Los asesores jurídicos del Mercado Central dan en estos momentos los últimos toques a la redacción de las bases para sacar a concurso la instalación de una unidad alimentaria en la planta alta del recinto, que permanece vacía desde hace dos años a la espera de que desembarque un supermercado con el que esperan impulsar las ventas de los comercios tradicionales.

El Ayuntamiento condiciona la concesión de la licencia para reformar la planta superior a que haya una concurrencia pública que garantice la participación de todas las cadenas alimentarias interesadas.

De hecho, no sólo Mercadona, que lleva años intentando desembarcar en el mercado de Alcaravaneras, está interesada en instalarse, según confirman desde la propia plaza de abastos.

Otras empresas tienen interés en desembarcar en la zona comercial de Alcaravaneras

Hace justo un año, la Dirección General de Edificación y Actividades del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria denegó la licencia que solicitó el Mercado Central para iniciar una reforma de la segunda planta con el objetivo de cederla a la valenciana Mercadona para montar un supermercado.

En ese momento, el departamento de Urbanismo exigió la existencia de concurrencia pública para dar el visto bueno a la reforma, un requisito del que se advirtió a los comerciantes de abasto desde 2019.

Así las cosas, al mercado no le ha quedado más remedio que convocar un concurso para desbloquear la introducción de nuevas actividades y en ello están, según informó la gerente Carmen González, que añadió que en estos momentos se están dando los últimos toques a la redacción de las bases del pliego de condiciones para publicarlo dentro de varias semanas.

Los comerciantes esperan que con el procedimiento de concurrencia pública se desbloquee de una vez la instalación de la unidad alimentaria, el último de los proyectos en los que ha estado inmersa la zona comercial en los últimos años, después de descartar antes varios proyectos, todos ellos diferentes entre sí pero con el objetivo común de aumentar la afluencia de clidentes y mejorar las ventas.

En las bases, informó la gerente, se incluyen el proyecto básico de remodelación que es necesario hacer en la planta alta para instalar la unidad alimentaria. En concreto, lo que se saca a concurso es la implantación de un supermercado.

Transparencia

«Damos la oportunidad a todas las empresas interesadas», subrayó González, «para que puedan participar». Destacó que todas las cadenas de alimentación «van a tener a su disposición la información necesaria para optar al concurso y preparar su proyectos. Va a ser un proceso muy transparente para» que las empresas dispongan de todos los datos necesarios para decidir «si quieren concurrir o no».

La responsable de la gestión del mercado prefiere no hablar de fechas para la apertura de la nueva unidad alimentaria y se limita a decir que, una vez que se resuelva el concurso, la puesta en marcha dependerá de «lo que dure la obra y del proyecto que quiera hacer» la empresa que gane el concurso.

La plaza invita a todas las cadenas alimentarias interesadas, además de Mercadona

«Nosotros queremos que gane el mejor proyecto y para ello vamos a invitar a todas las empresas del sector de la alimentación. Nuestro mayor interés es dinamizar el mercado y que gane la mejor», porque ello redundará en un mayor beneficio para el conjunto del mercado.

Además de Mercadona, que nunca ha ocultado su interés por instalarse en Alcaravaneras, el mercado invitará a otras cadenas como Hiperdino, Carrefour, Spar, Lidl. Carmen González no quiso dar nombres, pero confirmó que hay «otras empresas interesadas» en la segunda planta del mercado.

González resaltó que la instalación de un supermercado será muy beneficiosa para los puestos de venta tradicionales, que seguirán siendo los que atraigan a la mayoría de clientes. «Lo que pretendemos es crear una sinergia entre el mercado tradicional que es el que hace que el cliente venga y el supermercado, donde podrá comprar los alimentos envasados, productos de higiene y todo lo que no le ofrecen» los puestos de productos frescos.

«El objetivo», sostiene, «es que el cliente se vaya a su casa con toda su compra» o que pueda recibirla en su domicilio. Al respecto destaca que una de la fortalezas del mercado, que se ha desarrollado muchísimo tras la pandemia, ha sido la entrega a domicilio.

La planta alta lleva vacía desde hace más de dos años, cuando se desalojó el último puesto

Los comerciantes del Mercado Central llevan intentando desde hace más de diez años introducir otras actividades en la segunda planta del edificio, con el objetivo de reactivar el negocio del comercio minorista.

En 2014 se habló de crear una zona de bares y restaurantes, pero el proyecto fracasó porque los comerciantes canarios que plantearon el negocio finalmente tiraron la toalla.

Tras este fracaso, los comerciantes decidieron crear su propio proyecto y buscar inversores para transformar la planta alta. En esta ocasión se planteó un centro de degustación, al estilo de los mercados de San Antón o San Miguel, con una terraza en la azotea y una lamina de agua. En esta ocasión, el proyecto no llegó a cuajar porque el Ayuntamiento rechazó la posibilidad de instalar una terraza en la azotea y también por la alta inversión que requería ponerlo en marcha.

Hace algo más de tres años, fue un comerciante, titular de varios puestos y el aparcamiento de la plaza, quien planteó negociar con Mercadona su desembarco en la plaza. El proyecto se topó en este caso con la oposición del Ayuntamiento, que exige que la implantación de la unidad alimentaria debe hacerse mediante un concurso público. Esta vez parece la definitiva.

La plaza más grande


Superficie

6.000 metros cuadrados

  • El Mercado Central es el más grande de los cuatro que hay en la ciudad. Tiene 6.036 metros cuadrados de superficie comercial distribuidos en dos plantas. Nació en 1957 para dar respuesta al crecimiento demográfico de la zona y fue concebido como mercado de abasto minorista y al por mayor para dar respuesta a la demanda de productos frescos.


Puestos

45

  • El mercado tiene en la actualidad un total de 45 puestos de venta, aunque llegó a tener 128. Sin embargo, la inmensa mayoría de los puntos de venta de la parte alta han ido desapareciendo en los últimos cuatro años, tras ser traspasados al empresario Adrián Díaz, promotor de la iniciativa para crear un supermercado.