación desde hace treinta años. Aún así, fue hace seis años cuando decidió comenzar a competir. "Llevaba mucho tiempo dando clases y nunca me había animado a competir, pero aquí me tienes y no me arrepiento", apuntó. Con 54 años, este vasco tiene una casa en Maspalomas y por eso le encanta venir al Archipiélago a disfrutar de su clima y su gente. Ayer fue la primera vez que competía en la prueba de La Laja a San Cristóbal, aunque su presencia sí es usual en el Open Water de Maspalomas. "Como tengo casa aquí puedo venir varias veces al año a competir", recalcó el monitor. Hasta el momento logró quedar tercero en la edición del año pasado de la prueba del sur de Gran Canaria. En la tarde de ayer esperaba que no se le hiciera tan dura como otras competiciones donde ha participado. .

Ana Olivera

"Hasta que no entro en el agua tengo miedo, luego me olvidó de todo, somos yo y el mar"

Médico: Esta mujer de 49 años es médico en la capital grancanaria. Reconoció que nadar no es su fuerte, pero, como afirmó, lo importante es "superar retos, afrontar situaciones en las que no eres el mejor y no se te dan bien". Es la tercera vez que participa y vino acompañada de una amiga. Según ella, suele quedar de las últimas pero nada de eso le preocupa. "Tengo muchísimo miedo antes de entrar en el agua, porque me pongo muy nerviosa, pero una vez dentro, somos yo y el mar, me olvido de todo lo que hay a mi alrededor", comentó. Según la doctora, es divertido participar en este tipo de pruebas. "Es importante salir de la rutina, de tu zona de confort para hacer cosas a las que no estás acostumbrado", explicó. Su nuevo gusto por la natación le ha llevado a competir en otras pruebas de la Isla e incluso en La Graciosa.

Verónica Navarro

"Ojalá pueda llegar a ser profesional en el triatlón, pero en Canarias lo tenemos difícil"

Estudiante: Esta joven teldense de 19 años ganó las cuatro primeras ediciones de esta travesía. Llegó a San Cristóbal con ciertos nervios, pensando que la mayor competencia de esta edición le impediría lograr el podio, pero aún así, lo consiguió. Desde los siete años lleva en el agua, su mundo es la natación y el deporte. "Mi intención es estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y ser profesional del triatlón, pero es algo complicado porque aquí en Canarias no tenemos centros de alto rendimiento y tenemos que cargar con bicicletas en un avión y demás", explicó Navarro. Aunque ahora tiene la natación en un segundo plano, ha pasado media vida en el agua. "Al principio me estuve preparando en el Club Náutico Metropole; nadar me gusta, pero el triatlón me da nuevas oportunidades y sensaciones", destacó esta joven promesa del deporte canario.