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Grupos animalistas se oponen al proyecto canario de crear la primera granja de pulpo del mundoAgencia ATLAS

Grupos animalistas se oponen al proyecto canario de crear la primera granja de pulpo del mundoAgencia ATLAS

PUERTO

Pulpo de acuicultura: los tentáculos de la controversia

La granja que proyecta Pescanova en el Puerto de Las Palmas genera debate en la comunidad científica

Los pulpos que Pescanova quiere criar en la primera granja del mundo dedicada a este animal nacen con controversia. La empresa gallega aspira a producir 3.000 toneladas anuales en el Puerto de Las Palmas con un sistema de cultivo que describe como «sostenible y eficiente» desde el punto de vista ambiental, aunque en el tiempo transcurrido desde que se conoció por primera vez el proyecto, en julio del año pasado, ha surgido un debate científico en torno al bienestar de los cefalópodos de acuicultura. 

Es una especie «fundamentalmente inadecuada» para la acuicultura, aseguran los críticos

Los argumentos planteados en contra de las granjas de pulpos se centran en el carácter solitario de la especie, su inteligencia, el desconocimiento acerca de su bienestar o los métodos de sacrificio, entre otros aspectos. El pasado octubre, la organización Compassion in World Farming publicó un informe elaborado por la doctora en Biología Marina Elena Lara que señala al pulpo como una especie «fundamentalmente inadecuada» para la acuicultura, tanto desde el punto de vista de su propio bienestar como desde el ambiental, al requerir una dieta carnívora que, según recalca, «no puede formar parte de un sistema de alimentación sostenible». 

El documento plantea cuestiones sobre la salud de los ejemplares en cautividad, sobre todo a escala industrial, así como acerca de la densidad de los cultivos de una especie solitaria cuya masificación, argumenta, puede «crear un riesgo de agresión y territorialismo que lleve al canibalismo». También insiste en la necesidad de proporcionarles estímulos para que exploren, manipulen y puedan controlar su entorno como lo harían en condiciones naturales, aunque solo como «solución parcial» al entorno artificial. 

Investigación en las Islas

«Es importante que el cultivo sea sostenible y que se asegure el bienestar animal, pero hay que tener en cuenta que si queremos seguir consumiendo pulpo de la forma en que no hacemos, la pesca no va a dar mucho más de sí», tercia el doctor Eduardo Almansa. Tras décadas de trabajo, el Grupo de Investigación en Nutrición, Fisiología y Bienestar de Especies Marinas del Centro Oceanográfico de Canarias (Instituto Español de Oceanografía-CSIC) al que pertenece participó, junto a sus compañeros de Vigo, en el protocolo para obtener juveniles de pulpo con una alta supervivencia cuya patente ha licenciado Pescanova para posteriormente desarrollar el resto del ciclo con su propio equipo. 

Acerca del cultivo del pulpo en acuicultura, el investigador del IEO, que no ha participado en el desarrollo industrial realizado por la pesquera tras obtener la licencia y por lo tanto no entra a valorarlo en concreto, defiende que «no se puede afirmar que es insostenible», porque «aún no se sabe». Aunque es una especie carnívora –«La mayoría de los peces marinos son carnívoros u omnívoros», recuerda–, Almansa aboga por más investigaciones para reducir la alimentación con pescado e ir sustituyéndola por harinas de fuentes vegetales, como ha ocurrido con especies como el salmón. 

«No se puede afirmar que es insostenible», alegan quienes lograron la patente inicial

En cuanto al bienestar, la respuesta puede pasar por cultivos en baja densidad, considera, y recuerda que hay trabajos científicos de largo recorrido sobre este aspecto en los cefalópodos. Su grupo, que continúa investigando las larvas de pulpo, participa con otros equipos españoles y europeos en varios proyectos que estudian los marcadores de estrés, a través de hormonas «como en los humanos se puede medir el cortisol».

Al margen del debate, el proyecto continúa completando fases administrativas. En estos momentos tiene lugar la validación de impacto ambiental ante el Gobierno de Canarias, tras lo que pasará a información pública antes de que pueda llegar al Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Si se cumple el calendario previsto por Pescanova, la planta podrá comenzar a funcionar a lo largo de 2023.

El consumo se duplica

Las capturas de pulpo se han duplicado en los últimos 40 años en todo el planeta. Las 179.042 toneladas de 1980 pasaron a ser 379.856 en 2019, de acuerdo con la base de datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), aunque en los últimos años han descendido ligeramente desde las 400.000 toneladas registradas en 2015. Los precios del pulpo han aumentado de forma consecuente, impulsados por la demanda crecientes en mercados que antes no lo consumían, como el estadounidense. 

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