La vida puede ser a veces una carrera de obstáculos en la que cada participante se encuentra más o menos piedras a su paso. La asociación Up2U lleva realizando desde 2017 el Camino de los Valores -realmente, el Camino de Santiago de Gran Canaria- con menores sujetos a medidas judiciales y otros tutelados por la administración pública. Y aunque esta es la actividad más visible del colectivo, la entidad promovida por la jueza de menores Reyes Martel y su equipo llevan sacando adelante desde 2016 multitud de iniciativas con el objetivo de «reeducar» a estos chicos y chicas y luchar «contra la crisis de valores bestial» que a juicio de la magistrada existe en la sociedad actual. Una labor de integración social que le valdrá la Medalla de Oro de Las Palmas de Gran Canaria el próximo 23 de junio.
Desde hace cinco años la estampa de un grupo de casi un centenar de chicos, chicas y adultos recorriendo la dorsal de Gran Canaria entre Tunte y Gáldar bajo la premisa del Camino de los Valores se ha convertido en una estampa prácticamente icónica. Tanto es así que en 2018 dieron el salto a Galicia y expandieron esta iniciativa más allá de las fronteras del Archipiélago, dado el interés que este colectivo, Up2U, ha levantado entre ONGs y magistraturas de menores de media España. Pero, lo cierto es que el colectivo tiene además convenios de colaboración educativos y de ocio con empresas y asociaciones, todo con el objetivo de formar a estos jóvenes en todos los aspectos de la vida.
Reyes Martel llegó al Juzgado nº 1 de Menores de Las Palmas en 2013. Tres años después decidió impulsar junto a profesionales de distintas ramas la asociación Up2U con la mirada puesta en los jóvenes. ¿El objetivo? Ayudar a integrar en la sociedad a jóvenes conflictivos o en riesgo de exclusión social, «no todos sujetos a medidas judiciales», especifica la magistrada, y es que, precisamente, buscan en cierta manera evitar que se alcance esta vía. En este tiempo se han beneficiado unos 2.000 jóvenes.
Martel: «Muchos de los chicos que fueron beneficiarios ahora colaboran con la asociación»
«Este reconocimiento es un honor para todo el equipo, el camino, nunca mejor dicho, ha sido complicado», apunta Martel. Desde su nacimiento han tenido un crecimiento continuo. En marzo, por ejemplo, pusieron en marcha una de sus últimas iniciativas, un programa de formación y alternancia en el empleo (pfae) sobre digitalización enfocado a jóvenes en riesgo de exclusión. «Hemos sumado voluntarios, socios, incluso muchos de los chicos y chicas que en su momento fueron beneficiarios están colaborando», resalta.
«Con la pandemia fue complicado para muchos de ellos, se paró toda la actividad deportiva y de ocio, las clases pasaron a ser online», explica Martel, «al final estos chicos necesitan que estén encima de ellos». Pese a esto, Up2U prácticamente no paró. «En 2020 hicimos solo la parte grancanaria del Camino con grupos reducidos», apunta.
Ya en 2021 recuperaron el tramo entre Coruña y Santiago de Compostela -el denominado Camino Inglés-, 76 kilómetros que se unen a los casi 50 que hay entre Gáldar y Tunte y que también realizaron. «Caminamos por el volcán [de La Palma] y justo la llegada coincidió con el 13 de diciembre, el día que paró la erupción», destaca Martel. Un recorrido en el que los jóvenes vendieron productos confeccionados por ellos mismos; «recaudamos 2.000 euros, los entregamos a una entidad que trabaja con los afectados de la erupción», señala, «fuimos allí y retiramos 100 toneladas de ceniza de una casa sepultada».
Actividad física
La actividad física ha sido un punto fuerte en la labor de Up2U. En este sentido, mantienen acuerdos de colaboración tanto con el CB Gran Canaria como con la UD Las Palmas desde 2016, «han salido incluso algunas joyitas, tenemos a un chico jugando en el Venecia», indica Martel. Además, se están aventurando con el kayak, paddle surf o la vela latina y próximamente con el parkour o la calistenia.
«Cuando comencé en la justicia juvenil lo hice con ilusión», indica Martel, «la Ley de responsabilidad del menor es muy vanguardista, se basa en el principio de oportunidad, de celeridad, porque es ahora o nunca, pensé que me podía sentir útil». El problema lo vio después, «la práctica es muy compleja, el sistema hace aguas por todas partes», y ante ese laberinto vio una puerta en la responsabilidad social corporativa. «Creamos nuestras propias herramientas», indica, «complementamos los recursos que ya hay y tejemos red entre empresas, instituciones y otras entidades sociales».
También han trabajado con menores migrantes. «Estuvimos un tiempo ayudando a un chico que llegó aquí en patera y el resultado final es que hoy es ingeniero naval en Ferrol», resalta la jueza, «trabaja, paga sus impuestos y además ayuda en un comedor social». Este tipo de hechos los ponen en valor, «se convierten en referentes». Un camino que están intentando actualmente con otros chicos y que esperan lograr para evitar que se vean en la calle.
«Si logramos que al menos uno o una enderece su vida, nos garantizamos en parte nuestro propio futuro», precisa Martel, «hay que preguntarse ¿Quién ha fabricado la sociedad en la que están viviendo?». Casos como la última manada de violencia sexual en la que se han visto implicados menores debería hacer a la sociedad «reflexionar en su conjunto, es una brutalidad lo que está pasando».
La magistrada alerta del crecimiento en delitos de violencia filioparental o contra la libertad sexual
Martel es una fiel defensora de la necesidad de educar a los hijos y los padres en las nuevas tecnologías, «hay un gran brecha, ese es el gran problema». «Estamos viendo edades cada vez más inferiores en los juzgados», precisa la magistrada, quien además apareció en una lista alternativa de la revista Forbes en 2021. La jueza alerta del crecimiento en los delitos de violencia filioparental, violencia machista o contra la libertad sexual. «Debemos hacer autocrítica como sociedad, algo tendremos que hacer», subraya.
En este sentido, denuncia que los gobiernos «no han tenido en cuenta a la justicia juvenil» a la hora de legislar sobre la protección del menor y de la falta de cambios en la legislación de responsabilidad penal del menor. «Se promulgó la ley contra la violencia de género, pero no se tocó la del menor, yo no puedo poner medidas de protección a chica», matiza.
Al final, con iniciativas como la plataforma de justicia juvenil que están creando o con Up2U pretenden hacerse «más visibles», resalta. Una exposición que tendrán en septiembre, una vez más, de la mano del Camino de los Valores, en esta ocasión «por la paz, no solamente Ucrania, también en otras partes del mundo, como Malí».
