El comité de empresa del personal de mantenimiento de la red de alcantarillado de la capital grancanaria, que gestiona Sercanarias, ha anunciado que el próximo 11 de noviembre iniciará una huelga indefinida contra el "desmantelamiento" del servicio.

Desde el sindicato CCOO denunciaron que en el último año se han producido diez despidos injustificados y criticaron las "continuas sanciones y amenazas", por parte de los directivos de la empresa, que pertenece a Saur el socio privado de Emalsa, que controla el 66% de las acciones de la compañía mixta del agua.

El sindicato añadió que desde que la empresa ha pasado a ser controlada por el fondo de inversión sueco EQT, se ha intensificado la "política de despidos y de sanciones". "Desde que entró el socio nuevo", aseguraron, "han entrado con el látigo y como tienen muchas perras no les importa despedir y pagar las indemnizaciones.

De los diez despidos, siete han sido declarados improcedentes por el juez, pero quieren trabajadores nuevos, sin fuerza y más baratos". La central advirtió que el servicio de alcantarillado continúa deteriorándose debido al mal estado de la red de saneamiento y también de los camiones, que "se caen a cachos. A todo ello hay que añadir la falta de experiencia de los nuevos contratados, que se necesita y mucha para este trabajo. Como caiga una tromba de agua, no sabemos lo que puede pasar.

"Todos los días", explicaron, "hay cuatro o cinco averías, porque los camiones están destrozados. De todo esto y de como está la red tiene el Ayuntamiento un dossier de fotos.El Ayuntamiento está al día de todo. Si no han hecho nada es porque no han querido. Hidalgo tiene que dar un golpe sobre la mesa, no como socio, sino como responsable de un servicio que están pagando los ciudadanos, por lo que tiene la obligación de controlar la gestión y evitar que esta gente se limite a seguir llenándose los bolsillos". Los trabajadores volvieron a echar en cara al alcalde Augusto Hidalgo no haber cumplido con su palabra de retirarle el servicio a Sercanarias.

"No queremos más dinero. Sólo queremos estabilidad laboral, que no haya más despidos injustificado ni sanciones. Estamos sufriendo acoso laboral". El último despido se produjo el pasado jueves y ha redoblado la indignación del personal. "LLevaba 24 años en el servicio y lo han echado sin un duro por pisar un alcorque. Estaba trabajando en Mesa y López, destupiendo con una cuba y encima le han aplicado un despido disciplinario, aprovechando un informe de la Policía Local. Esto es otro abuso más ".

El sindicato añadió que el comité de empresa ha intentado reunirse con el director de Sercanarias, para intentar negociar un acuerdo que impida la huelga, pero "ha sido imposible. Desde la empresa se han limitado a amenazar a los trabajadores nuevos para que se afilien a un sindicato, que se ha prestado a este juego sucio".